"Arkangel" o diablo

La 4ª temporada de Black Mirror ha tenido menos repercusión de la esperada. No sé por qué. Charlie Brooker sigue siendo uno de los creadores más imaginativos del siglo XXI y también un guionista minimizado por sus obsesiones y cinismo. Además, hasta en sus mejores capítulos se echa de menos una elaboración más cuidada del desarrollo de la historia y los personajes. 

Pero esta 4ª temporada ha tenido momentos muy brillantes. En el segundo capítulo ("Arkangel") entra de lleno en el miedo al esfuerzo y la dificultad de los padres actuales. A veces esta preocupación lógica se convierte en algo obsesivo e inhumano y esto es lo que cuenta el capítulo con una maestría muy peculiar. Es de esos episodios que activan la inteligencia y te hacen cuestionarse aspectos fundamentales de la educación actual. Evidentemente es Charlie Brooker y está claro que su antropología tiende a destruir más que a ofrecer soluciones, a veces con demasiada crudeza. Con todo, es un acercamiento sobresaliente y original apoyado en el trabajo de dos actrices maravillosas.

Calificación: 8     

Ridley Scott debería rodar menos y mejor

Una historia real que daba para una gran película. Una película trivial que empequeñece una historia verídica. Todo el mundo hablará de ella porque ha sido rodada dos veces tras los escándalos del sustituido Kevin Spacey. Ridley Scott, en tiempo récord, ha logrado rehacer todas sus escenas con Christopher Plummer, que hace un gran trabajo por el que ha alcanzado una candidatura al Óscar como mejor actor secundario.

Hace unas semanas leí la estupenda entrevista en Imágenes al director británico de Blade Runner. En ella se jactaba de su gran capacidad de hacer cine y televisión a toda velocidad y sin grandes presupuestos. Una afirmación muy subjetiva porque en su carrera ha habido de todo, también grandes cantidades de dinero. En Todo el dinero del mundo hay que reconocer que ha sabido lidiar a su 81 años con una situación complicadísima, pero ha vuelto a hacer una de sus películas frías y sin personalidad. Es el talón de Aquiles de Ridley Scott: hace demasiado y muy pocas están al nivel de la excelencia. De sus 40 películas apenas 7 logran superar el notable: Alien, el octavo pasajero, Los duelistas, Blade Runner, La sombra del testigo, Black Hawk derribado, Gladiator y Marte.

Todo el dinero del mundo es una película extraña de un secuestro surrealista con una escena gore insoportable, ritmo aburrido y una falta de emoción y empatía de los personajes que acaba por dejarte muy fuera de lo que debería ser una tragedia. El guion tiene mucha culpa de todas estas carencias. Lo firma David Scarpa, que ya demostró sus carencias en Ultimátum a la Tierra (2008). La historia que cuenta es extraordinaria y llena de vetas a explorar, pero el guion es tan básico y tiene tan poca literatura que hace que los 132 minutos sean interminables.

Las reacciones de los personajes muchas veces resultan incomprensibles y los diálogos suenan huecos e irreales. Una peli sin alma ni ritmo que nada tiene que ver con la intensidad que promete el trailer de promoción.

Calificación: 5´5

"Lady Bird": El salto de Greta Gerwig

La carrera de Greta Gerwig no se puede entender sin la de su actual pareja Noah Baumbach. Ella ha colaborado en el guión y la interpretación de películas como Francesc Ha, Greenberg o Mistress América. Con un estilo que busca la espontaneidad y la creatividad, han generado una manera de hacer cine cercana al estilo indie con temáticas centradas a las crisis de la primera vida adulta en Estados Unidos.



Lady Bird es la opera prima en solitario de Greta Gerwig por la que ha ganado 2 Globos de Oro y ha alcanzado 5 nominaciones a los Óscar: Mejor película, directora, actriz principal, secundaria y guión. En esta historia magníficamente interpretada por Saoirse Ronan (favorita para ganar la estatuilla), recoge parte de su experiencia adolescente en el colegio católico que estudió en Sacramento, California. Hay humor y dramas sobre la madurez de la protagonista, con una especial atención a la relación con su madre. El guión compensa y mide bien cada una de las pequeñas historias ofreciendo diferentes visiones de una realidad que a priori tenía el peligro de ser un alegato contra todo lo que no me gustó de mi adolescencia.

La historia tiene mucha veracidad al definir al ser humano como una criatura en constante evolución, capaz de ser cruel y tierna, madura e infantil, coherente y contradictoria. Quizás con algunas escenas más trabajadas podría llegar a ser más sugerente y luminosa, pero está claro que es una de las películas del año.

Calificación: 8 

La peor película de Clint Eastwood

No salgo de mi asombro. Los escasos 94 minutos que dura "15:17 Tren a París" son una tortura gota a gota. Personajes planos, descritos con diálogos postizos, escenas de relleno, más de una hora de viaje por Europa lleno de tópicos para giris: la discoteca ("esto no lo hay en Estados Unidos"), la compra del helado y la pizza en Italia, el diálogo con el guía alemán ("los americanos pensáis que sois vosotros los que matáis siempre a los malos").

Y de repente llega la escena de acción terrorista. Apenas 10 minutos rodados con una torpeza visual que me hace dudar que la película haya sido dirigida por Clint Eastwood.

El contenido ideológico es tan elemental y está trazado con tanto subrayado que resulta bochornoso.  Aburrida hasta límites insospechados, es de los peores momentos recientes que he vivido en una sala de cine.

Calificación: 2/10




"¡Este rodaje es la guerra!"


Juan Tejero es uno de los escritores de cine más conocidos de nuestros país. Nacido en Madrid en 1966, en 1992 fundó la revista Cinerama, que dirigió durante nueve años, y en 1998 la editorial T&B Editores. Ha trabajado en prensa, televisión y radio. Hace unos años escribió esta enciclopedia de los rodajes norteamericanos más conflictivos y anecdóticos. En total tres volúmenes imponentes en el que se dedican más de 1500 páginas a explorar todo lo que sucede antes de que el proyector se ponga en marcha.

La edición es muy atractiva con un material fotográfico muy completo (en total, casi 5000 fotografías), que aligera los textos y hace fácil la lectura. En este sentido, tiene especial interés la sección “La película en imágenes”, que resume la historia que cuenta la película con fotogramas originales del film. 

Otro atractivo indudable de esta obra es que Tejero escoge películas tan conocidas como Star Wars, El Padrino o Lo que el viento se llevó. 

Evidentemente las reseñas de los rodajes no tienen la misma calidad; algunas de hecho resultan muy poco interesantes por su brevedad y concisión. Por el contrario, otras como las de El mago de Oz o Lawrence de Arabia pueden llegar a resultar demasiado exhaustivas. Por otro lado, algunos echaran de menos un tono a veces más cinematográfico, no tan centrado en anécdotas de berrinches y amores cruzados de las estrellas de Hollywood caracterizadas por su exceso de ego.

Aún con estos pequeños inconvenientes, hay que reconocer que estamos ante una obra muy bien documentada, que aporta un conocimiento cercano de lo que cuesta sacar adelante cada segundo de celuloide. Más si cabe cuando el director de la película se llama John Houston y le interesa más cazar elefantes que rodar La reina de África. O cuando a uno le da por contratar al actor que combina la condición de ser el mejor y a la vez el más intratable: Marlon Brando. O simplemente tenemos a Bogart diciendo que el problema no es que él lleve una copa de más, sino que el mundo lleva una copa de menos.

Pero nada comparado con lo que Francisc Ford Coppola fue capaz de hacer en el rodaje de Apocalypse Now (casi se le muere Martin Sheen en plena catarsis de interpretación). Leyendo estas y otras historias del libro de Juan Tejero uno entiende que estos chicos que se dedican al cine, aparte de apasionados por su trabajo, tienen un importante componente de locura irracional. Eso sí, gracias a su paciencia, tenemos obras imperecederas. Como decía Billy Wilder al referirse a los caprichos en el plató de la insoportable Marilyn Monroe: "Sobre la impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tía en Viena que estaría en el plató cada mañana a las seis y sería capaz de recitar los diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querría verla?”.

Muere Jóhann Jóhannsson, el músico de Denis

Ha fallecido demasiado pronto con tan sólo 48 años. Nacido en Islandia en 1969 este compositor ha tenido la suerte de ser el músico de uno de los mejores directores actuales: el canadiense Denis Villeneuve (Prisoners, Sicario, Arrival). La banda sonora de ésta última película es colosal, fundamental para construir un título que va a ser unos de los grandes títulos de la Ciencia-Ficción en los próximos años.

Su música ocupaba el primer plano en muchas escenas, especialmente en Arrival. Villeneuve lo sabía. Pero no importaba. Era tanto lo que añadía a cada plano... Lástima que se quedase sin un Óscar después de 2 nominaciones.

Se va en su mejor momento siendo uno de los 4 o 5 compositores esenciales del cine actual. Le echaremos de menos. Descanse en paz.








Lo más selecto de Paul Thomas Anderson

Hay mucho admirador incondicional de Paul Thomas Anderson. No soy uno de ellos. Me gustó Magnolia y me agotó Pozos de ambición, un agotamiento cercano a la indignación en la primera media hora. Es evidente que es un autor, un creador al que le gusta hacer cosas distintas con la planificación y la edición de sonido, y que tiende a personajes peculiares cercanos a lo miserable.

En El hilo invisible fija su particular monóculo sobre un modisto maniático, bipolar, insoportable y genial. Daniel Day Lewis está encantado de meterse en la piel de este enfermizo personaje por el que opta a su 4º Óscar. Lo más asombroso es la desconocida Vicky Crieps, una actriz nacida en Luxemburgo que se crece como antagonista complementaria hasta robarle el protagonismo al oscarizado actor británico.

Película bellísima, selecta y delicada. Compleja y fascinante en mi opinión a la hora de retratar el amor, la empatía, el talento y la dependencia afectiva. Un mundo aparte en el que a mí me ha resultado muy sencillo disfrutar del viaje de manera instintiva, pero comprendo que haya espectadores que acaben mareados. Lo que menos me convence es el uso constante de la música que acaba por distorsionar en exceso las miradas, los gestos y maravillosos planos detalles.

Una gran muestra de cine y desde luego uno de las películas esenciales para entender la moda como arte.

Calificación: 8´5 

Spielberg perfil bajo

Sonaba como una de las películas del año y se queda en la mitad de la tabla de la filmografía de Spielberg. Hay muy poca emoción en una historia que debería fascinar y apenas entretiene en algunos momentos. El guion de Josh Singer (Spotlight) y Liz Hannah (En algún lugar de la memoria) es muy convencional, pobre en el detalle significativo y en el retrato de personajes.

El reparto es de 5 estrellas pero tienen muy poco interesante que ofrecer, muy lejos de la fascinación que generaban las obras maestras de género histórico que ha aportado Spielberg como El imperio del sol, La lista de Schindler El puente de los espías. Además en la versión española a Meryl Streep la matan con un doblaje extraño e impersonal.

The Post es un telefilm en el que sólo se salva algún detalle spielbergiano (ese plano de Bob Obderink viendo como su mesa de trabajo tiembla con el arranque de las maquinas rotativas como si estuviese en medio de un terremoto).

La música del que fuese genial compositor John Williams es de las más insulsas de toda su carrera. Que no le vaya ni nominado a los Oscar es signficativo. Los archivos del Pentágono sólo ha logrado 2 candidaturas, muy exageradas, a la mejor película y la mejor actriz para Meryl Streep.

Calificación: 6 

1001 películas

Me encantan las listas y este libro es una gran lista. Muy documentada y maravillosamente editada. Fundamental para no olvidar tesoros del cine clásico. Cada película tiene un comentario breve de prestigiosos críticos de cine de todo el mundo, una ficha técnica que incluye las nominaciones y premios importantes, alguna anécdota del rodaje o del estreno y una cita relacionada.

Aunque en los comentarios críticos hay una carencia importante de síntesis en la descripción del argumento, la mayoría de reseñas tienen un toque personal y un apunte enriquecedor (algo que no es fácil a la hora de comentar clásicos tan analizados como El ladrón de bicicletas, Casablanca, El padrino o La guerra de las galaxias).

Cada uno de las películas se contextualiza dentro de la historia del cine, descubriendo influencias y cercanía estilística entre cineastas. Este tipo de comparaciones enriquece el contenido y sirve para mostrar la universalidad del cine. Además cada año lo reeditan e incluyen (y eliminan) algunos títulos actualizándolo.

Si algo se le puede recriminar al libro es la selección que hace de las películas “necesarias”. Es un debate eterno entre cuáles deberían estar y cuáles no. Por eso se advierte en el prólogo de Ian Haydn Smith (escritor de otro clásico de las listas cinematográficas como TCM International Film Guide) que “Todo depende de los gustos personales. Lo cierto es que cada uno de los títulos provocará algún tipo de reacción, buena o mala, pero nunca indiferente”.

Efectivamente es fácil reaccionar al ver que se incluyen 8 películas de Jean-Luc Godard (las mismas que de John Ford), 7 de Federico Fellini, 5 películas de Paul Verhoeven, Oliver Stone y Ang Lee (igualados con Fritz Lang o Charles Chaplin), 4 de Nicholas Roeg (coincidiendo con Dreyer o Max Ophuls), 3 de Jim Jarmusch y Pedro Almodóvar (al nivel de F.W. Murnau, Clint Eastwood, Yosujirō Ozu o Vittorio De Sica) y dos del mismísimo Michael Moore. Mientras, otros directores como Cecil B. De Mille, Henry Hathaway, Shyamalan, Miyazaki, Wayne Wang, Mel Gibson o Denys Arcand sólo tienen una representación.

También hay algunos nombres importantes olvidados como Luis García Berlanga o Hirokazu Koreeda en prejuicio de directores como Joss Whedon, Roland Emmerich o Guillermo del Toro.

Dentro de la selección de grandes cineastas desconcierta el excesivo número de películas escogidas de Hitchcock (16), Bergman (10) o Steven Spielberg (9). De éste último resulta curioso que entre las seleccionadas estén El color púrpura y Lincoln, dejando fuera El imperio del sol, Indiana Jones y la última cruzada, Inteligencia Artificial, Minority Report o Munich.

Probablemente la gran virtud del libro es que anima a ver buen cine recordando títulos interesantes algo olvidados como La amargura del General Yen de Frank Capra, Desengaño de William Wyler, Make Way for Tomoroow de Leo Mc Carey, The Battle of San Pietro de John Houston, Noche y niebla de Alan Resnais, Campos de sueños de Phil Alden Robinson o La boda de Muriel de P.J.Hogan.

Steven Jay Schneider (coord..) Editorial Grijalbo

La mejor de los Goya

Y aún así estuvo muy mejorable... Paquita Salas en los Goya daba, no sólo para un capítulo de la serie, sino para toda una temporada. Pero para eso le tienen que escribir el guion los Javis. Aún así fue lo salvable de otra ceremonia agotadora, repetitiva, con unos presentadores que fuera de los Goya son tronchantes y el sábado fueron prescindibles.

Nada nuevo. Grandes películas y una gala plomiza a la que le sobra tiempo, trinchera y silencios incómodos ante chistes sin gracia. La edad de oro del cine español sigue mereciendo algo mejor.

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