El director y guionista de 8 citas ha hecho una de esas películas que suponen un paso adelante. Aura Garrido y Javier Pereira devoran la cámara y aprovechan un guión que confía plenamente en ellos, en unos diálogos que hablan de las relaciones juveniles con un tono que sorprende por su profundidad, por no acudir a lugares comunes y convenciones generacionales muy trilladas.
No es una apuesta fácil, pero el resultado es muy brillante en planificación, en el uso de la música, en los silencios y miradas, en la interpretación. Es curioso que la película comparta sección con Ayer no termina nunca de Isabel Coixet. La temática tiene sus semejanzas pero la voz de Sorogoyen tiene un acento muy personal que hace que la película interese y emocione de principio a fin. Una de esas películas que uno se lleva puesta unos días. Una de esas que te hacen pensar y hablar sobre ella. Casi nada. Una de las gratas sorpresas en lo que llevamos de Festival.
No es una apuesta fácil, pero el resultado es muy brillante en planificación, en el uso de la música, en los silencios y miradas, en la interpretación. Es curioso que la película comparta sección con Ayer no termina nunca de Isabel Coixet. La temática tiene sus semejanzas pero la voz de Sorogoyen tiene un acento muy personal que hace que la película interese y emocione de principio a fin. Una de esas películas que uno se lleva puesta unos días. Una de esas que te hacen pensar y hablar sobre ella. Casi nada. Una de las gratas sorpresas en lo que llevamos de Festival.
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