LAS 10 MEJORES SERIES DE 2017
1ª) This is us (9). El paso de 1ª a 2ª temporada demostró que estamos ante una de las series mejor escritas y desarrolladas de los últimos años. La capacidad de abrir nuevas vías de crecimiento en cada uno de los personajes es asombrosa. La música es tan sensacional como los saltos en el tiempo, el reparto... Es sincera, tiene humor y emoción inteligente. Para los que dicen que no tienen tiempo de ver tanta serie sólo les diría que salvasen esta dramedia. No se arrepentirán.
2º) Feud: Bette and Joan (8´5). Susan Sarandon contra Jessica Lange. Bette Davis contra Joan Crafword. Un retrato imperecedero de la belleza del cine dorado y su cruel decadencia a finales de los 60. Su creador, Ryan Murphy, lejos de su parafernalia habitual, es un genio de la televisión.
3ª) Halt and Catch Fire (8´5). Esa serie de la que nadie te habla y es maravillosa. Hechuras de clásico con un cuarteto de personajes formidable. Todo lo que hace que Mr. Robot sea una serie en decadencia provoca el crecimiento de esta ficción sobre la evolución de la informática que ha terminado en su mejor momento (4ª temporada). En breve hablaré largo y tendido sobre est
4ª) The Crown (8´5). Peter Morgan sigue empeñado en hacernos creer que la vida de la reina Isabel es fascinante. No lo era, pero qué bien lo disimula. Elegancia y criterio inglés en grado de excelancia. Sólo falta que aparezca en algún momento Maggie Smith...
5ª) Portlandia (8). Los más divertidos e ingeniosos de la pequeña pantalla siguen siendo estos extraños cómicos que multiplican en personajes desbordantes. Van por la 7ª temporada y no bajan el ritmo caricaturizando a la idiotez moderna. Portlandia sigue siendo la única serie que se parece a Portlandia y eso tiene mucho mérito. Un capítulo de esta comedia es el único tratamiento eficaz ante tanta serie pseudoartística, plomiza y larguísima que no te queda más remedio que digerir.
6ª) Motel Bates (8). Norman ya está a punto de llegar a donde Hitchcock le hizo inmortal y la serie no mengua. Parecía imposible resetear esta serie después del final de la 4ª temporada pero una vez más Freddie Highmore vuelve a interpretar a un personaje adictivo envuelto en tramas secundarias sorprendentes.
7ª) The Big Bang Theory (8). Undécima temporada y que el ritmo no pare. Justo cuando la olvidable secuela de su protagonista (El joven Sheldon) parece no interesar a nadie, el grupo de asociales más inteligente de la televisión sigue inventando nuevos mundos. Un lástima que nos acostumbremos a una serie así haciéndola desaparecer de casi todas las críticas de lo mejor del año.
8ª) Rick and Morty (8). La animación más loca e imaginativa de Dan Harmon (Community, Computerman, Harmontown) no entra en rutina y siga aportando capítulos tan delirantes como el 3.7: Ricklantis Mixup. Nunca olvidaremos "las galletas de Rick el sencillo". Una imagen que parece sacada de una de las mejores películas de los hermanos Coen.
9ª) Better Call Saul (8). Vince Gilligan no nos abandona. Sabiendo que sin Breaking Bad nos quedábamos huérfanos de la serie padre nos deja la mejor precuela generado hasta ahora en televisión. La 3ª temporada ha demostrado que la criatura goza de una perfecta salud. En 2018 tendremos 4ª sesión.
10ª) The OA (7´5). Imaginación al poder. Así se resume esta serie aparte que tiene elementos comunes con otras que hablan del paso de la vida a la muerte, pero manteniendo una personalidad muy atractiva. Fantasía metafórica que en ningún momento pierde un cierto grado de naturalidad en la descripción de personajes.
LAS 10 SERIES MÁS MEJORABLES DE 2017
1ª) La zona: Para mí la serie nacional más interesante y arriesgada del año. Aún así no llega donde quiere y no será porque no lo intenta. Actorazos y ambiente asfixiante le sobra. De estas series que te encantaría defender a capa y espada pero su resolución final es deficiente.
2ª) Mindhunter: David Fincher ha hecho dos obras maestras y bastante cine de postureo metalinguístico. Por ahora su paso por televisión no me convence. Ni en House of Cards (serie tramposa y maniquea) ni en Mindhunter, probablemente lo más sobrevalorado de 2017. El tiempo me dará la razón. O me la quitará. Veremos.
3ª) The Good Doctor. Aunque a lo largo de la serie han ido acabando con los malditos flashback a la serie le sobra simpleza y secundarios de relleno. Serie entretenida por el protagonista (Freddie Highmore, Globo de Oro YA) y los casos clínicos que el creador de House sabe presentar como si el espectador supiese algo de medicina.
4ª) Godless: Empezó a lo grande y acabó en tierra de nadie con capítulos inacabables. Un western destinado a cambiar los tiempos que se ralentizó y dejó a sus personajes sin nada interesante qué contar. Era una historia diferente con un reparto de primera pero ha dejado de estar en la lista de las imborrables de 2017 por muchos motivos.
5ª) Babylon Berlín. Carísima, pulcrísima y muermísima. Me quedo con la música de Bryan Ferry. Pero eso no da para dos temporadas agotadoras. La buena noticia es que Tom Tykwer sale del pozo de Sense8 en el que nunca se debió hundir con Miguel Ángel Silvestre y compañía. Por cierto, ¿alguien se acuerda de la serie de los Wachowski? ¿Y de sus películas después de Matrix? Ya me parecía.
6ª) Big Little Lies. Que esta serie sea la más nominada en los Globos de Oro no dice mucho en favor de la serie sino en prejuicio de los Globos de Oro. Son unos premios con muy poca cabeza, como las locas protagonistas de este culebrón disfrazado por el talento de 4 actrices y 2 actores colosales.
7ª) Stranger Things. De la magia a la rutina. De ser una serie que cada personaje era un regalo a ser una ficción anónima en que todos los humanos pierden. Hasta la banda sonora se impregna de esa banalidad ¿Y el monstruo? ¿A quién narices le importa el monstruo?
8ª) Taboo Llegó en medio de uno de esos vacíos inauditos de series y hubo enloquecimiento general por el trabajo de Steven Knight y Tom Hardy. Pura tramoya. La serie no tenía mucho que contar o na sabía como hacerlo y mantenía a los seguidores a base de una estética novecentista muy trillada. Emoción pasajera de episodio piloto. Un muermo incontestable.
9ª) The Leftovers. La 3ª temporada quiso superarse a sí misma y llegó a un grado de abstracción excesivo en el que ni siquiera funcionaba el famoso final en el que todo parece lógico y armónico. Ni la música, ni el guión ni los personajes dejaron algún tesoro similar a los de anteriores ediciones.
10º) Twin Peaks. Hace lo que le da la gana. De eso no hay duda. Pero en este nuevo Twin Peaks no queda claro ni el número de temporada. Una escena tras otra aumenta el desconcierto y disminuye la paciencia del espectador mientras algunos críticos eruditos se entusiasman con eso de que no se entienda nada. Así mantienen a David Lynch en la cumbre de los visionarios.
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La serie que no ve casi nadie
No es ponerse apocalíptico es pura experiencia. He compartido horas de conversación sobre Juego de tronos, La que se avecina, Mad Men o Community. Pero casi nunca aparece esta serie informática que cada nueva temporada se pone más guapa. Tiene personajes de esos que nunca acabas de conocer y una historia que tiene casi todo lo que nos vuelve locos a los terraqueos: el poder de la creatividad, de superar lo insuperable, matar a la rutina y doblegar al poderoso.
Cuando empezó Mr. Robot parecía que iba a ser la serie definitiva. 3 años después no hay duda: Halt and Catch Fire tiene mucho más que contar, y tiene mucho más talento para hacerlo. Sin pirotecnia ni música alternativa. Con un guión medido y trazado con detalles minúsculos y esenciales.
Hablaré más de esta serie pero mientras tanto no os la perdáis. Es de las importantes. De las que salen 4 o 5 al año.
Calificación: 8´5
Cuando empezó Mr. Robot parecía que iba a ser la serie definitiva. 3 años después no hay duda: Halt and Catch Fire tiene mucho más que contar, y tiene mucho más talento para hacerlo. Sin pirotecnia ni música alternativa. Con un guión medido y trazado con detalles minúsculos y esenciales.
Hablaré más de esta serie pero mientras tanto no os la perdáis. Es de las importantes. De las que salen 4 o 5 al año.
Calificación: 8´5
8 documentales de 2017
El cine documental sigue avanzando a toda la velocidad con técnica y creatividad. En 2017 también en España con 3 títulos espectaculares muy distintos. El caso más original es el de Converso de David Arratibel, en mi opinión una de las cimas del cine religioso moderno. 5 personajes y una cámara. Una familia que habla de lo que nunca han hablado hasta entonces y todos tienen en la cabeza. La vida misma. Una de las sorpresas del año que llegó a estrenarse en salas de cine.
La BBC ha revitalizado la serie Planet Earth mientras que Netflix y HBO han dejado algunos documentales imprescindibles.
El monográfico de Steven Spielberg hace algo casi imposible: sorprendernos con la historia de uno de los cineasta más analizados de las últimas décadas.
Las docuseries siguen siendo un formato en período de expansión. Abstract, dedicado a la creatividad en el diseño, es el título más original dentro de este nuevo contexto.
1º) Converso (9) de David Arratibel
2º) Planet Earth II (8´5) de David Attenborough
3º) Cantábrico (8´5) de Joaquín Gutiérrez Acha
4º) Spielberg (8) de Susan Lacy
5º) La Guerra en Hollywood (8) de Laurent Bouzaeu
6º) Abtract: El arte del diseño (8) de Morgan Neville
7º) Lo que la verdad esconde: El caso Asunta (8) de Ramón Campos
8º) Cascos blancos (8) de Orlando von Einsiedel
La BBC ha revitalizado la serie Planet Earth mientras que Netflix y HBO han dejado algunos documentales imprescindibles.
El monográfico de Steven Spielberg hace algo casi imposible: sorprendernos con la historia de uno de los cineasta más analizados de las últimas décadas.
Las docuseries siguen siendo un formato en período de expansión. Abstract, dedicado a la creatividad en el diseño, es el título más original dentro de este nuevo contexto.
1º) Converso (9) de David Arratibel
2º) Planet Earth II (8´5) de David Attenborough
3º) Cantábrico (8´5) de Joaquín Gutiérrez Acha
4º) Spielberg (8) de Susan Lacy
5º) La Guerra en Hollywood (8) de Laurent Bouzaeu
6º) Abtract: El arte del diseño (8) de Morgan Neville
7º) Lo que la verdad esconde: El caso Asunta (8) de Ramón Campos
8º) Cascos blancos (8) de Orlando von Einsiedel
"Planet Earth II": La galaxia de la BBC
En 2007 el oscarizado director británico David Attenborough realizó un documental en 11 capítulos para la BBC sobre los misterios de la Naturaleza. Era la primera vez que se filmaban estas imágenes en alta definición y el éxito fue arrollador.
10 años después la BBC y el director de Gandhi y Tierras de penumbra han vuelta a lanzarse a la aventura. En 6 capítulos vuelven a acercar al espectador a criaturas y lugares insólitos. Os dejo un trailer y una escena de acción trepidante que ya ha dado la vuelta al mundo.
Calificación: 8´5
10 años después la BBC y el director de Gandhi y Tierras de penumbra han vuelta a lanzarse a la aventura. En 6 capítulos vuelven a acercar al espectador a criaturas y lugares insólitos. Os dejo un trailer y una escena de acción trepidante que ya ha dado la vuelta al mundo.
Calificación: 8´5
"Columbus": Masterpiece sobre la bocina
Hay películas que parecen realizadas para desaparecer. La opera prima de Kogonada ha cosechado elogios en varios festivales y se ha estrenado en España en pocas salas. Las que han dejado libres Coco, Los últimos Jedi... Aún así es una obra maestra que habla de casi todos los temas que hacen grande al hombre. Con sencillez e imaginación trata sobre el arte que genera devoción y cambios, el vivir para uno mismo o para los demás, el tesoro del diálogo...
Kogonada es un director coreano que lleva años haciendo vídeo-ensayo de los grandes del cine como Ozu, Bresson o Terrence Malick (todos sus trabajos se pueden ver en su página web). En Columbus ha logrado hacer una obra de arte sugerente y asequible, conmovedora y reflexiva, serena e interesante. Una película sobre 3 amores muy distintos que provienen de las familias al revés, los amigos fieles y los encuentros casuales. Cada uno ellos está contado en un contexto arquitectónico simbólico que sirve como lugar de encuentro de los personajes.
He dudado mucho de si poner un 10 a esta película. Los que seguís este blog sabéis que sólo doy esa nota en muy contadas ocasiones ¿Realmente es una película perfecta? Creo que sí. Es una matricula por riesgo, metraje, coherencia y riqueza de lecturas. Los 6 actores están en el punto exacto que necesitaban los 6 grandes personajes descritos en esta historia. Repaso la película y no se me ocurre un fallo, un borrón entre tanta genialidad. Sé muy poco de arquitectura y por eso me parece aún más valioso el modo universal que tiene Kogonada de transmitir a través de la forma de los edificios, los espacios y localizaciones.
He visto muchas películas con grandes encuadres y planos imborrables, pero me cuesta mucho recordar algún título con tantos fotogramas magistrales, con unos diálogos tan poliédricos y naturales. Columbus no es una película para comentar en un blog sino para dedicar un libro, un seminario, una de esas conversaciones interminables de enamorados del cine.
Calificación: 10
6 villancicos diferentes
Aprovechando que tengo la sección de videoclips de este blog un poco perdida os pongo unos cuantos villancicos distintos. En gallego, colombiano, una versión sin instrumentos del famoso tamborilero.... Hasta Cafe Quijano. Feliz Navidad y 2018 a cada uno de vosotros.
El mejor cine de 2017
2016 fue un año casi insuperable. He vuelto a revisitar varias veces Hasta el último hombre de Mel Gibson, Frantz de Francoise Ozon, La llegada de Denis Villeneuve o 7 años de Roger Gual. Nunca han decepcionado, y creo que a todas ellas el paso del tiempo les seguirá haciendo mejores.
cineforum
2017 tiene la ventaja de que se han estrenado en España varias películas de 2016. Ni más ni menos que La La Land o Your name : dos prodigios de creatividad. Me alegra que haya 5 títulos nacionales (lo del corto de Sorogoyen no es exageración: ya va camino del Goya después de dejar noqueado al público en el Festival de Málaga) También es de agradecer que haya 3 películas de directoras y 3 de la Ciencia-Ficción que habitualmente satura.
1º) Columbus de Kogonada (10)
2º) Madre de Rodrigo Sorogoyen (10)
3º) La La Land de Damien Chazelle (9)
4º) Coco de Lee Unkrich y Adrián Molina (9)
5º) Le fils de Ioseph de Eugène Green (9)
6º) Dunkerque de Christopher Nolan (9)
7º) Verano 1993 de Carla Simón (9)
8º) El tercer asesinato de Hirokazu Koreeda (9)
9º) Your name de Makoto Shinkai (8´5)
10º) La librería de Isabel Coixet (8´5)
11º) El caso Sloane de John Madden (8´5)
12º) El gran showman de Michael Gracey (8)
13º) La vida y nada más de Antonio Méndez Esparza (8)
14º) Morir de Fernando Franco (8)
15º) Día de patriotas de Peter Berg (8)
16º) The Wizard of Lies de Barry Levinson (8)
17º) Wonder de Stephen Chbosky
18º) Spiderman: Homecoming de Jon Watts (7´5)
19º) Logan de James Mangold (7´5)
20º) Wonder Woman de Patty Jenkins (7´5)
Os dejo algunas críticas de estas películas de algunos compañeros de profesión que han coincidido conmigo y lo han explicado estupendamente.
cineforum
2017 tiene la ventaja de que se han estrenado en España varias películas de 2016. Ni más ni menos que La La Land o Your name : dos prodigios de creatividad. Me alegra que haya 5 títulos nacionales (lo del corto de Sorogoyen no es exageración: ya va camino del Goya después de dejar noqueado al público en el Festival de Málaga) También es de agradecer que haya 3 películas de directoras y 3 de la Ciencia-Ficción que habitualmente satura.
Celebro el regreso a lo más alto de Christopher Nolan, Barry Levinson e Isabel Coixet. He dejado fuera con muchas dudas Blade Runner 2049, que tiene tramos espléndido y otros innecesarios.
1º) Columbus de Kogonada (10)
2º) Madre de Rodrigo Sorogoyen (10)
3º) La La Land de Damien Chazelle (9)
4º) Coco de Lee Unkrich y Adrián Molina (9)
5º) Le fils de Ioseph de Eugène Green (9)
6º) Dunkerque de Christopher Nolan (9)
7º) Verano 1993 de Carla Simón (9)
8º) El tercer asesinato de Hirokazu Koreeda (9)
9º) Your name de Makoto Shinkai (8´5)
10º) La librería de Isabel Coixet (8´5)
11º) El caso Sloane de John Madden (8´5)
12º) El gran showman de Michael Gracey (8)
13º) La vida y nada más de Antonio Méndez Esparza (8)
14º) Morir de Fernando Franco (8)
15º) Día de patriotas de Peter Berg (8)
16º) The Wizard of Lies de Barry Levinson (8)
17º) Wonder de Stephen Chbosky
18º) Spiderman: Homecoming de Jon Watts (7´5)
19º) Logan de James Mangold (7´5)
20º) Wonder Woman de Patty Jenkins (7´5)
Os dejo algunas críticas de estas películas de algunos compañeros de profesión que han coincidido conmigo y lo han explicado estupendamente.
"Abstract: El arte del diseño"
El fenómeno docuserie sigue en racha. Actualmente, Morgan Neville (California, 1972) es uno de los mejores directores de documentales. En 2013 ganó el Óscar por A 20 pasos de la fama, un original acercamiento a los cantantes que están en segundo plano en los grandes conciertos.
También ha destacado por otras documentales musicales como Troubadours (2011), The Music of Strangers y Keith Richards: Under the Influence (2015) y uno de temática periodística Best of Enemies (2015).
Abstract: The Art od Design es la nueva aportación documental de Netflix. En 8 capítulos se analiza el misterio de la creatividad en diferentes ámbitos artísticos: diseño gráfico, arquitectura, fotografía, diseño de interiores, calzado, escenarios, ilustraciones y automóviles. Con una temática así el director aprovecha para hacer una edición muy estilizada, con montajes muy ágiles que siguen una narración visualmente fascinante.
Cada capítulo se centra en un autor y esto siempre es arriesgado porque en cada materia hay muchos vanguardistas que podrían estar. Además, al ser capítulos de 45 minutos, se hacen algo pesados al no haber diálogo con otros autores.
Contando con estas limitaciones, esta docuserie es un verdadero regalo para los interesados en la creatividad. Descubre un mundo paralelo, el de los genios habitualmente despistados que son capaces de abstraer en medio de la vida los símbolos más expresivos de la realidad. Los modos de trabajo suelen ser alternativos, siempre en coherencia con una tendencia a romper con lo establecido.
Resulta muy representativo el capítulo Paula Schrer, probablemente la diseñadora gráfica más importante en la actualidad. Sus viajes en taxi suponen su momento de mayor inspiración; viajes en los que va captando elementos que utiliza en sus diseños. La reunión con los directivos de una empresa a los que tiene que convencer para que acepten la grafía que ha elaborado sobre ellos es fantástica. Hay momentos de entusiasmo, de crisis, de aceptar condiciones y cambios. Todo esta muy bien explicado visualmente con una gráfica en la que hay altibajos de ánimo artístico.
Morgan Neville ha logrado hacer universal a autores muy concretos de artes muy poco estudiados. Una docuserie que ha sido de lo mejor de 2017 y que, sin duda, será un referente esencial sobre el diseño.
Calificación: 8
También ha destacado por otras documentales musicales como Troubadours (2011), The Music of Strangers y Keith Richards: Under the Influence (2015) y uno de temática periodística Best of Enemies (2015).
Abstract: The Art od Design es la nueva aportación documental de Netflix. En 8 capítulos se analiza el misterio de la creatividad en diferentes ámbitos artísticos: diseño gráfico, arquitectura, fotografía, diseño de interiores, calzado, escenarios, ilustraciones y automóviles. Con una temática así el director aprovecha para hacer una edición muy estilizada, con montajes muy ágiles que siguen una narración visualmente fascinante.
Cada capítulo se centra en un autor y esto siempre es arriesgado porque en cada materia hay muchos vanguardistas que podrían estar. Además, al ser capítulos de 45 minutos, se hacen algo pesados al no haber diálogo con otros autores.
Contando con estas limitaciones, esta docuserie es un verdadero regalo para los interesados en la creatividad. Descubre un mundo paralelo, el de los genios habitualmente despistados que son capaces de abstraer en medio de la vida los símbolos más expresivos de la realidad. Los modos de trabajo suelen ser alternativos, siempre en coherencia con una tendencia a romper con lo establecido.
Resulta muy representativo el capítulo Paula Schrer, probablemente la diseñadora gráfica más importante en la actualidad. Sus viajes en taxi suponen su momento de mayor inspiración; viajes en los que va captando elementos que utiliza en sus diseños. La reunión con los directivos de una empresa a los que tiene que convencer para que acepten la grafía que ha elaborado sobre ellos es fantástica. Hay momentos de entusiasmo, de crisis, de aceptar condiciones y cambios. Todo esta muy bien explicado visualmente con una gráfica en la que hay altibajos de ánimo artístico.
Morgan Neville ha logrado hacer universal a autores muy concretos de artes muy poco estudiados. Una docuserie que ha sido de lo mejor de 2017 y que, sin duda, será un referente esencial sobre el diseño.
Calificación: 8
"Coco" es casi perfecta
Lo tiene casi todo para ser una obra maestra. Tiene ritmo, imaginación, personajes, detalles mínimos que hacía tiempo que no veía en Pixar. Hasta ese perro secundario resulta mágico. Es una película adulta que habla a los niños de la muerte con la naturalidad de los clásicos y la sabiduría de los ancianos.
Me temía una versión para "giris" del carácter mejicano y sus tradiciones ancestrales. Nada que ver. La historia y los personajes son auténticos y hacen que el cuento sea universal. Para mí es de lo mejor de Pixar junto con Wall-E, Inside Out, Los increíbles, Monstruos S.A. y la trilogía de Toy Story.
Sólo le falta una cosa para ser perfecta: las canciones. Siendo una historia musical no te quedas con ninguna melodía. Recuérdame es tan insípida y típica.
¡Cómo si no hubiese canciones maravillosas mejicanas! Julieta Venegas, Chavela Vargas y hasta nuestra Rocío Durcal cantaban letras con más lírica y emoción que las que entona Carlos Rivera. Se salvan Un poco loco y La llorona, más por la coreografía visual que por la canción en sí.
Una película sobresaliente para ver en pantalla grande, para pequeños y mayores, que sin duda se llevará el Oscar y aguantará el paso del tiempo como una más de las joyas de la factoría Pixar. Un musical que consiguió funcionar sin grandes canciones.
No comento el cortometraje de Frozen porque ni es corto (dura 20 minutos) ni es Frozen, es un mediometraje karaoke de Gisela. Tiene buenos detalles de ingenio en las visitas navideñas de Olaf y visualmente es atractivo, pero tiene canciones traducidas que son un atentado para la animación. Seguro que el casi mediometraje en versión original es notable. Pero no lo sé. Yo he padecido a Gisela.
No puedo evitar incluir ejemplos de canciones mejicanas que demuestran el talento musical de este gran país en el que Coco se ha convertido en motivo de orgullo nacional.
Calificación: 9
Me temía una versión para "giris" del carácter mejicano y sus tradiciones ancestrales. Nada que ver. La historia y los personajes son auténticos y hacen que el cuento sea universal. Para mí es de lo mejor de Pixar junto con Wall-E, Inside Out, Los increíbles, Monstruos S.A. y la trilogía de Toy Story.
Sólo le falta una cosa para ser perfecta: las canciones. Siendo una historia musical no te quedas con ninguna melodía. Recuérdame es tan insípida y típica.
¡Cómo si no hubiese canciones maravillosas mejicanas! Julieta Venegas, Chavela Vargas y hasta nuestra Rocío Durcal cantaban letras con más lírica y emoción que las que entona Carlos Rivera. Se salvan Un poco loco y La llorona, más por la coreografía visual que por la canción en sí.
Una película sobresaliente para ver en pantalla grande, para pequeños y mayores, que sin duda se llevará el Oscar y aguantará el paso del tiempo como una más de las joyas de la factoría Pixar. Un musical que consiguió funcionar sin grandes canciones.
No comento el cortometraje de Frozen porque ni es corto (dura 20 minutos) ni es Frozen, es un mediometraje karaoke de Gisela. Tiene buenos detalles de ingenio en las visitas navideñas de Olaf y visualmente es atractivo, pero tiene canciones traducidas que son un atentado para la animación. Seguro que el casi mediometraje en versión original es notable. Pero no lo sé. Yo he padecido a Gisela.
No puedo evitar incluir ejemplos de canciones mejicanas que demuestran el talento musical de este gran país en el que Coco se ha convertido en motivo de orgullo nacional.
Calificación: 9
Rian Johnson: Jedi a la primera
Definitivamente la fórmula de poner al frente de taquillazos previsibles a directores imprevistos está dando resultado. Sucedió en 2014 con el primerizo Robert Stromberg en Maléfica: con un presupuesto mastodóntico de 185 millones de dólares que logró alcanzar los 760. Con el mismo esquema funcionaron Patty Jenkins en Wonder Woman (149/821), Jon Watts en Spider-man Homecoming (175/880), Taika Waititi en Thor Ragnarok (180/841). No sólo es cuestión de números, la crítica de cine internacional ha aplaudido este giro creativo.
Rian Johnson no era un absoluto desconocido ya que en 2012 realizó Looper, una película diferente que tuvo buena acogida en taquilla. Aún así nadie esperaba que fuese el elegido para llevar a buen puerto el trasatlántico más imponente del cine de la últimos años. Asumía una saga revitalizada con millones de seguidores en todo el mundo y ha hecho una producción muy hábil: entretenida, con personajes bien desarrollados en el segundo tramo cuando el ritmo flaquea a mitad de película, una escena de acción inicial magnífica y algunas criaturas novedosas simpáticas.
Un espectáculo para todo tipo de públicos que ha dejado satisfecho a casi todo el mundo. No me considero fan de Star Wars más allá del capítulo inicial de 1977 que me sigue pareciendo el mejor, un clásico irreprochable, pero esta nueva regeneración de la saga me parece muy valiosa y meritoria. Un blockbuster en el mejor sentido de la palabra, de los de pantalla gigante y respeto por la historia original.
Calificación: 7´5
Entre "Mindhunter" y "Seven": el crédito de David Fincher
Soy de los que quedé petrificado al ver Seven. No sólo por el final; ya los título de crédito me siguen haciendo temblar. Todo lo contrario me sucede con Mindhunter. Pocas series me han defraudado tanto en un genero, el del cine negro con asesino en serie de protagonista, que ha dado tantas obras inmortales.
Vosotros mismos: comparar los títulos de crédito.
Vosotros mismos: comparar los títulos de crédito.
La canción de Jonás
Jonás Trueba nació en Madrid en 1981 y le pude entrevistar en 2016 cuando estrenaba La Reconquista en San Sebastián. Con 29 años, en 2010, realizó Todas las canciones hablan de mí, su opera prima. Como en todos los inicios de un verdadero creador se notan las ganas de contar de una manera distinta. A algunos eso les mata porque no dejan respirar a los personajes y se pierden en el artificio. Creo que en esta película no sucede esto. Es poética y natural, imaginativa y cercana, de carne y hueso.
El reparto está imponente, con unos actores muy jóvenes que transmiten lo que llevan dentro: Barbara Lennie, Dani Castro, Oriol Vila, Eloy Azorín... En el guión hay humor, amor, poesía, esperanza y decepción. Del de calidad. Y una música extrañamente mezclada en una misma obra que acierta en el tono de cada escena. Me encanta ese plano de espaldas del protagonista ensimismado con una canción de Franco Battiato que le está retratando. Es un plano largo y arriesgado de un cineasta que en muy poco tiempo ha logrado ser un grandísimo director.
Esta ópera prima ganó en 2010 dos premios Goya al mejor director revelación y al mejor actor revelación (Oriol Vila).
Calificación: 8
El reparto está imponente, con unos actores muy jóvenes que transmiten lo que llevan dentro: Barbara Lennie, Dani Castro, Oriol Vila, Eloy Azorín... En el guión hay humor, amor, poesía, esperanza y decepción. Del de calidad. Y una música extrañamente mezclada en una misma obra que acierta en el tono de cada escena. Me encanta ese plano de espaldas del protagonista ensimismado con una canción de Franco Battiato que le está retratando. Es un plano largo y arriesgado de un cineasta que en muy poco tiempo ha logrado ser un grandísimo director.
Esta ópera prima ganó en 2010 dos premios Goya al mejor director revelación y al mejor actor revelación (Oriol Vila).
Calificación: 8
Incertidumbre por "María Magdalena"
El personaje merecía una película. Lo que hicieron con su historia en El Código Da Vinci no tenía nombre. Nadie defendió la veracidad ni la calidad de la novela y la película pero su popularidad fue desmesurada.
María Magdalena se estrenará el 16 de marzo en España, dos semanas antes que en Estados Unidos. El director es el australiano Garth Davis, que ya mostró personalidad en Lion. Del reparto me gusta mucho la opción de Rooney Mara, una actriz sensacional que siempre transmite una riqueza interior a sus personajes. Me genera mucho más inquietud el vitriólico Joaquin Phoenix interpretando a Jesucristo.
Por lo visto en el trailer de promoción la producción es ambiciosa y las intenciones de los primerizos guionistas no tienen nada que ver con las de Dan Brown, y apuntan más bien a una relectura ideológica del Evangelio políticamente correcta. Muy en la línea del pensamiento feminista actual.
La película se ha rodado en Sicilia.
María Magdalena se estrenará el 16 de marzo en España, dos semanas antes que en Estados Unidos. El director es el australiano Garth Davis, que ya mostró personalidad en Lion. Del reparto me gusta mucho la opción de Rooney Mara, una actriz sensacional que siempre transmite una riqueza interior a sus personajes. Me genera mucho más inquietud el vitriólico Joaquin Phoenix interpretando a Jesucristo.
Por lo visto en el trailer de promoción la producción es ambiciosa y las intenciones de los primerizos guionistas no tienen nada que ver con las de Dan Brown, y apuntan más bien a una relectura ideológica del Evangelio políticamente correcta. Muy en la línea del pensamiento feminista actual.
La película se ha rodado en Sicilia.
"Coco" reina en México
La última película de Pixar ha vuelta a ser un éxito clamoroso, especialmente en México. Allí se estrenó en primer lugar el pasado 27 de octubre y por ahora ha logrado una taquilla de 53 millones de dólares que seguirá creciendo en las próximas semanas. Es la película más vista en ese país este año. Ningún título ha logrado esa cantidad desde que en 2012 Los vengadores alcanzase la cifra de 62 $.
Coco cuenta una historia centrada en México sobre la muerte de los seres queridos y el poder de la música. Como no he visto la película os dejo el trailer y la videocrítica de Ana que pone los dientes largos.
Coco cuenta una historia centrada en México sobre la muerte de los seres queridos y el poder de la música. Como no he visto la película os dejo el trailer y la videocrítica de Ana que pone los dientes largos.
Leni Riefenstahl: Genio y monstruo del cine
Se entiende que el nombre de Leni no deje indiferente a nadie. Fue una mujer culta, rebelde, genial e imprevisible que vivió en medio de un siglo enloquecido en el mayor manicomio de Europa: la Alemania de los años 30-40.
Hay pocas dudas. Leni Riefenstahl (Berlín 1902-Bavaria 2003) ha sido la mejor directora de la historia del Cine y la persona que más ha influido en el género documental. En sus 101 años de vida, ha dejado una huella imperecedera con dos obras maestras: El triunfo de la voluntad (1935) y Olimpiada (1938). El uso de travellings, el rodaje en grandes escenarios y la utilización metafórica de la naturaleza revolucionaron el cine en construcción de los años 30. Sin embargo, tras la II Guerra Mundial, esta directora fue denostada dentro y fuera de Alemania considerándola la directora oficial de la propaganda nazi.
Su vida estuvo llena de contradicciones: trabajó para Hitler sin compartir sus ideas antisemitas, fue la primera gran directora de cine a pesar de que su sueño era ser bailarina de danza y actriz, e hizo la propaganda más eficaz cuando su intención era esculpir obras de arte.
Sus memorias recorren el siglo XX con la aparición de muchos artistas que admiraron su talento: el escritor Erich Maria Remarque, los cineastas Abel Gance o Josef Von Stenberg, el dramaturgo Max Reinhardt... Por supuesto la relación de la autora con Hitler y Goebbels resulta apasionante, al tratarse de un conflicto permanente con dos personajes históricos tan maquiavélicos. Se nota que esta directora era una magnífica escritora capaz de definir en pocos trazos a un personaje. El retrato que compone de estas dos mentes perversas es brillante, más teniendo en cuenta lo mucho que se ha escrito sobre ellos, y la fuerza que aún así tiene el relato.
Tanto en esta autobiografía como en el magnífico documental Die Macht der Bilder (Leni Ríefenstahl: una vida de luces y sombras, de 1993), esta directora ha intentado defenderse de los que la siguen acusando de su cercanía con el nazismo. Pero ha tenido poco éxito. Varios cineastas de Hollywood tan consagrados como Jodie Foster o Steven Soderbergh han intentado hacer un biopic sobre esta directora alemana pero se han encontrado con demasiadas dificultades.
Y es que por mucho que en estas 928 páginas la autora se empeñe en limpiar su pasado hay verdades incontestables: otros huyeron, ella no, otros se jugaron la vida, ella no… Quizás no fuese consciente del número de judíos que morían en los campos de exterminio, pero vio más que suficiente para que su fascinación por Hitler no fuese tan duradera. En este sentido, el libro tiene demasiados silencios, especialmente de los recuerdos de los años de la guerra en los que Leni da un visión distanciada y aséptica de un Reich que pretendía conquistar al mundo con una dictadura despótica.
Esto hace que su biografía sea tan apasionante y aventurera como incompleta y parcial, tan subjetiva como sugerente, tan fascinante como engañosa.
Hay pocas dudas. Leni Riefenstahl (Berlín 1902-Bavaria 2003) ha sido la mejor directora de la historia del Cine y la persona que más ha influido en el género documental. En sus 101 años de vida, ha dejado una huella imperecedera con dos obras maestras: El triunfo de la voluntad (1935) y Olimpiada (1938). El uso de travellings, el rodaje en grandes escenarios y la utilización metafórica de la naturaleza revolucionaron el cine en construcción de los años 30. Sin embargo, tras la II Guerra Mundial, esta directora fue denostada dentro y fuera de Alemania considerándola la directora oficial de la propaganda nazi.
Su vida estuvo llena de contradicciones: trabajó para Hitler sin compartir sus ideas antisemitas, fue la primera gran directora de cine a pesar de que su sueño era ser bailarina de danza y actriz, e hizo la propaganda más eficaz cuando su intención era esculpir obras de arte.
Sus memorias recorren el siglo XX con la aparición de muchos artistas que admiraron su talento: el escritor Erich Maria Remarque, los cineastas Abel Gance o Josef Von Stenberg, el dramaturgo Max Reinhardt... Por supuesto la relación de la autora con Hitler y Goebbels resulta apasionante, al tratarse de un conflicto permanente con dos personajes históricos tan maquiavélicos. Se nota que esta directora era una magnífica escritora capaz de definir en pocos trazos a un personaje. El retrato que compone de estas dos mentes perversas es brillante, más teniendo en cuenta lo mucho que se ha escrito sobre ellos, y la fuerza que aún así tiene el relato.
Tanto en esta autobiografía como en el magnífico documental Die Macht der Bilder (Leni Ríefenstahl: una vida de luces y sombras, de 1993), esta directora ha intentado defenderse de los que la siguen acusando de su cercanía con el nazismo. Pero ha tenido poco éxito. Varios cineastas de Hollywood tan consagrados como Jodie Foster o Steven Soderbergh han intentado hacer un biopic sobre esta directora alemana pero se han encontrado con demasiadas dificultades.
Y es que por mucho que en estas 928 páginas la autora se empeñe en limpiar su pasado hay verdades incontestables: otros huyeron, ella no, otros se jugaron la vida, ella no… Quizás no fuese consciente del número de judíos que morían en los campos de exterminio, pero vio más que suficiente para que su fascinación por Hitler no fuese tan duradera. En este sentido, el libro tiene demasiados silencios, especialmente de los recuerdos de los años de la guerra en los que Leni da un visión distanciada y aséptica de un Reich que pretendía conquistar al mundo con una dictadura despótica.
Esto hace que su biografía sea tan apasionante y aventurera como incompleta y parcial, tan subjetiva como sugerente, tan fascinante como engañosa.
Leni Ríefenstahl. Memorias. Editorial Lumen. 928 páginas. Precio: 33,90 euros
Monótona nostalgia de Linklater
Todos queremos algo es un intento más de recuperar los veranos de los 80. Richard Linklater conoce bien esa época que ya desarrolló en Boyhood, posiblemente su mejor película. El pelo largo, los bañadores cortos, los colores chillones, las casetes y la música de Dire Straits, Cheap Trick o Pat Benatar. Para los que vivimos esa época no tienen qué hacer mucho más para que nos rindamos ante una película. Linklater cuenta con ello y abusa de nuestra confianza realizando una película con personajes cortados en serie, sin apenas vida ni personalidad.
Los jóvenes universitarios que sólo buscan sexo en medio del cálido verano son un perfil tan trillado que la historia aburre a los 10 minutos. Las conversaciones y los conflictos son monotemáticos en esa competición por ver quien es el más macho y la más zorra del establo. Para completar, el humor es constantemente bobo en diálogos inacabables de verborrea primaria.
A mitad de película Linklater se da cuenta que la película se le está desmadrando e intenta dar un poco de contenido a la historia. Demasiado tarde. Los personajes ya han mostrado una psicología infantil con impulsos fisiológicos de adolescente y es muy difícil sacarlos de allí.
Calificación: 5
Los jóvenes universitarios que sólo buscan sexo en medio del cálido verano son un perfil tan trillado que la historia aburre a los 10 minutos. Las conversaciones y los conflictos son monotemáticos en esa competición por ver quien es el más macho y la más zorra del establo. Para completar, el humor es constantemente bobo en diálogos inacabables de verborrea primaria.
A mitad de película Linklater se da cuenta que la película se le está desmadrando e intenta dar un poco de contenido a la historia. Demasiado tarde. Los personajes ya han mostrado una psicología infantil con impulsos fisiológicos de adolescente y es muy difícil sacarlos de allí.
Calificación: 5
"El médico alemán": El ángel de la muerte
Josef Mengele (Baviera 1911-Brasil 1979) sigue siendo uno de los recuerdos más perversos del nazismo alemán. Este médico y antropólogo fue amigo de Hitler desde sus comienzos y luchó como soldado en la guerra hasta que resultó herido en el año 1942. Entonces fue trasladado al campo de concentración de Auschwitz dónde realizó todo tipo de atroces experimentos, especialmente con madres embarazadas y niños recién nacidos. Josef Mengele pasó entonces a ser reconocido como “El ángel de la muerte”.
En 1949 Mengele huyó a Argentina donde siguió realizando estudios genéticos con una falsa identidad. De aquí parte El médico alemán, película de la argentina Lucía Puenzo, que esta vez realiza un trabajo menos extravagante y hermético que en anteriores ocasiones (El niño pez, XXY).
El catalán Àlex Brendemühl (Insensibles, Héroes) realiza una interpretación prodigiosa, con una entonación alemana perfecta y una voluntariamente imperfecta forma de hablar español con acento argentino postizo. Su retrato es diabólico, definido con un tono minimalista: la manera en que mide las mandíbulas, las falanges de sus “cobayas”, la mirada gélida y científica del que desde hace años no ve almas sino cuerpos, del médico que no pretende curar individuos sino mejorar una raza.
El guión de Puenzo permite una matizada apreciación del mal sin chillar al espectador ni subrayar una maldad inverosímil. En este sentido, la película recuerda, en el ritmo y en el retrato hábil y certero de un dirigente nazi a la película Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta. La voz en off de la niña Florencia Bado resulta muy sugerente y necesaria para contar una historia que no pretende agotar el personaje de Mengele, sino acercarse a él de una manera distinta.
Esta sutileza narrativa se enmarca con mucho acierto en la fotografía de Nicolás Puenzo de unos paisajes idílicos de Argentina; una manera muy sugerente de mostrar que en medio de la belleza puede anidar la naturaleza más corrompida. En el fondo, es de lo que trata la película: de cómo la naturaleza de las cosas se puede pervertir, de cómo un científico con enorme talento puede ser recordado por el dolor y las muertes causadas desde su aberrante concepción del ser humano.
En 1949 Mengele huyó a Argentina donde siguió realizando estudios genéticos con una falsa identidad. De aquí parte El médico alemán, película de la argentina Lucía Puenzo, que esta vez realiza un trabajo menos extravagante y hermético que en anteriores ocasiones (El niño pez, XXY).
El catalán Àlex Brendemühl (Insensibles, Héroes) realiza una interpretación prodigiosa, con una entonación alemana perfecta y una voluntariamente imperfecta forma de hablar español con acento argentino postizo. Su retrato es diabólico, definido con un tono minimalista: la manera en que mide las mandíbulas, las falanges de sus “cobayas”, la mirada gélida y científica del que desde hace años no ve almas sino cuerpos, del médico que no pretende curar individuos sino mejorar una raza.
El guión de Puenzo permite una matizada apreciación del mal sin chillar al espectador ni subrayar una maldad inverosímil. En este sentido, la película recuerda, en el ritmo y en el retrato hábil y certero de un dirigente nazi a la película Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta. La voz en off de la niña Florencia Bado resulta muy sugerente y necesaria para contar una historia que no pretende agotar el personaje de Mengele, sino acercarse a él de una manera distinta.
Esta sutileza narrativa se enmarca con mucho acierto en la fotografía de Nicolás Puenzo de unos paisajes idílicos de Argentina; una manera muy sugerente de mostrar que en medio de la belleza puede anidar la naturaleza más corrompida. En el fondo, es de lo que trata la película: de cómo la naturaleza de las cosas se puede pervertir, de cómo un científico con enorme talento puede ser recordado por el dolor y las muertes causadas desde su aberrante concepción del ser humano.
Calificación: 7,5
"Chance": Varias series en una
Hugh Laurie ha sabido separarse de la sombra de House con series como Veep. El infiltrado o Chance, una ficción que protagoniza interpretando a un neuropsiquiatra inclinado hacia pacientes en peligro o decididamente delictivos. El caso central que tiene en su consulta es el de una mujer que padece esquizofrenia y los ataques de ira de su marido.
La principal característica que tiene esta serie es la dispersión. Se pasa de un paciente a otro con mucha facilidad y sin dar ninguna explicación. El guion consigue abrir y cerrar todas las historias con bastante habilidad aunque el espectador no sabe muy bien a qué atenerse, qué trama seguir con más interés. Cada una de ellas tiene cierto gancho por el uso de la música, la interpretación y la voz en off del protagonista que retrata en breves brochazos a cada personaje.
Chance es una serie que no acaba de ser ni adictiva ni aburrida. Es correcta y diferente, algo que debería ponerla en algunos escalones por encima del resto pero no es así porque no acaba de ser lo suficientemente sugerente. Hay un cierto ritmo narrativo que ni frena ni acelera, que no se centra en grandes giros sino en el desarrollo sereno de los personajes.
Lo que es indudable es que detrás de Chance hay mucho oficio. Los creadores son Alexandra Cinningham (Mujeres desesperadas, Aquarius) y Kem Nunn (Hijos de la anarquía), y entre los directores destacan Lenny Abrahamson (La habitación), Carl Frankin (Por trece razones, The Leftovers) o Nelson McCormick (The Good Wife, Touch).
Lo mejor de la serie es el reparto comandado por un sensacional Hugh Laurie acompañado de Gretchen Mol (Mozart in the jungle, Boradwalk Empire), que interpreta a la paciente esquizofrénica. El toque de serie enloquecida lo ponen Ethan Suplee (inolvidable como el "gigante" nazi amigo de Edward Norton en American History X) y Paul Adelstein (uno de los secundarios maléficos de Prison Break). Ambos dan vida a dos personajes perversos e impredecibles que alteraran la vida tranquila y la forma de ser reflexiva del Doctor Chance.
Calificación: 6
La principal característica que tiene esta serie es la dispersión. Se pasa de un paciente a otro con mucha facilidad y sin dar ninguna explicación. El guion consigue abrir y cerrar todas las historias con bastante habilidad aunque el espectador no sabe muy bien a qué atenerse, qué trama seguir con más interés. Cada una de ellas tiene cierto gancho por el uso de la música, la interpretación y la voz en off del protagonista que retrata en breves brochazos a cada personaje.
Chance es una serie que no acaba de ser ni adictiva ni aburrida. Es correcta y diferente, algo que debería ponerla en algunos escalones por encima del resto pero no es así porque no acaba de ser lo suficientemente sugerente. Hay un cierto ritmo narrativo que ni frena ni acelera, que no se centra en grandes giros sino en el desarrollo sereno de los personajes.
Lo que es indudable es que detrás de Chance hay mucho oficio. Los creadores son Alexandra Cinningham (Mujeres desesperadas, Aquarius) y Kem Nunn (Hijos de la anarquía), y entre los directores destacan Lenny Abrahamson (La habitación), Carl Frankin (Por trece razones, The Leftovers) o Nelson McCormick (The Good Wife, Touch).
Lo mejor de la serie es el reparto comandado por un sensacional Hugh Laurie acompañado de Gretchen Mol (Mozart in the jungle, Boradwalk Empire), que interpreta a la paciente esquizofrénica. El toque de serie enloquecida lo ponen Ethan Suplee (inolvidable como el "gigante" nazi amigo de Edward Norton en American History X) y Paul Adelstein (uno de los secundarios maléficos de Prison Break). Ambos dan vida a dos personajes perversos e impredecibles que alteraran la vida tranquila y la forma de ser reflexiva del Doctor Chance.
Calificación: 6
La mendiga Maggie Smith
Miss Shepherd era conocida en todo su barrio londinense como la vecina
indeseable. Esta anciana mendiga vivía en su desvencijada furgoneta gris que
aparcaba en frente de una casa el tiempo que los dueños se lo permitían.
Curiosamente el que aguantó con más paciencia fue un solitario escritor, Alan
Bennet, que “convivió” con ella más de 15 años. De esta relación nació la obra
de teatro y su versión cinematográfica.
Maggie Smith es una actriz que no necesita presentación. A punto de cumplir 83 años es una auténtica
reliquia del teatro, el cine y la televisión inglesa. El último personaje inmortal que ha creado en los últimos años es Violet Crowley la gran matriarca de Downton Abbey.
En The Lady in the Van aprovecha la originalidad de su personaje que contrasta con el de gran dama
inglesa que estamos acostumbrados a ver en pantalla. Aquí es
una pobre excéntrica con ingenio, talento e ironía típicamente inglesa, muy
elegante a pesar de vestir con harapos y desprender un olor insoportable.
La película mide bien los tiempos y mantiene embobado al
espectador ante unas interpretaciones y diálogos tan brillantes. La estructura
teatral es evidente pero no resulta acartonada gracias a la puesta en escena de
todo un experto en la materia como Nicholas Hytner (La locura del Rey
Jorge, El crisol).
La historia avanza a buen ritmo gracias a los constantes y variados
conflictos de los dos protagonistas. El actor de series británicas Alex
Jennings tiene el gran mérito de
enfrentarse a Maggie Smith y no morir en el intento, además de
lograr que su personaje no degenere en un pedante y previsible escritor
individualista y desagradable.
Solventando la tentación de caer en la caricatura, los personajes acaban
resultando entrañables y complementarios. Una historia deliciosa en la que hay
espacio para el humor, el drama, los recuerdos, la literatura que nos da una
vida de repuesto y los vecinos imprevistos que acaban por convertirse en
indispensables.
Calificación: 7
"Sucedió una noche": Capra inaugura un récord
En 1934 Frank Capra llevaba 8 años haciendo cine cuando logró un record de los Óscar: Sucedió una noche obtuvo los 5 grandes premios (película, director, actor, actriz y guion). Este caso sólo se repetiría dos veces más con Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y El silencio de los corderos (1991).
Para los que aún piensan que la "abuelita" Capra fue un cineasta ingenuo y blandito que contaba historias bonitas y simples, les animo a ver este monumento del séptimo arte. Creo que todo el mundo ha visto escenas de la película que han pasado a la Historia del Cine: el famoso auto-stop de Claudette Colbert o la famosa escena de las murallas de Jericó. No parece suficiente para valorar esta comedia ágil y seductora con dos actores que reflejan dos formas de ser e interpretar casi antagónicas que demuestran la atracción de los polos.
El surrealista camino hacia el altar y, en general, los últimos 10 minutos de película son un prodigio de genialidades encadenadas: elegancia e inteligencia en el tiempo de los gag, la planificación, la interpretación de los actores, etc. Como los mejores clásicos sigue teniendo ritmo y personajes con mucha vida detrás, perfectamente reconocibles y empáticos con el espectador.
Capra volvería a ganar dos Oscar más como director con El secreto de vivir (1937) y Vive como quieras, y acabaría siendo uno de los grandes cineastas de la Historia del cine con películas como ¡Qué bello es vivir!, Arsénico por compasión, Juan Nadie, Caballero sin espada o Un gangster llamado milagro.
Calificación: 9
Para los que aún piensan que la "abuelita" Capra fue un cineasta ingenuo y blandito que contaba historias bonitas y simples, les animo a ver este monumento del séptimo arte. Creo que todo el mundo ha visto escenas de la película que han pasado a la Historia del Cine: el famoso auto-stop de Claudette Colbert o la famosa escena de las murallas de Jericó. No parece suficiente para valorar esta comedia ágil y seductora con dos actores que reflejan dos formas de ser e interpretar casi antagónicas que demuestran la atracción de los polos.
El surrealista camino hacia el altar y, en general, los últimos 10 minutos de película son un prodigio de genialidades encadenadas: elegancia e inteligencia en el tiempo de los gag, la planificación, la interpretación de los actores, etc. Como los mejores clásicos sigue teniendo ritmo y personajes con mucha vida detrás, perfectamente reconocibles y empáticos con el espectador.
Capra volvería a ganar dos Oscar más como director con El secreto de vivir (1937) y Vive como quieras, y acabaría siendo uno de los grandes cineastas de la Historia del cine con películas como ¡Qué bello es vivir!, Arsénico por compasión, Juan Nadie, Caballero sin espada o Un gangster llamado milagro.
Calificación: 9
"La librería" preciosa de Isabel Coixet
Al acabar de ver la última película de Isabel Coixet en un cine lleno de mujeres una de ellas no se pudo contener y dijo en voz alta: "¡Qué bonita!". Era verdad. Es una película preciosa, que no preciosista. Bella en cada plano, cada paisaje, en esa decoración de interiores y esos vestuarios tan cálidos al estilo escocés. En ese clima de belleza los actores transmiten delicadeza y humanidad, crueldad y envidia, gracia y pecado.
Emily Mortimer, Patricia Clakson y Bill Nighy son los actores más conocidos del reparto y están, como siempre, superiores. Pero no son los únicos, el amplio elenco de actores están sobresalientes. Quizás a la película se le podía haber pedido más en algunos momentos en que las posibilidades de la historia quedan un poco desaprovechadas. Aún así me alegro de que Isabel Coixet haya realizado una película tan concreta y lírica, sugerente y contenida a la vez. Hay 5 o 6 escenas que se te quedan grabadas; algo que no me sucedía desde Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras.
Supongo que hablaremos mucho de esta película a lo largo de este año. Merece estar entre las más premiadas.
Calificación: 8´5
Emily Mortimer, Patricia Clakson y Bill Nighy son los actores más conocidos del reparto y están, como siempre, superiores. Pero no son los únicos, el amplio elenco de actores están sobresalientes. Quizás a la película se le podía haber pedido más en algunos momentos en que las posibilidades de la historia quedan un poco desaprovechadas. Aún así me alegro de que Isabel Coixet haya realizado una película tan concreta y lírica, sugerente y contenida a la vez. Hay 5 o 6 escenas que se te quedan grabadas; algo que no me sucedía desde Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras.
Supongo que hablaremos mucho de esta película a lo largo de este año. Merece estar entre las más premiadas.
Calificación: 8´5
"American Assassin" no funciona ni como videojuego
Algunos defendieron Matar al mensajero, la anterior película de Michael Cuesta. A mí me dejo indiferente a pesar de tener una buena historia. American Assassin ya contaba con que no me iba a entusiasmar por la historia, mil veces vista, de "soy fuerte, americano y voy a mataros a todos los que habéis matado a la gente que quiero, hijos de perra".
Con ese argumento se han hecho obras maestras como Sin perdón de Clint Eastwood o Braveheart de Mel Gibson. Michael Cuesta no ha pretendido hacer algo tan grande, pero al menos podía haber logrado una película entretenida con buenas coreografías en las peleas, algún giro imprevisto, frases a lo Vin Diesel. No hay nada de eso. La historia y los personajes ni se acercan al carisma que hemos disfrutado en El fuego de la venganza o Shooter de Antoine Fuqua, y La extraña que hay en tí de Neil Jordan. O en una versión más cómica en Noche y día, Los mercenarios 2, Kingsman o Misión imposible 4.
American Assassin no da ni para un videojuego de matar a terroristas. Ni siquiera Michael Keaton da un poco de entidad dramática a esta película de mitad de tabla para abajo.
Calificación: 5
Con ese argumento se han hecho obras maestras como Sin perdón de Clint Eastwood o Braveheart de Mel Gibson. Michael Cuesta no ha pretendido hacer algo tan grande, pero al menos podía haber logrado una película entretenida con buenas coreografías en las peleas, algún giro imprevisto, frases a lo Vin Diesel. No hay nada de eso. La historia y los personajes ni se acercan al carisma que hemos disfrutado en El fuego de la venganza o Shooter de Antoine Fuqua, y La extraña que hay en tí de Neil Jordan. O en una versión más cómica en Noche y día, Los mercenarios 2, Kingsman o Misión imposible 4.
American Assassin no da ni para un videojuego de matar a terroristas. Ni siquiera Michael Keaton da un poco de entidad dramática a esta película de mitad de tabla para abajo.
Calificación: 5
Destripando a "Thor"
"Aunque tampoco es decir mucho, 'Thor: Ragnarok' es fácilmente la mejor de las tres películas de 'Thor', o quizá es que piense eso porque por primera vez los guionistas y yo coincidimos en una cosa: los films de 'Thor' son absurdos."
Peter Debruge: Variety
No tengo mucho más que decir. El director, guionista y actor neozelandés Taika Waititi ha sido fiel a su estilo gamberro y se ríe a gusto del personaje más aburrido y tieso de Marvel. Sólo hay que ver algo de sus dos anteriores películas para comprender que los que le contrataron sabían a lo que se exponían.
Chris Hemsworth confirma lo que ya demostró en La cabaña del bosque, la entretenidisima locura de Drew Goddard y Joss Whedon: es un cómico excepcional. En esta tercera parte de Thor se ríe de su sombra con mucho arte, sin exagerar ni dejar vencerse por un cierto pudor por salvar el personaje. La película es de lo más divertido que he visto en bastante tiempo. Si no durase 130 minutos y la trama tuviese un poquito más de interés sería una de las mejores películas de superhéroes de los últimos tiempos.
La película ha costado 180 millones y ya ha logrado ingresar 740. Y aún le queda carrete para rato. Con Spiderman Homecoming y Wonder Woman, lo más original que ha salido del cine y la televisión de superhéroes en 2017.
Calificación: 6´5
15 años de "Chanante"
Me da pena el cierre de Likes en #0, pero su cierre ha sido a lo grande con el aniversario de La hora Chanante. En este blog he puesto varias veces a estos cómicos marcianos que imitan con el mismo acento de Cuenca a Lars Von Trier, Pablo Iglesias, Gorbachov o Yoko Ono. Es un humor más inteligente de lo que parece y muy original. Romper tanto el molde en comedia me parece complicadísimo. Esta entrevista es sensacional.
"The Good Doctor": Imperdonable glucosa
Me esperaba mucho más de una serie creada por David Shore (House) y protagonizada por el inconmensurable Freddie Highmore (Motel Bates). No comprendo el ataque de sensiblería que afecta a la serie de principio a fin. Los recurrentes flashback de la infancia del protagonista con una fotografía difuminada y música “entrañable” son dignos de una serie floja del Canal Disney. Y el intento de manipular al espectador con esa historia traumática y forzada hace que la serie pierda en credibilidad y emoción verdadera.
Igualmente la serie combina algunos diálogos elaborados con otros ahogados en simpleza y frivolidad. Y hay muchos problemas en un hospital que no se solucionan con energía positiva. Eso quedaba muy claro en House, y también en la serie catalana Pulseras rojas.
Otra prueba de que los personajes de esta historia viven de la trampa es el abuso de la música. Sin llegar a los niveles de Anatomía de Grey (donde prácticamente conectaban con el audio de Kiss FM), The Good Doctor pide auxilio a melodías sentimentales impersonales con demasiada frecuencia. El problema no es sólo de cantidad sino de calidad, como bien ha quedado demostrado en la serie This is us, un ejemplo en casi todo, incluido la banda sonora.
Igualmente la serie combina algunos diálogos elaborados con otros ahogados en simpleza y frivolidad. Y hay muchos problemas en un hospital que no se solucionan con energía positiva. Eso quedaba muy claro en House, y también en la serie catalana Pulseras rojas.
Otra prueba de que los personajes de esta historia viven de la trampa es el abuso de la música. Sin llegar a los niveles de Anatomía de Grey (donde prácticamente conectaban con el audio de Kiss FM), The Good Doctor pide auxilio a melodías sentimentales impersonales con demasiada frecuencia. El problema no es sólo de cantidad sino de calidad, como bien ha quedado demostrado en la serie This is us, un ejemplo en casi todo, incluido la banda sonora.
En definitiva, The Good Doctor es una serie tan amable como desaprovechada.
Calificación: 6
"Le fils de Ioseph" de Eugène Green
Acercarse a una película así requiere pausa. Parar el ritmo frenético de la rutina diaria y mirar con paciencia. Eugène Green ha realizado una obra de arte que utiliza un lenguaje que él mismo ha creado. Aunque utiliza acentos que recuerdan a Dreyer, Bresson, Tarkovski, Bergman o Kaurismäki, sus palabras suenan de una manera distinta. La película habla de una conversión profunda, de un adolescente que aprende a sonreír por dentro y por fuera al descubrir un verdadero padre.
Este director francés utiliza imágenes de la Sagrada Escritura como el sacrificio de Isaac, representado en la película en un cuadro de Caravaggio que el protagonista tiene colgado en su habitación. La historia se centra en diálogos que van a la esencia de realidades trascendentes: Dios, creación, belleza, filiación. Una vez asimilado el estilo del director resulta fácil entrar en el alma de los personajes y percibir los detalles y la grandeza de su humanidad en contacto con lo sobrenatural.
El cine en búsqueda de los trascendentales ya tiene una nueva obra maestra en su catálogo. Una reciente y tan renovadora como Converso de David Arratibel, Disparando a perros de Michael Caton-Jones, Verbo de Eduardo Chapero-Jackson, El árbol de la vida de Terrence Malick, Maktub de Paco Arango y De dioses y hombres de Xavier Beauvois. Estos directores, junto el maestro Mel Gibson y sus tres maravillas sobre el Creador y las criaturas (El hombre sin rostro, La Pasión de Cristo y Hasta el último hombre) siguen confiando en el cine como la máxima capacidad de expresión del ser humano que mira hacia Dios.
Calificación: 9
"Smoking Room": Opera prima y Gran Reserva
En 2002 Roger Gual presentó su opera prima en el Festival de Málaga. Una película con un presupuesto muy pequeño pero con mucho talento en la planificación, el guión y los actores. Hoy la película es ya una de las mejores de su generación. Un retrato del mundo salvaje empresarial en el que la humanidad de los personajes se persigue sin piedad.
Se podrían recordar muchas escenas pero yo me quedo con el diálogo en la azotea entre Antonio Dechent y Eduard Fernández. Una versión patria de Un día de furia en una localización muy underground. El careo no tiene desperdicio por la tensión visual, la interpretación de esos dos genios y el dramatismo tragicómico que desprende la escena.
El montaje y los primerísimos planos crean una atmósfera asfixiante. No me extraña que el guion de la película haya dado pie a una representación teatral en el que han entrado nuevos actores como el emergente Miki Sparbé.
Roger Gual rodaría después la discreta Menú Degustació y la extraordinaria 7 años.
Calificación: 8
Se podrían recordar muchas escenas pero yo me quedo con el diálogo en la azotea entre Antonio Dechent y Eduard Fernández. Una versión patria de Un día de furia en una localización muy underground. El careo no tiene desperdicio por la tensión visual, la interpretación de esos dos genios y el dramatismo tragicómico que desprende la escena.
El montaje y los primerísimos planos crean una atmósfera asfixiante. No me extraña que el guion de la película haya dado pie a una representación teatral en el que han entrado nuevos actores como el emergente Miki Sparbé.
Roger Gual rodaría después la discreta Menú Degustació y la extraordinaria 7 años.
Calificación: 8
"Stranger Things 2" pierde
Strangers Things fue una de las mejores noticias de la televisión en 2016 y la expectación por esta segunda temporada era peligrosa. Un año de preparación con algunos trailer sensacionales.
Pero ya no es lo que era. Stranger Things 2 pierde porque pierden los personajes. Todos y cada uno de ellos. ¿Y a quién le importan los alienígenas? Si los hermanos Duffer habían logrado un producto que recuperaba lo mejor del cine spielbergiano no era por los "strangers", sino por esa simpatía que había en la relación entre personajes a lo Stand by me. Y no era sencillo, ya que en dos décadas sólo Pau Freixas y Albert Espinosa habían logrado reproducir esa magia en Héroes o Pulseras rojas.
Es verdad que en los 3 últimos capítulos de esta 2ª temporada se le da un poco de dinamismo a una historia que empezaba a ser muy previsible. Pero no basta con eso. Los nuevos personajes no interesan a nadie. Ni la niña del patinete, ni el macarra de toda la vida... Ni por supuesto esa nueva colección de científicos que no se sabe muy bien qué pretenden. Tampoco hay escenas emotivas provocadas por la aparición de canciones sorprendentes, ni una evolución sugerente de las historias de amor adolescentes. Es un problema de guion, de diálogos sin chispa, de una pereza de imaginación en volver a terrenos ya trillados en la primera temporada.
Cuando termina el último capítulo y veo ese ese último plano... Qué pena. Qué pocas ganas de una nueva temporada. Me sucede lo mismo que cuando escucho en esa escena final a canciones como Time after time o Everybreath you take. Una conclusión Kiss FM que acaba por matar la magia a base de rutinas.
Calificación: 6
Pero ya no es lo que era. Stranger Things 2 pierde porque pierden los personajes. Todos y cada uno de ellos. ¿Y a quién le importan los alienígenas? Si los hermanos Duffer habían logrado un producto que recuperaba lo mejor del cine spielbergiano no era por los "strangers", sino por esa simpatía que había en la relación entre personajes a lo Stand by me. Y no era sencillo, ya que en dos décadas sólo Pau Freixas y Albert Espinosa habían logrado reproducir esa magia en Héroes o Pulseras rojas.
Es verdad que en los 3 últimos capítulos de esta 2ª temporada se le da un poco de dinamismo a una historia que empezaba a ser muy previsible. Pero no basta con eso. Los nuevos personajes no interesan a nadie. Ni la niña del patinete, ni el macarra de toda la vida... Ni por supuesto esa nueva colección de científicos que no se sabe muy bien qué pretenden. Tampoco hay escenas emotivas provocadas por la aparición de canciones sorprendentes, ni una evolución sugerente de las historias de amor adolescentes. Es un problema de guion, de diálogos sin chispa, de una pereza de imaginación en volver a terrenos ya trillados en la primera temporada.
Cuando termina el último capítulo y veo ese ese último plano... Qué pena. Qué pocas ganas de una nueva temporada. Me sucede lo mismo que cuando escucho en esa escena final a canciones como Time after time o Everybreath you take. Una conclusión Kiss FM que acaba por matar la magia a base de rutinas.
Calificación: 6
El dichoso chalecito de Alfredo Landa
Si los norteamericanos tienen su bandera en la puerta y su jardín con barbacoa, en España, desde la década de los 70, tenemos nuestro chalecito en la sierra. Todo un símbolo de una sociedad del bienestar tan artificial como la que tiene el pueblo yanki.
Garci empieza esta película de 1979 con la primavera de Vivaldi y a partir de ahí se encadenan aciertos en un guion que desprende autenticidad ibérica de la transición. Es curioso que este director madrileño tenga esos altibajos tan grandes en su filmografía, combinando cine veraz y descomplicado con personajes de carne y hueso con un cine tan postizo y engolado como el de sus últimas películas.
Alfredo Landa y María Casanova, protagonistas también de El crack, están increíbles.
Me encanta el cartel, muy setentero y casi de Ciencia-Ficción.
Calificación: 8
Garci empieza esta película de 1979 con la primavera de Vivaldi y a partir de ahí se encadenan aciertos en un guion que desprende autenticidad ibérica de la transición. Es curioso que este director madrileño tenga esos altibajos tan grandes en su filmografía, combinando cine veraz y descomplicado con personajes de carne y hueso con un cine tan postizo y engolado como el de sus últimas películas.
Alfredo Landa y María Casanova, protagonistas también de El crack, están increíbles.
Me encanta el cartel, muy setentero y casi de Ciencia-Ficción.
Calificación: 8
"La ciudad frente a mí": La justicia era ÉL
Dicen que cuando los norteamericanos quieren médicos, abogados o detectives lo primero que hacen es hacer una serie o una película que lleve en esa dirección a las nuevas generaciones. La ciudad frente a mí es de esos clásicos de los que uno sale queriendo ser Paul Newman, o al menos su personaje en esta película. Anthony Judson Lawrence es un abogado que desde una condición social humilde logra ser uno de los grandes abogados de Philadelphia.
Esta película fue dirigida en 1959 por Vincent Sherman, uno de esos cineastas desconocidos y eficaces de 3ª línea del Hollywood dorado que aquí logró su mejor film. Logró 3 nominaciones a los Oscar al mejor vestuario, fotografía y a la interpretación secundaria de Robert Vaughn. Todas estas candidaturas eran muy merecidos ya que la película tiene una factura impecable, coherente con un actor protagonista que era una estrella radiante en cada plano. Paul Newman era la escultura apolínea, perfecta en todos los detalles, pero además lograba transmitir la credibilidad y humanidad de otras estrellas consagradas como Gregory Peck, Henry Fonda o Gary Cooper.
La película es larga y tiene una estructura dramática bastante original, melodramática y sorprendente para el espectador. A lo largo de los 135 minutos de metraje la historia está llena de tramas secundarias de interés, además de giros y diálogos inteligentes. Un clásico aún radiante con casi 60 años de vidas bastante relegado en las cronologías de la Historia del Cine.
Calificación: 8
Esta película fue dirigida en 1959 por Vincent Sherman, uno de esos cineastas desconocidos y eficaces de 3ª línea del Hollywood dorado que aquí logró su mejor film. Logró 3 nominaciones a los Oscar al mejor vestuario, fotografía y a la interpretación secundaria de Robert Vaughn. Todas estas candidaturas eran muy merecidos ya que la película tiene una factura impecable, coherente con un actor protagonista que era una estrella radiante en cada plano. Paul Newman era la escultura apolínea, perfecta en todos los detalles, pero además lograba transmitir la credibilidad y humanidad de otras estrellas consagradas como Gregory Peck, Henry Fonda o Gary Cooper.
La película es larga y tiene una estructura dramática bastante original, melodramática y sorprendente para el espectador. A lo largo de los 135 minutos de metraje la historia está llena de tramas secundarias de interés, además de giros y diálogos inteligentes. Un clásico aún radiante con casi 60 años de vidas bastante relegado en las cronologías de la Historia del Cine.
Calificación: 8
"The Meyerowitz Stories": Otro Baumbach menor
A pesar de tener un repartazo y uno de los directores-guionistas más interesantes de Hollywood, ésta película de Netflix presentada en Cannes es muy prescindible. Se ve con agrado y tiene buenos giros, apuntes... Pero en general se pasa por ella sin que ninguna de estas pequeñas historias en torno a una familia norteamericana con bastantes elementos extravagantes llegue a brillar. Se echa de menos la creatividad cómica y dramática que sí había en otras películas de Noah Baumbach como Frances Ha o Mientras seamos jóvenes.
The Meyerowitz Stories en definitiva sigue la línea, más bien rutinaria, de Mistress America, su anterior película.
Calificación: 6
El documental más completo sobre Steven Spielberg
Aunque muchos rebajan su status tildándole de "patriotero", "ternurista" y otros apelativos que parte se ha ganado, Spielberg es uno de los más grandes directores que dado Hollywood. En mi opinión sólo Woody Allen y Clint Eastwood han dado tanto al cine norteamericano.
En este documental de la HBO se procura dar una versión definitiva de la vida y obra de Steven Spielberg, algo que muchos han intentado antes con libros y documentales. Y creo que el trabajo es satisfactorio y el enfoque bastante profundo. Aunque se pasa muy por encima de sus mayores fracasos (algunos en cine y muchos más en televisión) y las menciones a todo el equipo que ha hecho posible a sus películas resulta muy escueto, en general este retrato favorable es un acercamiento personal y acertado.
Toda la relación de Steven Spielberg con su padre y su dificultad en el trato social, hechos biográficos fundamentales que han influido en sus películas, están muy bien explicados. También su evolución cinematográfica, el estilo visual que le ha hecho famoso y el modo que tiene de dirigir a los actores. El documental dura 150 minutos pero eso no importa demasiado porque resulta fascinante de principio a fin por la variedad de testimonios y películas comentadas.
Calificación: 8
En este documental de la HBO se procura dar una versión definitiva de la vida y obra de Steven Spielberg, algo que muchos han intentado antes con libros y documentales. Y creo que el trabajo es satisfactorio y el enfoque bastante profundo. Aunque se pasa muy por encima de sus mayores fracasos (algunos en cine y muchos más en televisión) y las menciones a todo el equipo que ha hecho posible a sus películas resulta muy escueto, en general este retrato favorable es un acercamiento personal y acertado.
Toda la relación de Steven Spielberg con su padre y su dificultad en el trato social, hechos biográficos fundamentales que han influido en sus películas, están muy bien explicados. También su evolución cinematográfica, el estilo visual que le ha hecho famoso y el modo que tiene de dirigir a los actores. El documental dura 150 minutos pero eso no importa demasiado porque resulta fascinante de principio a fin por la variedad de testimonios y películas comentadas.
Calificación: 8
Shakespeare en franela
Hacía tiempo que no veía algo tan lamentable. Esta serie sobre la juventud de William Shakespeare ha sido dirigida entre otros por Shekar Kapur, el director indio conocido por su cine histórico de discoteca y colorcicos (las dos películas sobre la reina Isabel I Tudor que encumbraron a Cate Blanchett).
Pero el principal responsable de esta serie es su creador: Craig Pearce, guionista habitual de las mejores películas de Baz Luhrmann (Romeo y Julieta, Moulin Rouge, El gran Gatsby). Con Will da rienda suelta a su imaginación y a su estilo postmoderno haciendo una recreación anacrónica y hortera de uno de los mejores dramaturgos de la historia de la literatura. Y ahí ves como Luhrmann tendrá sus limitaciones, pero es maestro que hace que elementos tan chillones y diversos tengan una unidad y significado. Algo que no se logra ni por asomo en esta serie.
Aparte de incluir música moderna y vestuario de colores chillones más cercano al look de las drag queen que al del público del teatro isabelina todo en Will resulta saturado y alucinógeno. Ni rastro de la magia de los clásicos que sí que había en Romeo y Julieta o El Gran Gatsby, o del poder visual que indudablemente tenía Moulin Rouge. Una vez más la aparición de la religión viene unida a intolerancia radical y violencia desmadrada y por supuesto la idea platónica del amor se sustituye por el sexo trivial e inmediato. Así que la originalidad brilla por su ausencia en una opereta plomiza de personajes sin vida en medio de decorados del estilo rococó más rancio.
En el reparto no hay rostros demasiado conocidos y me resulta difícil cargar contra ellos porque no sé que diablos se puede hacer con esos diálogos, ese vestuario y esos decorados. Supongo que yo haría lo mismo: cobrar y procurar que la serie no pase de 1ª temporada (no parece que sea el caso). Además teniendo en cuenta que el protagonista, Laurie Davidson hace su primer trabajo, tiene un gran mérito de su parte estar más o menos digno.
Ahora que ya sabemos los verdaderos motivos que llevaron a Shakespeare enamorado a ganar el Oscar a la mejor película, es triste que haya una serie que insista en el perfil más superficial y hedonista de este inmenso genio literario.
Calificación: 3
Pero el principal responsable de esta serie es su creador: Craig Pearce, guionista habitual de las mejores películas de Baz Luhrmann (Romeo y Julieta, Moulin Rouge, El gran Gatsby). Con Will da rienda suelta a su imaginación y a su estilo postmoderno haciendo una recreación anacrónica y hortera de uno de los mejores dramaturgos de la historia de la literatura. Y ahí ves como Luhrmann tendrá sus limitaciones, pero es maestro que hace que elementos tan chillones y diversos tengan una unidad y significado. Algo que no se logra ni por asomo en esta serie.
Aparte de incluir música moderna y vestuario de colores chillones más cercano al look de las drag queen que al del público del teatro isabelina todo en Will resulta saturado y alucinógeno. Ni rastro de la magia de los clásicos que sí que había en Romeo y Julieta o El Gran Gatsby, o del poder visual que indudablemente tenía Moulin Rouge. Una vez más la aparición de la religión viene unida a intolerancia radical y violencia desmadrada y por supuesto la idea platónica del amor se sustituye por el sexo trivial e inmediato. Así que la originalidad brilla por su ausencia en una opereta plomiza de personajes sin vida en medio de decorados del estilo rococó más rancio.
En el reparto no hay rostros demasiado conocidos y me resulta difícil cargar contra ellos porque no sé que diablos se puede hacer con esos diálogos, ese vestuario y esos decorados. Supongo que yo haría lo mismo: cobrar y procurar que la serie no pase de 1ª temporada (no parece que sea el caso). Además teniendo en cuenta que el protagonista, Laurie Davidson hace su primer trabajo, tiene un gran mérito de su parte estar más o menos digno.
Ahora que ya sabemos los verdaderos motivos que llevaron a Shakespeare enamorado a ganar el Oscar a la mejor película, es triste que haya una serie que insista en el perfil más superficial y hedonista de este inmenso genio literario.
Calificación: 3
El color de Minnelli y la voz de Judy
Vincente Minnelli nació en 1903 en Chicago y murió en California en 1986. Hizo 10 o 12 obras maestras, muchas de ellas musicales (Melodías de Broadway, Brigadoon, Un americano en París), pero también dramas (Cautivos del mal) y comedias incontestables (El padre de la novia). Con Cita en San Luis logró en 1944 ser su primer gran éxito en taquilla. Fue la segunda película más vista en los cines norteamericanos del Hollywood dorado sólo después de Lo que el viento se llevó.
En esta película Minnelli conoció a Judy Garland, que acabaría siendo su esposa en un matrimonio tortuoso que, sin embargo, funcionó a la perfección en otras películas que rodaron juntos como El pirata con Gene Kelly. En 1944 ella tenía 22 años pero ya era una estrella que había brillado con apenas 19 años en uno de los grandes clásicos del cine: El mago de Oz (1939).
Todo lo que pueda decir del entusiasmo que genera este musical resulta cursi e insuficiente. Si el cine es movimiento, color y música, Minnelli lo atrapa a la perfección desde ese inicial plano secuencia con el que se abre la estación del otoño.
No hay demasiados bailes pero hay dos de ellos prodigiosos, uno en la fiesta y otro en el tranvía. Ahí te das cuenta que la voz de la joven Judy y su encanto en cada uno de los movimientos están en el mejor entorno posible.
Cita en San Luis es entrañable, universal y sincera como muy pocas películas lo han logrado en el cine. Cada uno de sus personajes está definido con tanto detalle y humanidad que la historia nunca decae, insertando la música, las canciones y los bailes en el momento preciso. Todo ello con un diseño de arte del maestro Cedric Gibbons en el que resaltan los colores pastel y el famoso rojo Minnelli.
Era la primera gran película de Minnelli y evidentemente no fue una casualidad. Es uno de los grandes directores de la Historia del Cine y ganador de un Oscar al mejor director por Gigi en 1959.
Calificación: 9
En esta película Minnelli conoció a Judy Garland, que acabaría siendo su esposa en un matrimonio tortuoso que, sin embargo, funcionó a la perfección en otras películas que rodaron juntos como El pirata con Gene Kelly. En 1944 ella tenía 22 años pero ya era una estrella que había brillado con apenas 19 años en uno de los grandes clásicos del cine: El mago de Oz (1939).
Todo lo que pueda decir del entusiasmo que genera este musical resulta cursi e insuficiente. Si el cine es movimiento, color y música, Minnelli lo atrapa a la perfección desde ese inicial plano secuencia con el que se abre la estación del otoño.
No hay demasiados bailes pero hay dos de ellos prodigiosos, uno en la fiesta y otro en el tranvía. Ahí te das cuenta que la voz de la joven Judy y su encanto en cada uno de los movimientos están en el mejor entorno posible.
Cita en San Luis es entrañable, universal y sincera como muy pocas películas lo han logrado en el cine. Cada uno de sus personajes está definido con tanto detalle y humanidad que la historia nunca decae, insertando la música, las canciones y los bailes en el momento preciso. Todo ello con un diseño de arte del maestro Cedric Gibbons en el que resaltan los colores pastel y el famoso rojo Minnelli.
Era la primera gran película de Minnelli y evidentemente no fue una casualidad. Es uno de los grandes directores de la Historia del Cine y ganador de un Oscar al mejor director por Gigi en 1959.
Calificación: 9
La decadencia mortecina de "Babylon Berlín"
En los últimos años 20 en Berlín una brigada antivicio investiga una red de pornografía asociada a la mafia rusa. Tom Tykwer (Corre Lola, corre, The International, Sense8) es el creador de esta serie alemana, la más cara de habla no inglesa realizada en Europa. En los primeros capítulos queda claro su equidistancia con Boardwalk Empire, una ficción con la que comparte aciertos y errores.
La recreación de la época está muy cuidada en el vestuario, las localizaciones y la decoración de interiores. Esa atmósfera pre-bélica de tensión insostenible está muy logrado. La historia se centra en una trama de cine negro de gangsters y putas que Chandler o Hammett abordaron con indudable maestría en la literatura así como Billy Wilder, Fritz Lang o Houston en la pantalla grande. Pero aquí no hay esa sofisticación en los diálogos y ese encanto en la evolución de los personajes.
La aportación inestimable de Bryan Ferry
La serie tiene algunos momentos sensacionales que sorprenden en una historia plomiza, farragosa y muy ofensiva. Son las escenas en las que adquiere protagonismo el septuagenario cantante y compositor Bryan Ferry, que ha creado varios temas para la serie. El más imponente es Zu Asche, Zu Staub (A las cenizas, al polvo), una canción de tono decadente utilizada en los créditos de la serie y en una escena de cabaret muy elaborada en planificación y coreografía. Probablemente se trata de una de las mejor canciones compuestas para una serie de televisión en estos momentos de máximo esplendor de la pequeña pantalla.
Hay algún personaje maquiavélico construido con pericia, pero la serie no acaba de arrancar. Quizás sea porque el protagonista es un detective demasiado gris que interesa muy poco. Y en este género el policía tiene que ser aún más retorcido, seductor y corrupto que el gangster.
En el primer episodio Tom Tykwer incide especialmente en lo más sórdido, recreándose en una excesiva escena de pornografía blasfema que resulta innecesariamente ofensiva y explícita. Sin embargo el cineasta alemán no profundiza en los personajes ni en una investigación policíaca que carece de emoción, astucia y sorpresa.
Lo mejor de la serie es un reparto espléndido de actores alemanes de primera línea como Volker Bruch (RAF. Facción del Ejército Rojo, El hombre del corazón de hierro), Live Lisa Fries (La ola) o Leonia Benesch (The Crown, La cinta blanca), además del reconocido actor ruso Waléra Kanischtscheff (Somos la noche, En tierra de nadie)
Calificación: 6
La recreación de la época está muy cuidada en el vestuario, las localizaciones y la decoración de interiores. Esa atmósfera pre-bélica de tensión insostenible está muy logrado. La historia se centra en una trama de cine negro de gangsters y putas que Chandler o Hammett abordaron con indudable maestría en la literatura así como Billy Wilder, Fritz Lang o Houston en la pantalla grande. Pero aquí no hay esa sofisticación en los diálogos y ese encanto en la evolución de los personajes.
La aportación inestimable de Bryan Ferry
La serie tiene algunos momentos sensacionales que sorprenden en una historia plomiza, farragosa y muy ofensiva. Son las escenas en las que adquiere protagonismo el septuagenario cantante y compositor Bryan Ferry, que ha creado varios temas para la serie. El más imponente es Zu Asche, Zu Staub (A las cenizas, al polvo), una canción de tono decadente utilizada en los créditos de la serie y en una escena de cabaret muy elaborada en planificación y coreografía. Probablemente se trata de una de las mejor canciones compuestas para una serie de televisión en estos momentos de máximo esplendor de la pequeña pantalla.
Hay algún personaje maquiavélico construido con pericia, pero la serie no acaba de arrancar. Quizás sea porque el protagonista es un detective demasiado gris que interesa muy poco. Y en este género el policía tiene que ser aún más retorcido, seductor y corrupto que el gangster.
En el primer episodio Tom Tykwer incide especialmente en lo más sórdido, recreándose en una excesiva escena de pornografía blasfema que resulta innecesariamente ofensiva y explícita. Sin embargo el cineasta alemán no profundiza en los personajes ni en una investigación policíaca que carece de emoción, astucia y sorpresa.
Lo mejor de la serie es un reparto espléndido de actores alemanes de primera línea como Volker Bruch (RAF. Facción del Ejército Rojo, El hombre del corazón de hierro), Live Lisa Fries (La ola) o Leonia Benesch (The Crown, La cinta blanca), además del reconocido actor ruso Waléra Kanischtscheff (Somos la noche, En tierra de nadie)
Calificación: 6
"Los Hollar": Entrañable y bonita.... ¿Y qué?
Puede parecer que lo digo con mala intención. En absoluto. Hacer una película de sentimientos que reflejen la bondad humana es mucho más difícil que su contrario. Y una película buenrollista sentimentaloide y postiza es de lo más insoportable.
El actor John Krasinski (uno de los descubrimientos de la serie The Office) es director, productor y actor de esta amable película que cuenta la vida de una familia norteamericana de clase media, dos hijos, varias separaciones y divorcios, enfermedades, dificultades para afrontar la crisis económica. Todo bastante convencional pero contado con gracia y originalidad, con música indie ajustada a cada momento sin excederse en la duración.
El guion lo firma Jim Strouse (La vida sin Grace, Conociendo a Jim, Personas, lugares y cosas), uno de esos escritores experto en desarrollo de caracteres y en historias pequeñas.
En el reparto de la película estan un grupo de actores de esos que uno se lo llevaría envuelto y de regalo a cualquier lugar del mundo. Empezando por Margo Martindale (que me ganó en la 2ª de Justified), Richard Jenkins, Anne Kendrick, Sharlto Copley y el mismo Krasinski, uno de esos actores que irradia humanidad y bondad.
Los Hollar tiene humor y también emoción dramática con un metraje perfectamente ajustado a una historia pequeña y bien desarrollada. Aunque algunos personajes no acaban de estar bien cerrados, los protagonistas tienen un arco bastante completa que hace muy fácil conectar con ellos.
Calificación: 7
El actor John Krasinski (uno de los descubrimientos de la serie The Office) es director, productor y actor de esta amable película que cuenta la vida de una familia norteamericana de clase media, dos hijos, varias separaciones y divorcios, enfermedades, dificultades para afrontar la crisis económica. Todo bastante convencional pero contado con gracia y originalidad, con música indie ajustada a cada momento sin excederse en la duración.
El guion lo firma Jim Strouse (La vida sin Grace, Conociendo a Jim, Personas, lugares y cosas), uno de esos escritores experto en desarrollo de caracteres y en historias pequeñas.
En el reparto de la película estan un grupo de actores de esos que uno se lo llevaría envuelto y de regalo a cualquier lugar del mundo. Empezando por Margo Martindale (que me ganó en la 2ª de Justified), Richard Jenkins, Anne Kendrick, Sharlto Copley y el mismo Krasinski, uno de esos actores que irradia humanidad y bondad.
Los Hollar tiene humor y también emoción dramática con un metraje perfectamente ajustado a una historia pequeña y bien desarrollada. Aunque algunos personajes no acaban de estar bien cerrados, los protagonistas tienen un arco bastante completa que hace muy fácil conectar con ellos.
Calificación: 7
"The Wizard of Lies": Devastadora
Esta película para televisión de la HBO cuenta la historia del que quizás sea el mayor estafador de la historia. Bernard Madof es el paradigma de la burbuja financiera que acabó por explotar en la crisis económica en Estados Unidos en 2008. Robert De Niro abandona sus maneras habituales y compone un personaje carismático y patético. Le acompañan en el reparto Michelle Pfeiffer como su mujer y Alessandro Nivola y Nathan Darrow como sus hijos, herederos de la culpa de su padre.
A mitad de película hay un tramo convencional y farragosa lleno de pesadillas que se podía haber ahorrado para que el metraje no llegase a los 133 minutos. Por lo demás, el guión es mordaz e inteligente al mostrar una tragedia desde diferentes perspectivas: los defraudados en la familia, accionistas, amigos, el desconcierto de los empresarios, la indignación popular, el cuasi-autismo infantil de Madof a la hora de dar explicaciones.
Barry Levinson, un director que no suele generar demasiado entusiasmo, se pone al nivel de sus mejores películas (La cortina de humo, Rain Man) y logra una película cruda e impactante. La escena del protagonista haciendo negocios en medio una fiesta con el sonido del tambor y los platillos como elemento de tensión es la más brillante de la película junto con un maravilloso plano final de Robert De Niro.
Calificación: 8
A mitad de película hay un tramo convencional y farragosa lleno de pesadillas que se podía haber ahorrado para que el metraje no llegase a los 133 minutos. Por lo demás, el guión es mordaz e inteligente al mostrar una tragedia desde diferentes perspectivas: los defraudados en la familia, accionistas, amigos, el desconcierto de los empresarios, la indignación popular, el cuasi-autismo infantil de Madof a la hora de dar explicaciones.
Barry Levinson, un director que no suele generar demasiado entusiasmo, se pone al nivel de sus mejores películas (La cortina de humo, Rain Man) y logra una película cruda e impactante. La escena del protagonista haciendo negocios en medio una fiesta con el sonido del tambor y los platillos como elemento de tensión es la más brillante de la película junto con un maravilloso plano final de Robert De Niro.
Calificación: 8
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