"Le Mans´66": James Mangold es mejor cineasta de lo que pensamos

La filmografía de este director y guionista neoyorkino de 55 años sigue sorprendiendo con nuevos giros. Hasta ahora ya había puesto el listón altísimo en un buen número de géneros: comedia de acción (Noche y día), thriller psicológico (Identidad), biopic (En la cuerda floja), western (El tren de las 3.10), cine de superhéroes (Logan). En Le Mans´66 ha dado una lección de cine clásico bien asumido en una de las mejores películas del año. Por el reparto, el ritmo, la música de Beltrami, las carreras no se comen a los personajes sino que los agigantan y un guion merece cada uno de los 150 minutos de metraje.



Visualmente la película es fascinante y personal sin volverse loca de creatividad moderna. Es una película brillantemente filmada en cada fotograma con el protagonismo que merecen la historia y los personajes. Las carreras son trepidantes y realistas. Estamos en el año 1966 y Mangold ha sido verosímil sin dejar de ser espectacular.

Sólo por la interpretación Christian Bale y Matt Damon en el último cuarto de hora, la película ya sería un prodigio. Pero ese hijo pequeño del protagonista interpretado por Noah Jupe (un niño prodigio que ya había brillado en Wonder y Un lugar tranquilo) es maravilloso. Su careo final con Matt Damon es de otro planeta. La irlandesa Catriona Balfe (Outlander) también tiene un papel pequeño y estupendo como mujer del piloto. Esa discusión a toda velocidad es una de las numerosas escenas grandes que propone el guion ejemplar de Jez Butterworth (Caza a la espía), John-Henry Butterworth (I Feel Good; La historia de James Brown) y Jason Keller (Blancanieves: Mirror, mirror).

Película muy premiable que creo que volverá a ser ninguneada al estar dirigida por un tal James Mangold y no uno de esos genios milenarios que tanto entusiasman como Jordan Peele, David O. Russell o Darren Aronofski.

Calificación: 8´5
  

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