El vestido de Cenicienta

Es una pena que la Cenicienta de Kenneth Branagh tenga un guión tan patoso de Chris Weitz (Un niño grande, La brújula dorada) porque el vestuario, las localizaciones y la dirección artística es de matrícula de honor. No recordaba tal despliegue en una pantalla grande. El ingenio y gusto de cada decorado, vestido, el tono de cada iluminación... Todo es fascinante y no es casualidad. Uno por uno están casi todos los componentes del equipo habitual de Martin Scorsese.

El vestuario es de Sandy Powell, nominada 10 veces a los Oscar en los últimos 20 años y ganadora de 3 estatuillas por La reina Victoria, El aviador y Shakespeare enamorado. Sólo hay que ver la escena en la que el hada madrina "diseña" el vestido de Cenicienta y el posterior baile con el príncipe para entender la grandeza de su trabajo. Y los vestuario de Cate Blanchett y sus estúpidas hijas es apoteósico, con una elegancia maligna y chillona muy elocuente.

Tampoco extraña que el fascinante diseño de producción depende de un gran maestro: el italiano Dante Ferretti (ganador de 3 Oscar por Sweeney Todd, El aviador y La invención de Hugo), acompañado por su colaboradora habitual, la romana Francesca Lo Schiavo. El diseño de la carroza dorada, los exteriores e interiores del palacio del príncipe o los bosques que terminan en acantilados hacen que el cuento sea realmente mágico. Su trabajo brilla especialmente gracias a labor del del director de fotografía: el chipriota Haris Zambarloukos (Thor, Mamma Mía, El último gran mago).

Es una pena que la música del británico Patrick Doyle carezca de la personalidad y no esté a la altura de lo que vemos en pantalla. No es problema de una película, en realidad este elegante compositor lleva demasiados años tirando de manual en demasiados trabajos. Quedan ya muy lejos sus mejores bandas sonoras (Sentido y sensibilidad, La princesita, Harry Potter y el cáliz de fuego).

Cenicienta costó 90 millones de dólares muy bien invertidos ya que no sólo brillan en la gran pantalla sino que también han facilitado el éxito de la película. Por ahora la película de Kenneth Branagh ya lleva más de 550 millones de dólares en taquilla y aún le queda camino por recorrer. ¿Quién le iba a decir al director de Los amigos de Peter o Lo más crudo del crudo invierno que iba a terminar triunfando en Hollywood con películas de superhéroes, princesas y agentes especiales?