"Buscando a Dory": Ellos sí que siguen siendo los mejores

Con esta secuela de Buscando a Nemo, Pixar confirma lo que ya avisó en Inside Out: Han vuelto. Por ingenio, por talento dramático (¡qué manera de emocionar con esos peces de ojos gigantes!), por hacer reír, pensar, lograr que el adulto quiera llevar al niño al cine porque sabe que va a disfrutar tanto más que los pequeños.

Hasta el corto de animación vuelve a ser brillante, otro homenaje al cine mudo de la fabrica de sueños de Lasseter, sin lugar a dudas el principal responsable de la recuperación del estudio de animación después de las dudas que se generaron al ser comprados por Disney.

Calificación: 8/10



Terrence Mallick, destellos de genialidad

En TCM le dedican un especial en el mes de julio a este director norteamericano inclasificable. Reconozco que en estos reportajes cortos y especialmente en sus trailers, Terrence Mallick me resulta un superdotado de la imagen, capaz de transmitir con un solo plano lo que muchos directores no son capaces de comunicar en toda una filmografía.

El problema es cuando veo las películas enteras y ya no hay tanta magia. Pero eso ya hablaremos en otra ocasión. Hoy toca mirar y admirar.







"1944": La guerra de los otros

Leyendo la crítica de Fila Siete de 1944 (portada del último numero) entran muchas ganas de ver ésta película de Estonia. El trailer hace aún más apetecible esta historia de un puñado de hombres que fueron a luchar en una guerra que no era la suya. La película se estrena el próximo 1 de julio en España.

"Ascension": Paraíso artificial

En medio de la galaxia una operación secreta norteamericana mantiene en órbita el proyecto "Ascension". En esta especie de planeta-nave espacial-microcosmo humanos hay las típicas reglas de la sociedad humana hipercontrolada: no salgas de aquí y no te pasará nada, recuerda que vigilamos todo lo que haces por tu propia seguridad. Todo está destinado a tener un reserva humana de individuos implecables que puedan volver a la Tierra en caso de necesidad.



La historia en no es demasiado original, pero aún así mantiene el interés. Hay muchos giros y sorpresas estratégicamente situados. No hay actores de primera fila, ni tampoco directores o guionistas muy destacables, pero la serie se mantiene en pie en estos aspectos. Visualmente la serie está muy cuidada en las localizaciones de la nave, el exterior de la galaxia, etc...

No se entiende el interés de la serie en destacar el papel de las prostitutas (o de las mujeres que funcionan como si lo fuesen) una y otra vez. El interés dramático de tanta escena de lencería es mínimo y sólo logra agotar al espectador con tanto intermedio erótico. Si no fuese por este error tan evidente, "Ascensión" podría ser una serie más que aceptable para un público muy amplio. Una ficción sin más pretensiones que entretener


Retrato de mi madre

Este álbum fotográfico de un hijo agradecido a su madre es algo más que una biografía nostálgica. Audrey Hepburn (1929-1993) sigue siendo hoy en día una de las actrices más fascinantes y modernas de la historia del cine, y este libro muestra el estilo invisible que ha hecho de esta actriz una belleza clásica sin fecha de caducidad.

Evidentemente tuvo la enorme suerte de trabajar con grandes directores como Billy Wilder, George Cukor, William Wyler, Stanley Donen o Fred Zinnemann, pero sus películas están marcadas por su presencia. Sin apenas maquillaje, con una moda alternativa a su época diseñada por su amigo Hubert de GivenchyAudrey Hepburn consiguió un sello personal inimitable.

En las numerosas fotografías de este libro y en los textos de su hijo Sean vemos la naturalidad que expresaba esta actriz en cada una de sus interpretaciones. Sin embargo, esa espontaneidad no era precisamente feliz. “Mi madre tenía un gran secreto: estaba triste. No es que la vida le tratase mal. Su vida fue dura, pero buena. Mi madre estaba triste por lo que veía que les sucedía a los niños de este mundo a los que dedicó parte de su vida trabajando en labores humanitarias”.

En el libro hay unas palabras muy clarificadoras del compositor favorito de la actriz; Henry Mancini (Charada, Desayuno con diamantes, Sola en la oscuridad, Dos en la carretera).  “Es excepcional para un compositor verse inspirado por una persona, un rostro o una personalidad, pero Audrey Hepburn desde luego me inspira. En la música que compuse para sus películas puedes sentir esa cualidad nostálgica de Audrey; una especie de leve tristeza. Moon River se escribió para ella. Nadie más la ha comprendido de un modo tan total. Ha habido más de un millar de versiones, pero la suya es, sin lugar a dudas, la mejor”.

Resulta muy interesante también el concepto de la moda que tanto sigue influyendo en la actualidad. “Hay que cuidar bien la ropa que uno lleva porque es la primera  impresión que la gente tendrá de ti. Lo que llevas puesto no debe gritad: ¡Miradme!, sino: “Esa soy yo… no mejor que tú”. Esta descomplicación estilística hizo que desapareciesen muchos peinados y vestidos rococó que confundían la moda con envoltorios de papel de regalo de usar y tirar.

El libro se lee muy rápido pero ofrece un retrato muy sugerente y completo, más profundo y complejo que el que han ofrecido algunos biógrafos más superficiales como Donald Spoto.

Audrey Hepburn. Un espíritu elegante, Sean Hepburn Ferrer, Ed. Cúpula 235 páginas


Un tipo sin complejos 20 años después

Roland Emmerich es un tipo sin complejos. El destruye el mundo una y otra vez y le da igual que le digan que siempre hace lo mismo porque siempre hace lo mismo. Y más fuerte, más exagerado y explosivo. El orgullo yanki elevado a la máxima potencia.

"Sin duda alguna, es más grande que la anterior". Óle, así se acaba el trailer de la secuela de una película palomitera en la que reconozco que me los pasé en grande con Will Smith dando la bienvenida al patético pulpo alienígena.



Hay veces que Emmerich se pasa de fanfarrón y además lo hace sin ninguna gracia, como en 10.000, 2012 o en el último asalto a la Casa Blanca. Veremos que da de sí este Independence Day 20 años después y sin Will Smith.



Saber elegir en el cine y en la vida


Hay actores que tienen algo especial para la cámara. Hacen una película y parece que la pantalla les sienta tan bien. Eso le sucedió a Chris O´Donnell en dos de sus primeras apariciones famosas en el cine. La primera fue breve (apenas unos minutos), pero muy intensa en Tomates verdes fritos en la famosa escena del tren. Era el perfecto hermano mayor; guapo, joven y generoso. Estaba espléndido en su encantador personaje, apenas esbozado.



En su segunda película se enfrentó, ya como protagonista, a Al Pacino y a un joven Phillyp Sheymour-Hoffman en Esencia de mujer. Era lazarillo, Pepito Grillo, chófer, compañero leal... Al Pacino lograría su único Oscar con su interpretación de un militar ciego insoportable, pero su joven escudero causó sensación por su madurez interpretativa con apenas 22 años.



Pero ahí empezó a enfangarse su carrera haciendo de Robin en las peores películas de Batman (las de Joel Schumacher claro) y romanticismo sentimentaloide: Amor loco, En el amor y en la guerra.

Y desde entonces ha aparecido en series de televisión comerciales como Hawai 5.0 y NCIS: Los Ángeles y en papeles secundarios de películas olvidables como Limite vertical, Max Payne, Dinero en fuga, Como perros y gatos y Kinsey.

Hoy cumple 46 años y no tiene ninguna película pendiente por estrenar. Un talento perdido para la causa del séptimo arte.





A toda esta carrera maltrecha hay que añadir en positivo que la vida familiar de este actor es un auténtico milagro. En 2017 hará 20 años de matrimonio con la profesora Carolinge Fentress con la que ha tenido 5 hijos. Es católico practicante. Y esto hace de él no una rara avis, sino una especie en extinción que hay que proteger en un mundo donde el trabajo, la fama y los viajes devoran familias y amigos.

En este aspecto, Chris O´Donnell sí ha sabido elegir. Y que dure muchos años...

Os dejo una foto familiar. Bonita.

Ada Colau lo merece todo

Los secundarios en el cine y la tele cómica son fundamentales. Las réplicas son esenciales para que el gag funcione del todo. En este sketch reciente, José Mota está muy bien, como siempre, (también es que Ada Colau es un regalo de mujer) pero el secundario está pletórico haciendo de Bertín Osborne. Lo clava.

Aprovecho este breve post para levantar ánimos de los fans de Mota que están un poco abajo después del escaso éxito de la serie El hombre de tu vida. Esperábamos más, pero tampoco dramaticemos. Sigue siendo el Messi de los cómicos de España.



Examen a las 20 más taquilleras de la Historia del Cine

Más allá de si Lo que el viento se llevó (1939) la vieron muchos más espectadores que Avatar pero el precio era evidentemente distinto, éstas son actualmente las 20 películas más taquilleras en la taquilla mundial y en dólares. He puesto en la última columna la nota que yo le pondría a cada una y la valoración es positiva. Suspenden 5 y 4 sacan sobresalientes. La nota media es de un Bien.

Por géneros arrasa el fantástico (17) sobre el cine "realista" (3, contando con que Fast & Furious es acción imposible pero no salen hobbits ni hombres voladores). Tenemos 5 de superhéroes y 3 de animación (pensaban que iban a salir más). Por directores hay 3 cineastas con 2 películas cada uno : Joss Whedon, Michael Bay y por supuesto James Cameron.

Por años destaca 2015 con 5 títulos. La más veterana de la lista es Titanic (1997), y la última en llegar ha sido Star Wars, el despertar de la fuerza (2015).  

En general, se puede decir que el gran público de todo el mundo tampoco se suele equivocar demasiado, y que se puede hacer una obra maestra como Toy Story logrando además un taquillazo. Aunque no es nada fácil.

1
Avatar (2009)
2.788.000.000
8
2
Titanic (1997)
2.186.800.000
6
3
Star Wars: El despertar de la Fuerza (2015)
2.066.000.000
7
4
Jurassic World (2015)
1.669.000.000
7
5
Los vengadores (The Avengers) (2012)
1.519.600.000
7,5
6
Fast & Furious 7 (A todo gas 7) (2015)
1.511.700.000
3
7
Vengadores: La era de Ultrón (2015)
1.402.600.000
6
8
Harry Potter y las Reliquias II (2011)
1.341.500.000
6
9
Frozen: El reino del hielo (2013)
1.274.200.000
8,5
10
Iron Man 3 (2013)
1.215.400.000
7
11
Los Minions (2015)
1.157.300.000
4
12
Capitán América: Civil War (2016)
1.132.900.000
7
13
Transformers 3 (2011)
1.123.000.000
3
14
El retorno del rey (2003)
1.119.200.000
9
15
Skyfall (2012)
1.108.600.000
8
16
Transformers 4 (2014)
1.104.100.000
3
17
El caballero oscuro: La leyenda renace (2012)
1.084.400.000
7
18
Piratas del Caribe 2 (2006)
1.066.200.000
6
19
Toy Story 3 (2010)
1.063.100.000
9
20
Piratas del Caribe 4 (2011)
1.039.600.000
3



Nota Media
6,25

"La guerra": Kevin y Elijah

Ni tuvo éxito en su día ni ha pasado a la Historia del Cine. No es una película perfecta pero hay muchas cosas que hacen que sea muy recuperable. Aunque tiene algunos excesos de sentimentalismo, también hay escenas bien medidas. La relación padre-hijo (un tema universal que siempre da mucho de sí), la música de Thomas Newman, el reparto al completo (especialmente Kevin Costner en sus buenos años, o Elijah Wood en sus comienzos), y algunos diálogos muy acertados hacen que sea una película veraniega, bonita de ver y emotiva.

Apenas hay guerra en el campo de batalla como anuncia el título, pero sí en la cabeza de los que vuelven de allí. En definitiva, una de esas películas sureñas que suelo aconsejar cuando la actualidad del cine o el dvd no tiene más que superhéroes y distopías varias.



La pantalla grande se quedaría pequeña

En Galicia, dónde vivo desde hace 7 años, llueve. Mucho, no os lo voy a negar. Pero por eso precisamente cuando hace sol todo es aún más increíble. Y si además te encuentras en una de esas playas de arena fina en las que NO HAY NADIE, el momento es realmente cinematográfico. No me extraña que el mar sea un recurso tan socorrido en el séptimo arte. Tanto color y belleza no te la encuentras en el metro de Nueva York o paseando por la Piazza de España en Roma.  

"Broadchurch" (2ªT): Tan viva como siempre y con refuerzos

Cuando me enteré que Broadchurch iba a tener 2ª temporada me temí lo peor. La primera temporada había dejado todo bien atado, con un número de capítulos bien ajustado, y no parecía que su continuación tuviera algún sentido. Me equivocaba.

Por lo que he visto ya de la 2ª temporada puedo afirmar que el desarrollo de la historia está muy bien trabado, con 3 actores nuevos de mucho peso: Charlotte Rampling, James D´Arcy y Marianne Jean-Baptiste. Ya conocemos a los personajes principales pero esta vez se añade la investigacion de un caso nuevo.



Como sucedía en la primera temporada, el punto fuerte de la serie es el guión de una intensidad dramática envidiable, los actores, el uso de la música y especialmente la planificación. Pocas veces se puede encontrar una puesta en escena tan lírica, que compone una atmósfera de nostalgia por la familia que ya no puede disfrutar los paisajes y acantilados de Broadchurch.

Broadchurch junto con Happy Valley son el mejor ejemplo de series británicas rodadas como si fuese cine, que centran su atención en personas corrientes que tienen que lidiar con la tragedia imprevista.

Calificación: 7,5

Parpadeos vitales

Sólo podía hacer un movimiento. El parpadeo del ojo izquierdo: ese era su único medio de comunicación. Jean-Dominique Bauby, redactor jefe de la revista francesa Elle, padre divorciado con 3 hijos y apenas 42 años, sufrió un ataque cardiovascular en 1995 que le dejó un cuerpo completamente paralizado y una mente perfectamente consciente. Jean-Dominique vivió dos años más en esta situación en la que escribió un libro autobiográfico titulado La escafandra y la mariposa que en poco tiempo se convirtió en un éxito de crítica y público.

Julian Schnabel (Nueva York, 1951) recibió muy buenas críticas con esta adaptación cinematográfica con la que fue premiado en el último festival de Cannes como mejor director del año. Parte de un buen material, el libro autobiográfico de Jean-Dominique Bauby, una verdadera joya literaria que en su brevedad logra aunar humanismo y amenidad a la vez que huye de los vicios autocompasivos de muchos libros testimoniales. De una manera irónica y sencilla Jean-Dominique cuenta los pequeños viajes es capaz de realizar con su prodigiosa imaginación (la mariposa) desde su alma enjaulada en un cuerpo inmóvil (la escafandra).



Schnabel es consciente de las posibilidades visuales de un relato (metáforas visuales, planos desenfocados por la visión imperfecta del paciente, constantes saltos temporales y temáticos) y realiza una planificación atrevida a la vez que inteligible. Para ello ha contado con el director de fotografía habitual de Spielberg en los últimos tiempos: el polaco Janusz Kaminski (ganador de 2 Óscar por La lista de Schindler y Salvar al soldado Ryan). Desde este punto de vista la película involucra plenamente al espectador con planos cercanos y emotivos, que captan matices muy interesantes en unos personajes obligados a interpretar que no se derrumban ante la mirada del paciente inválido. Los actores, la mayoría conocidos intérpretes franceses excepto el eterno sueco Max Von Sydow, están a la altura.

Aparte, Schnabel ha contado con un buen guión de Ronald Harwood (ganador de un Oscar en 2002 por El pianista y escritor de otras adaptaciones interesantes como La versión Browning o el último Oliver Twist de Polanski). El guión es muy fiel al libro, manteniendo un buen ritmo en la narración y dejando detalles poéticamente sencillos que conmueven con medida. La diferencia fundamental es que Harwood se detiene más en los aspectos frívolos de la vida de Bauby: su carácter descreído y mujeriego, apenas esbozados en la novela. Esto hace que se intensifiquen algunos aspectos humorísticos del relato, y también que en algunos momentos la película pierda algunos metros de la profunda humanidad que rebosa el libro.



Aún así, la película desarrolla aspectos muy interesantes del vitalismo de Bauby, que huye de la autocompasión y se aferra a cosas pequeñas: su condición de padre limitado, pero padre al fin y al cabo, las cartas que recibe de sus amigos, la sensación de volver a la niñez en su invalidez… Estos detalles, a modo de breves parpadeos vitales, dan a la película la fuerza y el peso antropológico de las obras maestras.

Calificación: 8,5/10

"Motel Bates" (4ªT): Y sigue creciendo...

Pocas series son tan ejemplares en el desarrollo de tramas como Motel Bates. La tarea de hacer un precuela de tantos capítulos de una de las mejores películas de terror y una obra maestra de Alfred Hitchcock era muy ardua. Pero ya estamos en la 4ª temporada y los personajes siguen sorprendiendo. El guión está perfectamente medido para que la locura de Norman y la omnipresencia de su madre adquiera una riqueza dramática que sólo vemos en las grandes series: Breaking Bad, Mad Men, Justified o House.

Por otro lado los personajes secundarios que no aparecían en la película original tienen vida propia y acaban siendo tan interesantes como la pareja protagonista. Hay romance, filiación, tensión, asesinatos... Y aún queda mucho por contar; la serie ya ha sido renovada para una 5ª temporada.

Calificación: 8

Netflix también recupera la nostalgia reconocible

Me he quedado atontado viendo este trailer de la próxima serie de Netflix. Stranger Things se une a la corriente nostálgica que ya vimos en Super 8 o Héroes. Los elementos reconocibles de películas de los 80 de Spielberg y su productora Amblin son muy evidentes con las bicis, los cassettes, la música de John Williams, los chubasqueros, las gorras, monopatines. adolescentes fumando y bebiendo con toda paz.

Se estrena en julio y los creadores son Ross y Matt Duffer, que no acabaron de acertar con Wayward Pines. Pero esta serie pinta mejor. Me gustaría que estuviese Abrams o Drew Goddard en la producción para asegurar para asegurar la permanencia de un estilo que manejan mejor que nadie. Aún así daremos una oportunidad a esta nueva revisitación del cine fantástico y spielbergiano de la década de los 80.




"Preacher": Macarrada estilizada

Esta nueva serie de AMC está basada en un cómic sobre un predicador poseído de un misterioso espíritu que le otorga cualidades especiales. Dominic Cooper interpreta a un peculiar especie de justiciero vestido de negro con dos puntas metálicas en el alzacuellos que bebe y fuma constantemente.

Detrás de esta serie está, entre otros, Seth Rogen, el cómico rollizo que dirige, escribe y produce comedias zafias que han tenido un éxito en taquilla notable: Lío embarazoso, Superfumados, ¿Hacemos un porno?. Con estos referentes era difícil que la serie no fuese blasfema, gruesa y descerebrada. Sin embargo Preacher tiene varios guionistas de Breaking Bad que saben trazar los personajes con mucho talento, especialmente en los primeros capítulos. De esta manera la serie no es una gamberrada imbécil: una mezcla indigesta de Dominión, Sobrenatural con las películas de exorcismo más irracionales que son una verdadera plaga en el cine actual.



Además Preacher tiene algunas peleas coreografiadas con mucho talento. Resulta espectacular la pelea a muerte dentro de un coche atravesando un maizal, o la inesperada matanza dentro de un avión de lujo.

Conforme la serie avanza los ingenioso se vuelve macarra, primario y visceral. Los personajes empiezan a vomitar tacos y frases muy irrespetuosas con la facilidad con que machacan al enemigo utilizando todo tipo artes: golpes, patadas, hachazos y, no podía faltar, ese romántico instrumento tan admirado en este género: la motosierra.

Hay que reconocer que hay estilo en la planificación, la edición y la música, pero esto no es suficiente para levantar una historia que carece de brújula, que va dando palos de ciego a uno y a otro lado sin esforzarse en crear una coherencia interna y unos personajes que aportan algo más que un estilismo macarra que acaba por ser agotador.

Calificación: 6/10

"Noir": la quintaesencia del cine

Tiene 72 años pero sus libros no dejan de contagiar entusiasmo juvenil por el cine. En esta ocasión José Luis Garci ha escogido el cine negro (“noir” en francés, el idioma en el que se definió el género): el género que más le gusta, un poco por encima del western. Por ahora los lectores han respondido con claridad; en pocos días se agotó la 1º edición de 2000 ejemplares.

Noir tiene una primera parte muy parecida al estilo de otros libros del director madrileño como Mirar, Beber, Latir… de cine o Entrevistas. Con capítulos breves (algunos publicados en la revista Nickel-Odeon), Garci intenta llegar a la esencia de clásicos como Perdición de Billy Wilder, Scarface de Howard Hawks o Laura de Otto Preminger, y algunas de las revisiones actuales del cine negro como Atrapado por su pasado de Brian de Palma, L.A. Confidential de Curtis Hanson o Seven de David Fincher.



Esta primera parte tiene el nivel habitual de la escritura y el interés cinematográfico de los textos de Garci. Es decir; sobresaliente. Aunque puede tener el inconveniente que a algunos les resulte más de lo mismo. La ventaja de este libro es que tiene una parte más original dentro de la obra del escritor que es el diccionario de directores del cine negro.

Esta selección y análisis de los que él considera los maestros del cine negro tiene el sello inconfundible de Garci. Apenas hay fichas técnicas, cronologías, datos de nacimiento, e incluso hay una afirmación contundente; este diccionario ha sido escrito sobre la macha, sin revisar fuentes y en apenas dos semanas de trabajo. Lo que resultaría un capricho irresponsable en cualquier otro caso, en Garci es un modus operandi necesario. Una forma de trabajar de un artista que tiene tanto cine en su memoria (que dice que está perdiendo: no lo parece), que puede permitirse el lujo de trabajar así sacando a la luz todo lo que se le ha quedado grabado, que ha sido mucho.



El diccionario va desde una breve y entusiasmado comentario de Ben Affleck (al que considera el joven con más talento del cine negro actual con películas como The Town o Adiós pequeña, adiós) a los estudios más extensos de grandes maestros como Alfred Hitchcock o Fritz Lang. En todos ellos hay un torrente de datos, planos imborrables, aciertos y desaciertos de un cine cocinado a fuego lento en el que se funden buena literatura, corrupción, diálogos disparados con más crueldad e inteligencia que las balas de una ametralladora…

Y sobre todo actores que hacen que uno dude quiénes son los buenos y quiénes los malos: Bacall y Bogart, Barbara Stanwyck, Edward G. Robinson, Marlene Dietrich, Gene Tierney, Rita Hayworth, James Cagney, Steve McQueen, Paul Newman, Kim Basinger o Al Pacino.

Noir, José Luis Garci. Editorial Notorius, 2013 (23,95 €)

Un siglo de Gregory Peck

Ganó un Oscar por Matar a un ruiseñor, una de las mejores adaptaciones cinematográficas de la literatura. En este caso la emblemática novela de Harper Lee. Como Spencer Tracy o James Stewart se especializó en interpretar el hombre corriente, honesto y bueno con una naturalidad y una economía gestual que le convertiría en uno de los favoritos de espectadores de todo el mundo.

TCM ha realizado este breve resumen de su carrera ciinematográfica con motivo del centenario de su nacimiento.



Por si os habéis quedado con ganas de saber más de este actor, dejo un documental más desarrollado de su vida. Tiene la gran ventaja de que esta contado por el propio Gregory Peck: un hombre enamorado de su trabajo, perfeccionista y cercano en el trato.

Bayona y Spielberg en los mismos zapatos

La de Spielberg llegará primero (en julio) y la de Bayona después (en octubre). No sabemos quién ganará la batalla en taquilla pero dudo que estos dos directores estén felices por haber coincidido en una historia tan similar. A priori está mejor vendida en el trailer la de Bayona que la de Spielberg pero veremos qué pasa. Hace unos años coincidieron 3 versiones de Blancanieves y cada una salió ganando en su estilo muy diferenciado. Ojalá suceda algo parecido.





"The Librarians": Otra estúpida versión de Indiana Jones

La cadena SyFy no para de inventar. El problema es que lo que inventa suele ser ñoño o bastante idiota. En The Librarians hay una biblioteca secreta subterránea en la que hay grandes secretos por descubrir. El Indiana Jones de turno es una especie de elegido que poco tiene que ver con el perfil de Harrison Ford. Le acompaña una ayudante rubia y guapa que acaba de descubrir ese nuevo mundo.

Quizás para un público infantil de cierta edad , a partir de los 10 años por ejemplo, la serie sea más o menos entretenida. Los guionistas demuestran imaginación para generar un ambiente mágico con un presupuesto muy corto, pero los personajes, los diálogos y los giros son evidentes o inverosímiles.



El creador de esta serie blanca y amable para un público amplio es John Rogers, un director, productor y guionista de series como Las aventuras de Jackie Chan, Las reglas del juego o The Player y películas tan fallidas como Catwoman y El núcleo. Teniendo en cuenta estos antecedentes, The Librarians es una serie que no agrede al espectador y que procura mantener la atención con un notable esfuerzo de producción y efectos especiales muy baratunos. Pero la literatura y el cine se han casado muchas veces y esta no es de las bodas más logradas.

A mí la historia se me cae por completo a los 15 minutos del relato, pero hay muchos espectadores que conectan con The Librarians. En Estados Unidos ha logrado una comunidad de fans considerable que han favorecido una 2ª y 3ª temporada.

Calificación: 5

"Outcast": Robert Kirkman de los mil demonios

El género de terror vive una era dorada después de varias décadas recluido en la serie B o incluso Z. A pesar de algunos aciertos puntuales como Seven o El sexto sentido, los 70 y 80 fueron mejores en este sentido que el final del del siglo XX y los comienzos del siglo XXI. Con series como Motel Bates o The Walking Dead y cineastas como James Wan (Insidious o The Conjuring) o M. Night Shyamalan (El bosque, La visita) hemos entrado en una nueva etapa, con personajes más logrados y menos ferretería sangrienta.

Outcast es una serie de uno de los creadores de The Walking Dead, Robert Kirkman. Y da miedo, mucho miedo. El suspense es total pero todo lo que parece haber detrás de cada uno de los personajes es un infierno abismal, muy bien caracterizado con imágenes tremendas que por ahora no recurren a los intestinos o mutilaciones en vivo.



Por ahora sólo he visto el piloto que me ha entusiasmado, pero habrá que ver como se desarrolla y sobre todo como finaliza las múltiples tramas entrecruzadas. Los actores son rostros poco conocidos pero que están fabulosos, especialmente el niño poseído que hace una interpretación complejísima.

Con 10 capítulos en su primera temporada ya ha logrado renovar por una 2ª temporada. Mantendré informado sobre la evolución de la serie.

Calficación: 7/10

"Fred Claus" o el baile más insoportable del actor más insoportable

Érase una vez un hermano de Santa Claus (Vince Vaughn) que era muy malo, muy rebelde y muy envidioso. Todo lo contrario que su hermano Nicolas (Paul Giamatti) que era bueno, muy bueno. Todos le adoraban, menos su hermano Fred que escapa del Polo Norte y se va a vivir a la ciudad. Lógicamente, con el paso de los años Fred se mete en problemas y tendrá que volver con su hermano Nicolas al Polo Norte para ganarse la vida en la fábrica de juguetes.



La ventaja y el peligro de películas como Fred Claus es que el juicio de todo lo que se ha visto antes y lo que se verá después suele ser más subjetivo. Porque hay películas buenas, malas, fallidas, pretenciosas, irregulares… y luego está Fred Claus. Una especie de abismo de Helm cinematográfico en el que no sé como han podido sumergirse Paul Giamatti, Miranda Richardson, Rachel Weisz, Kathy Bates… ¡Hasta Kevin Spacey! 

Tienen la ventaja de que pasan desapercibidos ante la interpretación de Vince Vaughn, que está sencillamente insoportable (escenas como la del baile con el elfo enano o la pelea de bolas de nieve con Giamatti está cercano al patetismo de ver bailar en un concierto a la cantante de La oreja de Van Gogh ó a Salinas intentando imitar a Andrés Montes en los partidos de la Sexta).

La película se hace eterna porque los chistes no tienen gracia, los personajes son todos muy tontos, muy simples y el guionista, al menos aquí, carece absolutamente de ingenio. Se salva el diseño de producción y el vestuario. Si a uno eso le vale…
Calificación: 2/10

"Pequeñas mentirosas": No cabe más

Rosewood, cuatro amigas se reúnen un año después de que la “líder” del grupo, Alison haya desaparecido misteriosamente. Las cuatro tienen además algo en común y es que están recibiendo mensajes de un anónimo que conoce los secretos que sabía Alison. Todo comienza cuando el cuerpo de la joven aparece, pero el anónimo sigue enviando mensajes a las protagonistas.

Si el argumento ya tiene sus giros, la evolución de la serie es una voltereta constante de cuatro pijas y petardas mentirosas en tramas rocambolescas de vuelta y vuelta. Además los diálogos son un disfrute para el telespectador en busca de la peor frase, la más postiza, la que hace que un personaje merezca ser asesinado cuanto antes.



La creadora de la serie es Marlene King, una directora y guionista especializada en cine y televisión para mujeres (Amigas para siempre, Devuélveme mi suerte). Como toda producto de entretenimiento vulgar y folletinesco, los personajes no tienen ni pies ni cabeza, actúan con el corazón, impulsivamente, variando de registro constantemente. Sí aún así uno se aburre, siempre tiene hilo musical en cada escena con canciones melosas y baladas lentas con voz susurrante.

Pequeñas mentirosas sigue la estela de Gossip Girl, Revenge o Scandal, culebrones con exceso de autoestima, encantados de haberse conocido y orgullosos de ser comida basura para un público amplio y una plaga de seguidores fanáticos que le perdonan todo con tal de que la serie no acaba nunca, Y por ahora no defrauda; ya tenemos la séptima temporada y un total de 140 capítulos.  

Calificación 5/10

Los primeros pasos de Matt y Ben

Tenían 27 y 25 años y acababan de ganar su primer Oscar. El rubio se caracterizaría por ser uno de los mejores actores de su generación, el moreno por consolidarse como uno de los más grandes cineastas del género policíaco. Pero el Oscar lo recibieron en su faceta de guionistas de El indomable Will Hunting, dirigida por Gus Van Sant. Era el año 1998.

He seleccionado 3 de las escenas más brillantes de esta película en la que se ve el riesgo y la creatividad de estos primerizos. Todas han pasado a la Historia del Cine por su fuerza dramática y su capacidad para facilitar que los personajes se metan en el bolsillo a espectadores de todo el mundo. Han pasado casi 20 años y la película sigue siendo una de las favoritas del público, que ésta vez tiene muchos motivos cinematográficos para quererla.





Cine que duele y que cura

No recuerdo una película con la que haya sufrido tanto como con El hijo de Saúl, película húngara ganadora de casi todo este año (Oscar, Globo de Oro, Cannes). Esta vez comprendo lo que dice Carlos Boyero pero no lo comparto.

El argumento se centra en los campos de exterminio nazis. Pero no se alarmen, el estilo y el tono no tienen nada que ver con el que utilizó Spielberg hablando de tema tan estremecedor en la magistral La lista de Schindler. La voluntad de Laszlo Nemes es que lo que ocurre en la pantalla se vea poco y mal (la fotografía es voluntaria y abusivamente oscura), imagino que para acentuar el horror, y que tampoco entiendas con claridad lo que está ocurriendo. O sea, que tu imaginación no pare de currar. Un prisionero judío, enrolado a la fuerza en el macabro trabajo de los crematorios, reconoce un día a su hijo en uno de los cadáveres. O tal vez imagina que es su hijo. No está claro. En cualquier caso, decide que el niño muerto se merece una sepultura como manda Yavé y no el bárbaro anonimato. Es ese tipo de cine en el que no logro enterarme de casi nada. Seguro que recibirá un premio notable.



En el fondo de esta crítica en Cannes esta el hartazgo festivalero de un crítico de cine que lleva vistas muchas muermos pedantes y engolados calificados como obras maestras que nadie se atreverá ver fuera de un Festival de Cine. Y es verdad que esta película húngara es ardua, diferente y durísima en lo que cuenta, por lo que hay que estar preparado. Yo lo estaba y la verdad es que la película me ha fascinado. 

El hijo de Saúl una manera de contar el archiconocido Holocausto judío muy inteligente. No vemos primeros planos claro de la barbarie pero si oímos gritos, imágenes borrosas en los que se intuyen cuerpos desnudos, cabizbajos, unos a punto de morir y otros preparando las cámaras de gas. Tremendo sí, pero finalmente esperanzado porque en el personaje principal hay una lucha imbatible, una meta por alcanzar que le hace un héroe conmovedor. 

Victor Fankl explicaba en El hombre en busca de sentido que lo que le ayudó a sobrevivir en los campos de concentración es mantener la ilusión en pensar en la familia que tenía fuera. Ese amor que trasciende incluso el horror más inhumano es el protagonista también de El hijo de Saúl, una obra maestra de estilo personal que te deja tocado pero no hundido.

Calificación: 9/10 

"Rick and Morty": Locura creativa divertidísima

Dan Harmon, creador de la sitcom universitaria Community, sigue dando muestras de estar muy mal de la cabeza. Pero muy mal. En Rick and Grimes es el principal responsable de la serie junto con Justin Roiland, otro actor y escritor de series locas como Hora de aventuras o Pecezuelos.

En esta serie de animación Rick, un viejo científico que eructa, babea, viaja en el tiempo e inventa cosas increíbles vive todo tipo de aventuras en otras galaxias, mundos y tiempos junto a su estúpido nieto Morty.



Hay bastante más de Los Simpson que de Padre de familia en esta serie de animación para adultos. Hay algunos toques de zafiedad pero que no llegan a ser tan monotemáticos y enfermizos como en South Park. Lo fundamental es el ingenio constante en diálogos y situaciones imaginativas dibujadas con voluntaria sencillez y un estilo de ciencia-ficción de serie B que le va muy bien al tono de la serie.

Un capítulo de Rick and Morty es como una montaña rusa en que nunca te esperas las cuestas y las curvas casi te hacen salir volando por los aires. Hay mordacidad, ironía y crítica a casi todas las estupideces del mundo actual, pero no hay cinismo cerrado sino más bien una carcajada reparadora. Para mí todo un descubrimiento nuevo para oxigenar neuronas ante tanta serie clónica de manual.

Calificación: 7,5/10

"Flesh and Bone"; Más sexo que danza

Moira Walley-Beckett es el nombre de la creadora de esta serie. Suena más bien poco pero ha sido una de las colaboradoras más importantes de Vince Gilligan en los guiones y la producción de Breakng Bad. Flesh and Bone tiene mucho que ver con Cisne negro, la película del petulante Darren Aronofsky por la que Natalie Portman consigió un Oscar que merecía hace años.

Tanto en la serie como en la película el mundo de la danza se observa desde una optica enfermiza, traumática y sexualizada. Drogas, gritos, envidias, humillaciones, lesiones y sexo como única forma de medrar en la profesión. La vida de una bailarina de danza es todo menos bella y delicada.


El episodio piloto ya deja claro que estamos ante una serie que va desnudar a sus protagonistas una y otra vez, con motivo o sin él. Este capítulo inicial está al nivel de muy pocos en cuanto al protagonismo de las obsesiones sexuales de los protagonistas. True Blood, Juego de tronos, Girls... Todas  de HBO, y Flesh and Bone no, pero da lo mismo. La cadena Starz no acaba de dar con un estilo propio y por ahora copia sin pudor del estilo brutal de HBO en ficciones tan fallidas como Outlander, Black Sails o Los demonios de Da Vinci. 

Flesh and Bone es la mejor serie de Startz con mucha diferencia porque tiene buenos actores, una historia con muchas posibilidades, una fotografía y música muy cuidada... Pero tiene tal cantidad de lugares comunes, giros exagerados y efectismos que es muy difícil no ver la tramoya de tanto engaño. No hay arte sino utilitarismo sexual y comercio de cuerpos que jamás dejan que su alma transpire. Así sólo queda un grupo de personajes que tarde o temprano se igualaran al vender todo su ser al empresario de turno o al coreógrafo insoportable con tal de triunfar en el ballet. Y la danza es más que eso. Mucho más.

Calificación: 5/10

"Si Dios quiere": el espíritu de Juanfran

Los que somos del Atleti y a los que nos gusta el cine cómico italiano estamos de fiesta. La épica y el estado de grandeza del equipo y del género cinematográfico en Italia van de la mano. Y no lo digo sólo porque la final de la Copa de Europa haya sido en Milán. Hay otra coincidencia.

La película Si Dios quiere ha arrasado en taquilla en Italia gracias a sus reconocibles señas de identidad; espontaneidad, simpatía, diálogos vivos con ironía latina, imaginación en los giros cómico. Pero, al igual que al Atlético de Madrid, le ha faltado levantar finalmente la dichosa Copa. Casi toda la película es maravillosa, arriesgada, contracorriente... Pero al final pierde en los penaltis.


Al igual que al Atlético de Madrid hay que reconocerle en temporadón que ha hecho en Europa cargándose a los mejores equipos del momento, Si Dios quiere también tiene un méritos mayúsculos. Para empezar se atreve a mostrar un cura simpático, joven y guapo que no dice nada contrario al Catecismo de la Iglesia Católica, ni tampoco es gay, mujeriego o pedófilo. Es un cura que reza, celebra Misa e incluso sabe sonreír. Increíble.

Enfrente del personaje del sacerdote interpretado por Alessandro Gassman (gran elección de casting), hay un médico adulto, padre de dos hijos mayores, una eminencia en su profesión... Y un verdadero gilipollas insoportable al que el buen cura intentará humanizar e incluso hacerle pensar sobre la posibilidad de que no estemos solos en la galaxia.

Por todos estos motivos choca una elección de guión que hace que lo políticamente correcto y superficial aparezca cuando menos te lo esperas. La película sigue siendo divertida pero no llega a la excelencia de otras tan sobresalientes con carga de profundidad y simpatía al estilo de la inigualable Maktub. Al igual que el Atleti, el director novel de la película tendrá otra oportunidad. Seguro. Talento tiene, sólo hace falta meter los penaltis dentro de la portería y no contentarse con llegar a la gran final. Y entonces... Seguiremos creyendo.

La película se estrena en España este viernes 10 de junio.

Calificación: 7,5/10



"13 horas": Michael Bay regenaration

Ya le daba por perdido con tanto Transformers, series playboy de piratas y lesbianas (Black Sails) o salvadores del mundo engominados en un mundo terminal (The last ship). Pero Michael Bay ha vuelto a hacer una buena película, algo que no veíamos desde 2005 cuando realizó La isla (su mejor producción junto con La roca).

13 horas. Los soldados secretos de Bengasi está basada en esas historias reales de supervivencia basadas en los conflictos norteamericano de Oriente Medio. La película dura casi dos horas y media de tiroteos, bombardeos, persecuciones... Un auténtico asedio en medio del caos que sin embargo resulta interesante de principio a fin, con unos personajes sencillitos pero bastante creíbles. Me encanta el cómico John Krasinki metido en la piel de un padre de familia numerosa que se juega la vida en cada fotograma.

El guión de Chuck Hogan (The town. Ciudad de ladrones) deja que los personajes se tomen descansos mínimos en medio del infierno para desarrollar sus miedos, dudas, humor negro y nostalgia del hogar. Todo muy arquetípico pero que funciona bastante bien.

Técnicamente la película es espectacular en todo; explosiones, planificación visual, música... En eso Michael Bay, cuando deja a un lado la pantalla verde, siempre ha sido un director muy capaz. Que le dure este buen momento antes que vuelva con su más que temible Transformers 5.

Calificación: 7/10



Previsiones más que satisfechas

Fue portada en Fila Siete y por eso hace unas semanas ya hablé algo de ella. Y no me ha defraudado en absoluto esta original película de un solo acto que te mantiene en tensión-reflexión del primer al último plano. Un guión muy difícil con un enorme dilema moral, personajes bien pulidos de perfiles atractivos que no caen en la fácil manipulación de sentimientos.



El reparto está formidable y la música es un vehículo perfecto para ajustar un ritmo dramático y narrativo que sólo tienen las películas verdaderamente grandes. Ésas pocas que cada año que pasa se ponen más guapas.

Con diferencia es la mejor película que ha dirigido Gavin Hood (Tsotsi, El juego de Ender y Expediente Anwar) y que ha escrito Guy Hibbert (Omagh , Cinco minutos de gloria). Y alegra que por fin Aaron Paul allá encontrado un personaje en condiciones lejos de Breaking Bad.

Un homenaje sobresaliente al gran Alan Rickman.

Calificación: 8´5/10

"El arte de Walt Disney": el libro que convenció a Lasseter

Más que una biografía, este libro es una enciclopedia fundamental sobre la animación cinematográfica y digital. Generoso en ilustraciones, muchas de ellas inéditas, El arte de Walt Disney es un clásico enriquecido con varias actualizaciones. La última es de 2011, e incluye el gran negocio de la animación moderna: la venta de Pixar a Disney por 7400 millones de dólares en 1995.

Es precisamente John Lasseter, fundador de Pixar, el que escribe el prólogo de este libro. “Pocos libros han cambiado el curso de mi vida, y este es uno de ellos. El libro de Chris fue uno de los primeros que elevó el trabajo de animación de Walt Disney a la categoría de arte que yo le otorgaba. Me reafirmó en la elección de mi profesión y en mi amor por todo lo que tuviese que ver con Disney, y me animó a seguir dibujando y soñando”. Estas palabras del director de Toy Story reflejan la importancia de este libro, el más completo sobre Walt Disney, uno de los grandes genios de la Historia del Cine.




Desgraciadamente, en los últimos años se han publicado demasiado reportajes sensacionalistas sobre la vida de este imaginativo creador. Quizás por eso, esta nueva revisión de Christopher Finch sirva para reconocer a este pionero del mundo de la animación.

Desde que Walt Disney empezó a trabajar en 1919 en una empresa de anuncios rudimentarios de animación, el espíritu emprendedor de este cineasta superó las enormes dificultades técnicas y económicas de los comienzos. Su primer gran logro, la creación de Mickey Mouse, llegó después de que un compañero se apropiase del precedente conejo Oswald. Ahí comenzó la superación de una carrera de obstáculos que tuvo el primer gran premio en la ceremonia de los Oscar de 1932. Disney ganaría sus dos primeros Oscar (en total ganaría 22) por la creación del ratón Mickey y el cortometraje de animación Flores y árboles.




Pero aún quedaba por ganar la primera maratón. En los primeros años 30 Disney comienza un viaje por Europa en el que toma fotografías de los grandes clásicos de la pintura y compra decenas de cuentos juveniles. Uno de ellos, Blancanieves de los Hermanos Grimm, será el argumento de su primer largometraje en 1937.Después vendrían, según el autor del libro, las dos grandes obras maestras de Disney: Pinocho (1940), basado en el cuento del italiano Carlo Collodi y Fantasía (1942), un verdadero concierto que fundía música clásica y animación.


Desde Eisenstein a Chaplin pasando por el presidente de Estados Unidos, la admiración por los dibujos animados producidos por este fumador empedernido no hizo más que crecer con películas como Dumbo, Bambi, La Bella Durmiente, El libro de la selva, Alicia en el País de las Maravillas o 101 dálmatas.




Tras la muerte de Walt Disney en 1966 cuando apenas acababa de cumplir 65 años, la gran productora de dibujos animados tardó en reponerse de esta pérdida. Gracias a artistas como Ron Clementes, Rob Minkoff, Alan Menken o John Lasseter, los dibujos animados volvieron a brillar como en sus comienzos con grandes películas: La sirenita (1989), La Bella y la Bestia (1991), El Rey León (1994) o Toy Story (1995).

El arte de Walt Disney (De Mickey Mouse a Toy Story). Christopher Finch. Editorial Lunwerg, 2011. 504 páginas, 59,50 €

"La vida en piezas": ni tanto ni tan poco

Empezó en 2015 con la poderosa sombra de la multipremiada y popular Modern Family. Y no es tan tendenciosa pero tampoco tan divertida. Son fragmentos cortos de vida, cuatro por capítulo, muy desiguales. Lo mejor es que predomina el tono amable que además defiende a la familia como núcleo necesario. Y me alegro mucho.

Entre los actores hay buena química con una variedad de caracteres muy conseguida. Dianne West siempre está fantástica pero aquí su personaje resulta voluntariamente lelo e ingenuo, muy alejado del rol de psiquiatra madura que fascinaba a Gabriel Byrne en la serie de Rodrigo García En terapia

El creador es Justin Adler que lleva 15 años trabajando en series que no han llegado a la primera fila de la clase: Big Day, Samantha ¿qué? o Como la vida misma. La vida en piezas probablemente sea su mejor aportación hasta ahora.

Recientemente la serie ha renovado por una 2ª temporada después de arrasar en audiencia en Estados Unidos.

Calificación: 6/10

"Psicosis": El principio de todo

Como bien cuenta la película Hitchcock, el mago del suspense realizó Piscosis en un momento incierto de su carrera. Se esperaba mucho de él después de triunfar con una divertida comedia de intriga titulada Con la muerte en los talones.

En este documental por breve por los 50 años de Psicosis se analiza la importancia de esta película en la filmografía de Hitchcock, en el genero de terror y en la Historia del Cine.

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