"La catedral del mar": Mole sin arte

La novela de Ildefonso Falcones en la que se basa esta serie ha sido uno de los mayores éxitos editoriales en España en los últimos años. El apodado "Ken Follet español" (por las similitudes entre La catedral del mar y Los pilares de la tierra) cuenta la historia del hijo de un campesino en la Barcelona feudalista del siglo XIV. Todo es tragedia y conflicto en una vida de pruebas constantes de supervivencia: violaciones, hambre, asesinatos, traiciones...

La medida es asequible: una temporada de 8 capítulos de una hora de duración. El director es Jordi Frades, un experto en series y películas históricas de calidad: Isabel, La corona partida. Los guionistas son Antonio Onetti (Amar es para siempre, GAL), Sergio Barrejón (Servir y proteger, La sonata del silencio) y Rodolf Sirera (La señora, Mar de Fons), responsable del libreto del episodio piloto.

El diseño de producción es bueno, aunque sin llegar a la excelencia en la recreación histórica de series como Isabel y Carlos, Rey Emperador. En el reparto hay algunos de los mejores actores de nuestro país como Pablo Derqui, Ginés García Millán, Nora Navas o Michelle Jenner, y otros habituales de la televisión que no transmiten ninguna emoción como Daniel Grao, Aitor Luna o Alain Hernández.



Últimamente no suelo escribir críticas de serie después de ver el episodio piloto. La experiencia demuestra que una serie puede crecer o derrumbarse con el avance de la temporada. Sin embargo esta serie merece un primer comentario por la expectación que ha generado y porque dudo que cambie demasiado. Al fin y al cabo los grandes problemas de esta serie vienen de la novela, escrita para impactar y mantener el interés a cualquier precio. El retrato de la época es lúgubre y plano, con personajes crueles, ricos e inhumanos enfrentados a inocentes campesinos hambrientos. Ya el punto de partida me produce mucha distancia. La manera de generar dramatismo es menos sutil que una canción de Maluma. Consiste en seleccionar personajes y acribillarlos a golpes hasta que se les caiga la piel a tiras.

Muere un niño y echan la culpa al hijo del campesino, se casa un pobre y secuestran y violan a la esposa sin estrenar, castigan a una criada y la matan desnuda a latigazos ante la mirada de todo el servicio... Todo muy a lo Juego de tronos pero con personajes anónimos y diálogos banales. Por otro lado el actor protagonista en este episodio inicial (Daniel Grao) te deja indiferente. Me gustaría que Natalia de Molina, Nora Navas y Ginés García Millán tuviesen mejores frases y unos personajes más desarrollados para aprovechar todo su talento, pero no es así.

Supongo que en la galería de generalidades y simplezas en los próximos capítulos habrá más violaciones, muertes y calamidades a la clase campesina. Y ahí seguro que se incorporarán la Iglesia y la Inquisición como los Reyes de las tinieblas medievales dispuestos a aniquilar el arte, la ciencia y la bondad humana. Apuesto lo que queráis.

Calificación: 5/10            


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