Con 41 años Ewan McGregor se convirtió ayer en el actor más joven en recibir el Premio Donostia. El escocés es uno de los grandes de su generación, un artista polivalente capaz de meterse en personajes tan distintos como los protagonistas de Moulin Rouge, A tumba abierta, Big Fish o Star Wars.
El actor presentaba además Lo imposible, la esperada película de Juan Antonio Bayona, la segunda en recrear un tsunamí después de Más allá de la vida de Clint Eastwood.
Bayona hace una película muy spielbergiana en espectacularidad y algunos planos "homenaje" al Rey Midas. Sólo hay que ver el plano de Naomi Watts frente al cristal que tiembla de miedo ante la llegada de la catástrofe. Además el empeño por reflejar la importancia de la maternidad y la paternidad recuerda mucho al director de Cincinati. La película demuestra además que Bayona es capaz de hacer una gran superproducción al estilo norteamericano.
Quizás la película no tenga toda la emoción que debería y quizás el final sea demasiado seco. Pero Lo imposible es un filme importante de un cineasta que crece muy rápido.
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Donostia se suma a la bronca nacional con luto, silencio y mosqueo kurdestaní
Quedaba mal eso de que en Madrid hubiese manifestaciones y palos y en San Sebastian siguiésemos con flashes y sonrisas. Así que solidaridad total. Películas de luto, recogida de alfombra roja y toque de queda. Desértico Donosti con sólo una película en competición oficial presentado con gran mosqueo del director Bahman Ghobadi (ganador de dos Conchas de Oro por Las tortugas también vuelan y Media luna). Según el director del Kurdistán iraní, la copia de Fasle Kargaden que se ha proyectado esta mañana no tenía bien sincronizado el sonido (algo que no he percibido, sinceramente), por lo que se ha negado a dar rueda prensa hasta que "podamos" ver la versión buena que sí se va a proyectar esta tarde llegada directamente de Estambul.
No me veo repitiendo aunque la película cuenta una historia interesante de un poeta recién salido de la cárcel en busca de su bella mujer (la italiana Monica Bellucci, que hoy se quedó sin alfombra), y del hombre que le mantuvo durante años apartado de ella. Es una película turca, es decir, turca, pero Ghobadi tiene un talento bastante universal para contar historias. Y siempre te deja detalles visuales muy originales y sugerentes, algo que muestra bien el trailer de la peli.
The attack del director libanés Ziad Doueiri que fue ayudante de cámara de Quentin Tarantino, es un buen ejemplo del cine que intenta acercarse al terrorismo islámico con enfoques novedosos. En este filme se explora el desconcierto de Amin Jaafari, un cirujano israelí de origen palestino, completamente integrado en la sociedad de Tel Aviv. Tiene un matrimonio feliz, una carrera brillante y numerosos amigos judíos. Cuando un ataque suicida en un restaurante deja diecinueve muertos y la policía israelí le confirma que su mujer, que también ha muerto en la explosión, era la causante del atentado.
Una historia muy dura, muy bien contada al principio y al final, tumbativa en los tremendos interrogatorios pero que peca de excesivos momentos "Crash" (música a lo Mark Isham, cámara cercana, momentos de reflexión para el espectador, muy al estilo de la oscarizada película de Paul Haggis). El director consigue meterte en una piel de lo más incómoda, acercándote a un planteamiento muy matizado y sugerente sobre un problema complejo: las personas que teniendo una educación y una cultura occidental, se sienten libremente atraídos o obligatoriamente incrustados en el islamismo radical. En este sentido la película recuerda en su planteamiento argumental y personajes a los de la serie norteamericana Homeland (recientemente triunfadora en los Emmy).
Y acabo rápido con All apologies, de la china Emily Tang que cierra el (sospechosamente reducido), tramo Babel de este Festival. Dramón trágico que sin embargo te deja frío para lo fuerte que te cuenta. La historia es demasiado culebrón con niños que mueren en accidente, violaciones en busca de recuperar el niño perdido... Según la directora, la vida misma. Es una manera de verlo. Yo no la incluiré en mi lista de las 10 películas chinas que aconsejo a los que piensan que el cine chino es para cortarse las venas.
Mañana vuelve España, Occidente, Hollywood y la alfombra roja a San Sebastián con el estreno de Lo imposible de Juan Antonio Bayona. Hasta entonces toque de queda. A recuperar sueño o a ver el Betis-Atlético de Madrid, duelo por la segunda plaza con Falcao como estrella invitada que promete desplegar su particular alfombra roja en las dos áreas (es que se juega primero en un campo y luego otro, lo digo por ti Sara, que sé que te has quedado desconcertada con la metáfora).
No me veo repitiendo aunque la película cuenta una historia interesante de un poeta recién salido de la cárcel en busca de su bella mujer (la italiana Monica Bellucci, que hoy se quedó sin alfombra), y del hombre que le mantuvo durante años apartado de ella. Es una película turca, es decir, turca, pero Ghobadi tiene un talento bastante universal para contar historias. Y siempre te deja detalles visuales muy originales y sugerentes, algo que muestra bien el trailer de la peli.
The attack del director libanés Ziad Doueiri que fue ayudante de cámara de Quentin Tarantino, es un buen ejemplo del cine que intenta acercarse al terrorismo islámico con enfoques novedosos. En este filme se explora el desconcierto de Amin Jaafari, un cirujano israelí de origen palestino, completamente integrado en la sociedad de Tel Aviv. Tiene un matrimonio feliz, una carrera brillante y numerosos amigos judíos. Cuando un ataque suicida en un restaurante deja diecinueve muertos y la policía israelí le confirma que su mujer, que también ha muerto en la explosión, era la causante del atentado.
Una historia muy dura, muy bien contada al principio y al final, tumbativa en los tremendos interrogatorios pero que peca de excesivos momentos "Crash" (música a lo Mark Isham, cámara cercana, momentos de reflexión para el espectador, muy al estilo de la oscarizada película de Paul Haggis). El director consigue meterte en una piel de lo más incómoda, acercándote a un planteamiento muy matizado y sugerente sobre un problema complejo: las personas que teniendo una educación y una cultura occidental, se sienten libremente atraídos o obligatoriamente incrustados en el islamismo radical. En este sentido la película recuerda en su planteamiento argumental y personajes a los de la serie norteamericana Homeland (recientemente triunfadora en los Emmy).
Y acabo rápido con All apologies, de la china Emily Tang que cierra el (sospechosamente reducido), tramo Babel de este Festival. Dramón trágico que sin embargo te deja frío para lo fuerte que te cuenta. La historia es demasiado culebrón con niños que mueren en accidente, violaciones en busca de recuperar el niño perdido... Según la directora, la vida misma. Es una manera de verlo. Yo no la incluiré en mi lista de las 10 películas chinas que aconsejo a los que piensan que el cine chino es para cortarse las venas.
Mañana vuelve España, Occidente, Hollywood y la alfombra roja a San Sebastián con el estreno de Lo imposible de Juan Antonio Bayona. Hasta entonces toque de queda. A recuperar sueño o a ver el Betis-Atlético de Madrid, duelo por la segunda plaza con Falcao como estrella invitada que promete desplegar su particular alfombra roja en las dos áreas (es que se juega primero en un campo y luego otro, lo digo por ti Sara, que sé que te has quedado desconcertada con la metáfora).
Traca de petardos en Donosti
Todo Festival tiene que innovar, sorprender y, por descontado, aburrir de vez en cuando para que la profesión de crítico de cine no sea tan gratificante. Este año hay que reconocer que las películas estaban sorprendiendo. Contaban historias, argumentos que avanzaban, cine que se entendía y entretenía. Con excepción de la Experiencia Rebollo (por favor no se pierdan la entrevista al director en el Diario Vasco y una crítica de la peli a modo de antídoto), todo estaba siendo demasiado asequible.
Pero siempre hay un día negro. Uno de esos en los que uno piensa si lo mejor no hubiese sido hacer caso a mamá y papá y hacer una oposición, un máster y esas cosas que te capacitan para ganar pasta durante toda tu vida de sueldo, horario y muermo fijo. Iré rápido a ritmo de traca, por la cosa de no aburrirles más de lo que ya me he aburrido yo. Y la colección de petardos es generosa.
Después de Lucía. Acercarse a la sección Horizontes Latinos siempre es peligroso. Hasta ayer no tuve valor. Eran las 2 de la tarde, otra peli a las 16:30, en fin, que uno no está uno para bromas y la salida es fácil, pasillo, puerta a la derecha. Y la verdad es que aguanté hasta el final. Pero tengo que decirlo: ¿Hay algún mejicano al que no torturen, violen, secuestren, droguen o corten la cabeza en algún momento de su vida? Mira que me molesta que los norteamericanos pinten ese país como la Babilonia del delito (El fuego de la venganza, Salvajes), pero es que se lo ganan a pulso. ¿Qué es Después de Lucía? Una niña adolescente que se le muere la madre, los compañeros abusan de ella, la humillan, miccionan encima suya, la golpean... ¿Y ella que hace? Callar. Debe pensar, claro, como soy mejicana, ¿qué menos? La peli tiene planos larguísimos excesivos, está bien interpretada, pero lo siento, ya he visto demasiados homenajes a Iñarritu.
Apres Mai: Vino Assayas (Carlos, Clean, Las horas del verano), el director, a presentarla en la Zabaltegui. Dijo que era una película para los jóvenes de ahora... No veo yo colas de palomiteros descerebrados comprando una entrada para ver una peli francesa de más de dos horas sobre Mayo del 68. Y eso que los actores no profesionales cumplen, pero la peli es muy pesada. Quizás porque quiera expresar que los jóvenes del 68 se aburrían mucho con la cosa de no ir a clase. Parece que ese es el principal motivo por el que escribían pasquines, hacían pintadas en los colegios y huían de la poli. El comunismo se está poniendo muy aburrido en el cine y yo para recordar a los estudiantes fumando con melenas y minifalda me quedo con una canción de Ismael Serrano o Sabina cuando se pone nostálgico. Y acabo antes.
Die Libenden o The Dead and the living: Peli austriaca de una directora de Viena nacida en 1970. Sección oficial. Intentona de ser distinta con músicas distintas y una narración a saltos que sin explicarte nada te pone delante de una chica que protagoniza sexo inmediato (dos en 10 minutos de peli, para que luego digan de Bigas, hermanita de la caridad), se pregunta si su abuelo es de las SS, entrevista a chicos para un programa estilo Operación Triunfo. Y yo preguntándome ¿Y esta quién es? ¿Qué hace? ¿Por qué esta aquí? ¿Por qué no la matan?
Venuto al mondo de Sergio Castellito (No te muevas), con Penélope, que por ahí andará huyendo de la prensa. Lo siento, no pienso perseguirla. No es mi tipo, a mí la que me pone a sus pies es Chus Lampreave con sus 81 años (qué gozada de entrevista, solos, ella, yo y el sol donostierra que no pica en la terracita del María Cristina, ya les contaré). Pero volvamos. Es la película más pitada y la que más carcajadas ha provocado de manera involuntaria. El culebrón es tremendo con Sarajevo por medio, Penélope yéndose con uno, dos, tres y al final ese niño ¿de quién es Penélope? Ojo Pe, que todo queda en IMDB, y desde Volver seguimos esperando-TE.
Pero siempre hay un día negro. Uno de esos en los que uno piensa si lo mejor no hubiese sido hacer caso a mamá y papá y hacer una oposición, un máster y esas cosas que te capacitan para ganar pasta durante toda tu vida de sueldo, horario y muermo fijo. Iré rápido a ritmo de traca, por la cosa de no aburrirles más de lo que ya me he aburrido yo. Y la colección de petardos es generosa.
Apres Mai: Vino Assayas (Carlos, Clean, Las horas del verano), el director, a presentarla en la Zabaltegui. Dijo que era una película para los jóvenes de ahora... No veo yo colas de palomiteros descerebrados comprando una entrada para ver una peli francesa de más de dos horas sobre Mayo del 68. Y eso que los actores no profesionales cumplen, pero la peli es muy pesada. Quizás porque quiera expresar que los jóvenes del 68 se aburrían mucho con la cosa de no ir a clase. Parece que ese es el principal motivo por el que escribían pasquines, hacían pintadas en los colegios y huían de la poli. El comunismo se está poniendo muy aburrido en el cine y yo para recordar a los estudiantes fumando con melenas y minifalda me quedo con una canción de Ismael Serrano o Sabina cuando se pone nostálgico. Y acabo antes.
Die Libenden o The Dead and the living: Peli austriaca de una directora de Viena nacida en 1970. Sección oficial. Intentona de ser distinta con músicas distintas y una narración a saltos que sin explicarte nada te pone delante de una chica que protagoniza sexo inmediato (dos en 10 minutos de peli, para que luego digan de Bigas, hermanita de la caridad), se pregunta si su abuelo es de las SS, entrevista a chicos para un programa estilo Operación Triunfo. Y yo preguntándome ¿Y esta quién es? ¿Qué hace? ¿Por qué esta aquí? ¿Por qué no la matan?
Venuto al mondo de Sergio Castellito (No te muevas), con Penélope, que por ahí andará huyendo de la prensa. Lo siento, no pienso perseguirla. No es mi tipo, a mí la que me pone a sus pies es Chus Lampreave con sus 81 años (qué gozada de entrevista, solos, ella, yo y el sol donostierra que no pica en la terracita del María Cristina, ya les contaré). Pero volvamos. Es la película más pitada y la que más carcajadas ha provocado de manera involuntaria. El culebrón es tremendo con Sarajevo por medio, Penélope yéndose con uno, dos, tres y al final ese niño ¿de quién es Penélope? Ojo Pe, que todo queda en IMDB, y desde Volver seguimos esperando-TE.
Afrancesado y maduro Trueba
Hay demasiadas cosas que me han gustado de El artista y la modelo de Fernando Trueba, presentada en la sección oficial. Es una película que habla del proceso creador de un artista con profundidad, poesía y tacto, sin llegar a ser pedante ni repelente. En mi opinión quizás le sobra algún exceso de retórica y cierta redundancia en la primera media hora, pero hay que tener en cuenta que el material era muy resbaladizo.
El artista y la modelo es desde luego una película grande, muy bien interpretada y cuidada hasta el detalle (se nota que el director ha tardado años en madurarla con la intención de dedicarsela a su hermano Máximo, escultor fallecido en 1996). La pareja Cardinale-Lampreave es una verdadera delicia, un ejemplo de personajes secundarios que enriquecen el argumento central. La película tiene mucho silencio, habitualmente inteligente y necesario, aunque está tan bien dialogada la película (la visita del nazi, las conversaciones del artista y su musa), que echas de menos en algunos tramos un mayor desarrollo narrativo que poético.
Lo que no acabo de entender es el blanco y negro. Siempre le da un tono clásico pero pierdes los matices del color que son necesarios en una película tan contemplativa. Me hubiese resultado extraño que Victor Erice lo hubiese utilizado el El sol del membrillo (película bastante conectada con la de Trueba).
Puestos a pedir más, creo que a la película no le hacía falta la sombra cínica y desesperanzada tan característica del director madrileño. Pocos artistas pueden permitirse ser luminosos en una película tan honda sin caer en la cursilería con exceso de didáctica. Y Trueba podía haberlo hecho, pero no ha querido tomando una decisión muy concreta que marca toda la película. La belleza como el ser humano para el director es y será una pasión inútil.
El artista y la modelo es desde luego una película grande, muy bien interpretada y cuidada hasta el detalle (se nota que el director ha tardado años en madurarla con la intención de dedicarsela a su hermano Máximo, escultor fallecido en 1996). La pareja Cardinale-Lampreave es una verdadera delicia, un ejemplo de personajes secundarios que enriquecen el argumento central. La película tiene mucho silencio, habitualmente inteligente y necesario, aunque está tan bien dialogada la película (la visita del nazi, las conversaciones del artista y su musa), que echas de menos en algunos tramos un mayor desarrollo narrativo que poético.
Lo que no acabo de entender es el blanco y negro. Siempre le da un tono clásico pero pierdes los matices del color que son necesarios en una película tan contemplativa. Me hubiese resultado extraño que Victor Erice lo hubiese utilizado el El sol del membrillo (película bastante conectada con la de Trueba).
Puestos a pedir más, creo que a la película no le hacía falta la sombra cínica y desesperanzada tan característica del director madrileño. Pocos artistas pueden permitirse ser luminosos en una película tan honda sin caer en la cursilería con exceso de didáctica. Y Trueba podía haberlo hecho, pero no ha querido tomando una decisión muy concreta que marca toda la película. La belleza como el ser humano para el director es y será una pasión inútil.
"El muerto y ser feliz": el rebollismo para los rebollistas
Que un artista intente agotar su especie tiene sus ventajas y sus inconvenientes. ¿Es de agradecer que un director de cine en 2012 intente hacer distinto? Depende, que dirían en la terra galega. Si esa rareza consigue ser más o menos universal se convierte en genialidad. Si no.... pues ahí los tienen. Ese grupo de directores como Wes Anderson, Jim Jarmusch y, en España, Javier Rebollo.
El director de La mujer sin piano (película aquejada de estilitis aguda según Alberto Fijo), acaba de presentar El muerto y ser feliz un ejercicio altamente metacinematográfico. Una voz en off monótona más que contar la película, persigue al espectador inocente durante todo el metraje que observa como todo se lo cuentan dos y tres veces. La voz en off (1) nos adelanta lo que vemos (2) y en muchos casos escuchamos en boca de los personajes (3). La historia es lo de menos. Tiene su gracia en algunos momentos pero a la media hora una ya está harto de tanta metanoia estilística, de personajes tan huecos y diálogos tan sacrificados en el altar de la pura (y sobre todo dura) creatividad.
Como cortometraje podía estar bien, como largo desde luego no funciona. Seguimos esperando que Rebollo nos cuente "algo". Por ahora sólo ha enseñado una forma, original desde luego, de no contarnos nada. Y los no rebollistas nos sigue gustando más que, como Ozon o Berger, nos cuenten algo original de manera original.
El director de La mujer sin piano (película aquejada de estilitis aguda según Alberto Fijo), acaba de presentar El muerto y ser feliz un ejercicio altamente metacinematográfico. Una voz en off monótona más que contar la película, persigue al espectador inocente durante todo el metraje que observa como todo se lo cuentan dos y tres veces. La voz en off (1) nos adelanta lo que vemos (2) y en muchos casos escuchamos en boca de los personajes (3). La historia es lo de menos. Tiene su gracia en algunos momentos pero a la media hora una ya está harto de tanta metanoia estilística, de personajes tan huecos y diálogos tan sacrificados en el altar de la pura (y sobre todo dura) creatividad.
Como cortometraje podía estar bien, como largo desde luego no funciona. Seguimos esperando que Rebollo nos cuente "algo". Por ahora sólo ha enseñado una forma, original desde luego, de no contarnos nada. Y los no rebollistas nos sigue gustando más que, como Ozon o Berger, nos cuenten algo original de manera original.
Los juegos de Ozon
François Ozon presentó hoy en Sección Oficial una de las pelis más interesantes que hemos visto en este Festival: Dans la maison (En la casa). Jugueteando con la realidad y la ficción consigue una película irónica y muy ácida partiendo de una obra teatral del madrileño Juan Mayorga. El argumento se centra en un profesor de literatura harto del analfabetismo existencial de sus alumnos que de repente encuentra un niño prodigio en su propia clase. El alumno es consciente de la admiración de su tutor y desarrolla, como si fuese un folletín, una novela que diariamente entrega a su profesor.
Ozon sorprende con un ritmo ágil y divertido después de la aburrida e insulsa Potiche. Con unos actores soberbios entre los que destaca como siempre Kristin Scott Thomas (a la que cada vez se la ve más integrada en el cine europeo), y su marido en la película Fabrice Luccini, el director francés muestra sin piedad hasta donde puede el arte confundir la realidad. El novelista adolescente que navega en una ficción-realidad enfermiza alentado por su tutor, es una metáfora cruel de la educación y el arte que se desentienden del bien y la bondad en busca de una belleza prohibida.
Una película que te deja pensativo después de haberte hecho reír tiene mucho mérito. Ozon te mete en una casa de la que es difícil salir y a la que uno desea regresar. El juego de dobles lecturas que propone la peli es tan sugerente porque el director francés logra despistar al espectador con giros sorprendentes y golpes de ingenio constantes. No es el primer director que juega con la realidad y la ficción ni será el último. Pero Dans la maison ya cuenta con registro y voz propia. Y el cine francés ya tiene otro título más a añadir a la considerable lista de películas sobre la educación y el arte verdaderamente necesarias.
"Salvajes": la jungla de Oliver
Hoy he podido entrevistar al director y actor secundario de Salvajes: Oliver Stone y Benicio del Toro. Como cabía esperar Oliver ha hablado más de política que de cine, y Benicio al revés. Pero de la entrevista ya hablaré más tarde, vayamos a la película presentada en la sección Zabaltegui.
Salvajes amenaza con ser una continuación del look de Asesinos natos y Giro salvaje, las dos películas más ultraviolentas de Oliver Stone. Y en realidad tiene momentos tremendos, pero esta vez hay un tono más luminoso. Una luz salvaje que ilumina con todo el color posible a auténticos personajes de la selva. Lo sorprendente de la película es la complicidad de Stone con estos tipos que matan y viven del delito entre rayas de coca y cachimbas rellenas de todo tipo de hierbas del bosque animado.
La película navega durante casi dos horas en busca del entretenimiento más eficaz. Benicio es maligno, abusador, machista, pero la jefa es Salma, mujer fatal, madre coraje, serpiente venenosa. Y en frente dos jóvenes vividores que comparten rubia. Uno es budista, otro más pragmático y dispuesto a mancharse las manos de sangre. Ambos comparten el oficio de narcos de lujo en su casa mejicana a la orilla del mar. Salma y Benicio amenazan al negocio del trío hippie ante la atenta mirada del poli corrupto (John Travolta).
La película intenta huir de la sombra alargada de Tarantino y lo consigue a ratos. Sobre todo cuando Oliver se pone moralista e intenta que el espectador empatice con el mundo salvaje de drogas, sexo y dinero. Eso no lo hace Quentin. Por eso, entre otras cosas, es tan grande.
Resultado. Ni un aplauso. Ni uno en el pase de prensa. La trampa y cartón de Oliver es demasiado evidente. Se nota que la película intenta entretener a toda costa con personajes extremos, anclados en su ser tópicos. Y sobre todo el planteamiento del director queriendo ser revolucionariamente salvaje acaba siendo inocentemente pijo. Los héroes de Stone acaban siendo niños de papá que viven de escándalo gracias a la explotación del indígena. Así es la jungla de Oliver, por más que haya algún que otro muerto, alguna que otra escena violenta. Aquí más que Giro al infierno es Inmersión y retoce en la casa de Mamma Mía.
Calificación: 4
Salvajes amenaza con ser una continuación del look de Asesinos natos y Giro salvaje, las dos películas más ultraviolentas de Oliver Stone. Y en realidad tiene momentos tremendos, pero esta vez hay un tono más luminoso. Una luz salvaje que ilumina con todo el color posible a auténticos personajes de la selva. Lo sorprendente de la película es la complicidad de Stone con estos tipos que matan y viven del delito entre rayas de coca y cachimbas rellenas de todo tipo de hierbas del bosque animado.
La película navega durante casi dos horas en busca del entretenimiento más eficaz. Benicio es maligno, abusador, machista, pero la jefa es Salma, mujer fatal, madre coraje, serpiente venenosa. Y en frente dos jóvenes vividores que comparten rubia. Uno es budista, otro más pragmático y dispuesto a mancharse las manos de sangre. Ambos comparten el oficio de narcos de lujo en su casa mejicana a la orilla del mar. Salma y Benicio amenazan al negocio del trío hippie ante la atenta mirada del poli corrupto (John Travolta).
La película intenta huir de la sombra alargada de Tarantino y lo consigue a ratos. Sobre todo cuando Oliver se pone moralista e intenta que el espectador empatice con el mundo salvaje de drogas, sexo y dinero. Eso no lo hace Quentin. Por eso, entre otras cosas, es tan grande.
Resultado. Ni un aplauso. Ni uno en el pase de prensa. La trampa y cartón de Oliver es demasiado evidente. Se nota que la película intenta entretener a toda costa con personajes extremos, anclados en su ser tópicos. Y sobre todo el planteamiento del director queriendo ser revolucionariamente salvaje acaba siendo inocentemente pijo. Los héroes de Stone acaban siendo niños de papá que viven de escándalo gracias a la explotación del indígena. Así es la jungla de Oliver, por más que haya algún que otro muerto, alguna que otra escena violenta. Aquí más que Giro al infierno es Inmersión y retoce en la casa de Mamma Mía.
Calificación: 4
"Argo": la falta de complejos de Affleck
Y Affleck salió de Boston sin dejar de ser Affleck. Argo es una película política con carga de acción, drama, heroísmo y, como novedad, una acertada dosis de comedia gracias a unos divertidos Alan Arkin y John Goodman.
La realidad y la ficción se confunden en Argo como ya sucedió en su gran opera prima Adiós pequeña, adios. Si su primera película coincidió temporalmente con el caso Madeleine, su tercer filme se estrena con las embajadas de Estados Unidos asediadas en Oriente Medio después de la polémica película sobre Mahoma.
Como ha dicho el propio Affleck hoy en el Kursaal, "si la historia de Argo no fuese real sería inconcebible". Un plan de rescate de unos diplomáticos norteamericanos en Irán que consiste en simular un rodaje de Hollywood en el lugar del conflicto es una idea de locos. Pero así sucedió. Y el director, actor y guionista la cuenta sabiendo que tiene una historia muy original, bien apoyada en personajes de carne y hueso. Con una estética setentera que coincide con el momento en que sucedieron los hechos, Affleck te mantiene en vilo y centra la historia en un humanismo norteamericano sin complejos.
Porque la película no se arrodilla y pide perdón por ser norteamericano, a pesar de un prólogo durísimo y muy eficaz contra lo que Estados Unidos hizo con Irán en el tercer cuarto del siglo XX. "Mi película se enorgullece de personas que se juegan la vida por los demás. Es un humanismo que me gusta reflejar en mis películas, no me arrepiento de ello".
La película es muy completa y a la altura de las dos anteriores de Affleck. Además es distinta y muy matizada a la hora de reflejar un tema tan complejo. El también director George Clooney participa en la producción de la peli y se nota. El trabajo de estos dos tipos tan astutos es de agradecer, un entretenimiento sugerente que no me extrañaría que el paso del tiempo haga crecer aún más.
Calificación: 8
La realidad y la ficción se confunden en Argo como ya sucedió en su gran opera prima Adiós pequeña, adios. Si su primera película coincidió temporalmente con el caso Madeleine, su tercer filme se estrena con las embajadas de Estados Unidos asediadas en Oriente Medio después de la polémica película sobre Mahoma.
Como ha dicho el propio Affleck hoy en el Kursaal, "si la historia de Argo no fuese real sería inconcebible". Un plan de rescate de unos diplomáticos norteamericanos en Irán que consiste en simular un rodaje de Hollywood en el lugar del conflicto es una idea de locos. Pero así sucedió. Y el director, actor y guionista la cuenta sabiendo que tiene una historia muy original, bien apoyada en personajes de carne y hueso. Con una estética setentera que coincide con el momento en que sucedieron los hechos, Affleck te mantiene en vilo y centra la historia en un humanismo norteamericano sin complejos.
Porque la película no se arrodilla y pide perdón por ser norteamericano, a pesar de un prólogo durísimo y muy eficaz contra lo que Estados Unidos hizo con Irán en el tercer cuarto del siglo XX. "Mi película se enorgullece de personas que se juegan la vida por los demás. Es un humanismo que me gusta reflejar en mis películas, no me arrepiento de ello".
La película es muy completa y a la altura de las dos anteriores de Affleck. Además es distinta y muy matizada a la hora de reflejar un tema tan complejo. El también director George Clooney participa en la producción de la peli y se nota. El trabajo de estos dos tipos tan astutos es de agradecer, un entretenimiento sugerente que no me extrañaría que el paso del tiempo haga crecer aún más.
Calificación: 8
"Blancanieves" de Triana
¡Olé! Así tenía que responder el público a esta enésima versión de Blancanieves (la tercera en un año). Esta vez en mudo y con un blanco y negro. Más díficil todavía. Más genial aún. Pablo Berger da todo una lección de hasta donde puede llegar el ingenio. Con una película que refleja toda la luz y el arte de Andalucía sin el sabor paleto que nos dejan los acercamientos hollywoodienses a nuestra piel de toro (Manolete es la última, pero no la única).
Coincido con los que dicen que Blancanieves es mejor que The artist. Más divertida, más personal y menos acartonada. Y mucho mejor montada. Maribel se merecería el Oscar de una vez por todas. Y los ojos de Inma Cuesta, Macarena García y Sofia Oria un monumento. Menuda opera prima la del bilbaíno Pablo Berger. Ocho años ha tardado en hacerla. Un título más a la lista de "La edad dorada del cine español".
Calificación: 9´5
Coincido con los que dicen que Blancanieves es mejor que The artist. Más divertida, más personal y menos acartonada. Y mucho mejor montada. Maribel se merecería el Oscar de una vez por todas. Y los ojos de Inma Cuesta, Macarena García y Sofia Oria un monumento. Menuda opera prima la del bilbaíno Pablo Berger. Ocho años ha tardado en hacerla. Un título más a la lista de "La edad dorada del cine español".
Calificación: 9´5
Haneke no escribe poemas de amor
Una prueba de que el cine actual se está volviendo loco es que en Cannes se premie una película de Haneke titulada Amor, y en Venecia Kim Ki-duc se lleve el Leon de Oro por Piedad. Ni lo uno ni lo otro. Ni el alemán ni el surcoreano son de los que les gusta que el espectador se sienta cómodo en la butaca.
Amor ganó la Palma de Oro en Cannes y ayer inauguraba la sección Zabaltegui del Festival. Con un trío protagonista sensacional (Jean Louis Trintignant, Emmanuelle Riva e Isabelle Huppert), el director bávaro Michael Haneke cuenta la historia de un matrimonio que sufre la enfermedad degenerativa de la mujer. Es la manera de ponerse romántico del director de las crueles, certeras e incómodas Funny Games, Caché o La cinta blanca.
"¡Maldito Haneke!" decía ayer una de los periodistas que acudió al pase. No era para menos. Que tiene talento no hay duda. Inmenso talento para no dejarte indiferente, para revolcarte en la ciénaga existencial de una vejez sin sentido, para engañarte con una ternura momentánea que acaba con un golpe seco y definitivo.
Como todo lo de Haneke, Amor es muy minoritaria. Sólo accesible a los que aceptan un tempo lento, una reflexión dolorosa y un cine sin concesiones a la bondad o la empatía.
Calificación: 8
Amor ganó la Palma de Oro en Cannes y ayer inauguraba la sección Zabaltegui del Festival. Con un trío protagonista sensacional (Jean Louis Trintignant, Emmanuelle Riva e Isabelle Huppert), el director bávaro Michael Haneke cuenta la historia de un matrimonio que sufre la enfermedad degenerativa de la mujer. Es la manera de ponerse romántico del director de las crueles, certeras e incómodas Funny Games, Caché o La cinta blanca.
"¡Maldito Haneke!" decía ayer una de los periodistas que acudió al pase. No era para menos. Que tiene talento no hay duda. Inmenso talento para no dejarte indiferente, para revolcarte en la ciénaga existencial de una vejez sin sentido, para engañarte con una ternura momentánea que acaba con un golpe seco y definitivo.
Como todo lo de Haneke, Amor es muy minoritaria. Sólo accesible a los que aceptan un tempo lento, una reflexión dolorosa y un cine sin concesiones a la bondad o la empatía.
Calificación: 8
Zinemaldia 2012: Comenzando que no es poco
Una nueva edición, la nº60 del Festival de Cine de San Sebastian, ha comenzado con la llegada de Richard Gere y Susan Sarandon. Dos viejos conocidos, dos Premios Donostia, una película correcta presentada en la sección oficial fuera de concurso: Arbitrage (El fraude).
Esta opera prima de Nicholas Jarecki un matrimonio que en medio de la crisis económica y la explosión inmobiliaria intenta mantener intacto su poder y riqueza. En la rueda de prensa Sarandon ha comparado esta película con la muy poco valorada Wall Street 2, de Oliver Stone. No es la única referencia, la crisis está de moda y ahí tenemos grandes películas como Margin Call, The Company Men, Inside job o Malas noticias. Arbitrage se queda lejos de todas ellas porque no llega a ser tan certera, tan humana, tan tumbativa.
Casi todos los problemas están en el guión del propio Jarecki que no desarrolla bien los personajes y hace demasiado evidentes los diálogos y la trama financiera. Ellos están bien pero se echa de menos a Susan, que tiene un personaje muy cortito que sólo le deja lucirse en la mejor escena de la película.
Eso sí, la presencia de la pareja protagonista ha revolucionado San Sebastián con su cercanía y naturalidad. Comenzando, que no es poco...
Esta opera prima de Nicholas Jarecki un matrimonio que en medio de la crisis económica y la explosión inmobiliaria intenta mantener intacto su poder y riqueza. En la rueda de prensa Sarandon ha comparado esta película con la muy poco valorada Wall Street 2, de Oliver Stone. No es la única referencia, la crisis está de moda y ahí tenemos grandes películas como Margin Call, The Company Men, Inside job o Malas noticias. Arbitrage se queda lejos de todas ellas porque no llega a ser tan certera, tan humana, tan tumbativa.
Casi todos los problemas están en el guión del propio Jarecki que no desarrolla bien los personajes y hace demasiado evidentes los diálogos y la trama financiera. Ellos están bien pero se echa de menos a Susan, que tiene un personaje muy cortito que sólo le deja lucirse en la mejor escena de la película.
Eso sí, la presencia de la pareja protagonista ha revolucionado San Sebastián con su cercanía y naturalidad. Comenzando, que no es poco...
"Lincoln", de una vez por todas
Pocos proyectos han sido tan comentados como el de esta película que finalmente se estrenará en enero de 2013. El trailer muestra la misma línea del último Spielberg (War Horse), a la sombra de su maestro John Ford que ya hizo una película titulada El joven Lincoln protagonizada por Henry Fonda.
¿Obra maestra o película excesiva? A Spielberg ya le toca hacer una película grande pero el patriotismo le suele perder. Veremos.
¿Obra maestra o película excesiva? A Spielberg ya le toca hacer una película grande pero el patriotismo le suele perder. Veremos.
"Sherlock", muy cerca de Nolan
Hace unos días volví a ver el último capítulo de la segunda temporada de Sherlock. En mi opinión, el mejor. Tiene mucho del universo Nolan. Me recuerda en muchos giros a El caballero óscuro (el bien que debe de huir, morir, disfrazarse de mal para que el mundo siga teniendo cuatro coordenadas básicas) y Origen (una idea puede matarte, convertirte en la nada más absoluta).
Y lo de Moriarty es una obra de arte, eso es un "malo" y lo demás son tonterías. La inteligencia perversa que destila el personaje es de lo mejor que he podido ver una pantalla de cine y televisión. Sólo la maléfica Alice de Luther llega a ese nivel de astucia sugerente. ¡Qué ganas de ver esas dos esperadísimas terceras temporadas!
Y lo de Moriarty es una obra de arte, eso es un "malo" y lo demás son tonterías. La inteligencia perversa que destila el personaje es de lo mejor que he podido ver una pantalla de cine y televisión. Sólo la maléfica Alice de Luther llega a ese nivel de astucia sugerente. ¡Qué ganas de ver esas dos esperadísimas terceras temporadas!
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