"Los pasos dobles": Isaki Lacuesta se aleja

Isaki Lacuesta dejó buen sabor de boca el año pasado casi de forma unánime con La noche se acaba, el documental sobre Ava Gardner. Este año presenta dos películas: Los pasos dobles en Sección Oficial una película de ficción con el estilo propio de seudorealidad y El cuaderno de barro, un documental presentado en la Sección Zabaltegui.

Venía de ver Bertsolaris que me sorprendió por su amenidad y lírica, y tengo que reconocer que Los pasos dobles más que acercarme a un personaje me aleja de él. Y eso que tenía pinta de ser interesante la vida real de François Augiéras, un africano esclavizado que pinta en un bunker una especie de Capilla sixtina a modo de catarsis. Una vez terminada sus obras llegan los macarras de turno (que también los hay en África), y grafitean su obra. El artista vuelve y repinta su obra para cerrarla y esperar que el hombre del siglo XXI vuelva a encontrarla.



Este comienzo a lo Spielberg (En busca del arca perdida) tiene fuerza y te deja intrigado. Evidentemente no te imaginas que Lacuesta mande a Indiana Jones a reabrir la cueva, pero si que la historia te acerce a un personaje insólito, aventurero y poeta. Sin embargo, la historia transcurre de manera ininteligible. No entiendo nada de los personajes, ni sus reacciones, ni sus frases. A lo mejor hay que estar en África, meterse en un búnker, pintar una catedral subterránea, que te apaleen antes y después.... Pero no es el caso. Ni el mío ni el de decenas de críticos que han huido del Kursaal a la media hora (hacía tiempo que no veía una desbandada semejante, silenciosa eso sí, pero representativa).

Y Lacuesta no consigue meterme dentro de la piel de este insólito artista. Por supuesto la fotografía está cuidada, la luz... pero el ritmo, el guión hacen que me aburra soberanamente mientras me entran ganas de leer y releer Ébano de Ryszard Kapuściński o En un lugar de África de Stefanie Zweig. Dos maneras muy distintas de sentir y entender África que me acercan no sólo a un personaje sino a un continente.

P.D: Leo a uno de los críticos más importantes de nuestro país un tweet (es la primera vez que me meto en esa manera compulsiva de contar tus feelings de última hora no os preocupéis), en el que dice que acaba de darse cuenta que los chistes de Los pasos dobles están sacados de La vida de Bryan. Ni más, ni menos. El espíritu de Kim Ki-Duk nos está afectando a todos. Por cierto que si podéis no os perdáis la rueda de prensa del surcoreano culpable de Amén, tan surrealista como su película que está colgada en la web del Festival. "He de reconocer que tengo problemas en la comunicación de mis películas con los periodistas". No es un problema con los periodistas sino con la galaxia terráquea, pero bueno, se agradece que tenga en cuenta la tortura a la que nos ha sometido con su película.

2 comentarios:

  1. Interesante lo que dices. A mi la trayectoria de Lacuesta me parece muy sólida. Habrá que verla

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  2. La leyenda del tiempo está fenomenal. Cravan es muy amena e ingeniosa. La noche que no acaba es un buen producto para tele. Pero tienes razón, Los pasos dobles es un paso atrás.

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