Nunca he comprendido lo de hacerse selfies y subir a instagram autofotos mías sólo o acompañado. Pero hay gente para todo. Hace unas horas coincidí con mi madre en frente del María Cristina y en ese momento entraba Hugh Grant. Así que nos acercamos a verle. No había muchísima gente, salía el sol y el actor británico saludo tranquilamente a todo el mundo uno por uno. Y ahí estaba mi madre con sus gafas de sol esperando tranquilamente al protagonista de Nothing Hill cuando ha aparecido un tipo al que le cegó el momento. Arrolló a mi madre (que tampoco es que sea muy complicado; no es lanzadora de peso) y me arrolló a mí (que eso ya es más jodido; 1´97 cm, 96 kilos y en ascenso) y a mi pobre móvil.
El jugador de Rugby que irrumpió en el momento mágico logró la puñetera foto que buscaba. Pero también perdió otras cosas por el camino. Esas que ganó mi madre. I love you Mama.
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