"Ciudad de vida y muerte": La última gran Concha de Oro

En el Festival de Cine de San Sebastián ponen cine de todo tipo. Australiano, turco, vasco, vietnamita, excelente, pedante, divertido... Pero la mayoría de las veces el cine premiado es cine que nadie se atreve a aconsejar. Cine de festival pretencioso que provoca un tedio insufrible y universal. Sin embargo de vez en cuando surge el milagro imprevista y la Concha de Oro se la lleva la mejor película, la que quedará con el tiempo, la que hace pensar y emociona en cualquier parte del mundo.

La última vez que sucedió algo así en San Sebastián fue en 2009 con la película china de Lu Chuang Ciudad de vida y muerte. Una de esas obras maestras que te retuercen de dolor mostrándote la versión más cruel del ser humano aliviada por destellos de ternura y esperanza. 


No es una película para ver en cualquier momento. La catarsis que provoca esta obra de arte es tan radical que uno tiene que estar dispuesto a echarse cuerpo a tierra y que le caigan bombas y cadáveres para finalmente resurgir de las cenizas de la historia.

Sólo la música de Liu Tong valdría la pena para ver esta película de producción imponente a pesar de contar un presupuesto realmente ridículo de 12 millones de dólares.

Alguno la han comparado con Spielberg y Salvar al soldado Ryan... Con todos mis respetos, a mí éste retablo del dolor oriental me parece mejor película, más completa y especialmente mejor escrita. Pero no tengo ninguna duda que Lu Chuang admira mucho el cine del Rey Midas de Hollywood. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comments System

Disqus Shortname