Con Kubo y las dos cuerdas mágicas, Laika producciones aspira a casi todo (Oscar incluido a la mejor película de animación). Pero sigue sin entusiasmarme. Es la más bella y sugerente de la productora (Los Boxtrolls, El alucinante mundo de Norman o Coraline) y tiene momentos fantásticos, pero hay un momento en que los personajes y las situaciones me parecen tediosas y extravagantes. Me ha pasado con todas las Laika producciones, tienen destellos de creatividad que me parecen estupendos sólo durante la primera media hora.
La expresidad de los gestos, el uso del color, el paisaje, la música... Todo es rematadamente perfecto pero hay una distancia que no consigo superar. En este caso el alma oriental de la película no tenía porque ser un problema ya que adoro películas de animación de Miyazaki y Hosoda. Sin embargo aquí me quedo sin ritmo narrativo y luces universales que me ayuden a acercarme a la obra de arte. Puede ser un problema personal, aunque pienso que Laika también podría preguntarse por qué Pixar encandila a todo el mundo haciendo obras maestras y ellos no.
Calificación: 7´5
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