Juan Tejero es uno de los escritores de cine más conocidos de nuestros país. Nacido en Madrid en 1966, en 1992 fundó la revista Cinerama, que dirigió durante nueve años, y en 1998 la editorial T&B Editores. Ha trabajado en prensa, televisión y radio. Hace unos años escribió esta enciclopedia de
los rodajes norteamericanos más conflictivos y anecdóticos. En total tres
volúmenes imponentes en el que se dedican más de 1500 páginas a explorar todo
lo que sucede antes de que el proyector se ponga en marcha.
La edición es muy atractiva con un material fotográfico muy completo (en
total, casi 5000 fotografías), que aligera los textos y hace fácil la lectura.
En este sentido, tiene especial interés la sección “La película en imágenes”,
que resume la historia que cuenta la película con fotogramas originales del
film.
Otro atractivo indudable de esta
obra es que Tejero escoge películas tan conocidas como Star Wars, El Padrino o Lo
que el viento se llevó.
Evidentemente las reseñas de los
rodajes no tienen la misma calidad; algunas de hecho resultan muy poco
interesantes por su brevedad y concisión. Por el contrario, otras como las de El mago de Oz o Lawrence de Arabia pueden llegar a resultar demasiado exhaustivas.
Por otro lado, algunos echaran de menos un tono a veces más cinematográfico, no
tan centrado en anécdotas de berrinches y amores cruzados de las estrellas de
Hollywood caracterizadas por su exceso de ego.
Aún con estos pequeños
inconvenientes, hay que reconocer que estamos ante una obra muy bien
documentada, que aporta un conocimiento cercano de lo que cuesta sacar adelante
cada segundo de celuloide. Más si cabe cuando el director de la película se
llama John Houston y le interesa más cazar elefantes que
rodar La reina de África. O cuando a
uno le da por contratar al actor que combina la condición de ser el mejor y a
la vez el más intratable: Marlon Brando.
O simplemente tenemos a Bogart diciendo que el problema no es que él lleve una copa de más, sino
que el mundo lleva una copa de menos.
Pero nada comparado con lo que Francisc Ford Coppola fue capaz de
hacer en el rodaje de Apocalypse Now (casi
se le muere Martin Sheen en plena
catarsis de interpretación). Leyendo estas y otras historias del libro de Juan
Tejero uno entiende que estos chicos que se dedican al cine, aparte de
apasionados por su trabajo, tienen un importante componente de locura irracional.
Eso sí, gracias a su paciencia, tenemos obras imperecederas. Como decía Billy Wilder al referirse a los
caprichos en el plató de la insoportable Marilyn
Monroe: "Sobre la
impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tía en Viena que
estaría en el plató cada mañana a las seis y sería capaz de recitar los
diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querría verla?”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario