El vals de Sarah Polley suena más bien a lambada

Take This Waltz se titula la última película de la actriz y directora Sarah Polley (Lejos de ella). Antes que nada quiero decir que me parece un milagro hacer una peli aceptable con una pareja protagonista compuesta por la dulce y sensible Michelle Williams y ese redbulliano formato Hommer Simspson llamado Seth Rogen (Lío embarazoso, Superfumados, The Green Hornet... en fin una joya de filmografía).

La película tiene momentos de gran humanidad y sentido del humor. Suena a ya muy visto el adulterio con el vecino que se reviste de poesía pero al final se reduce al querer cambiar el Whopper con queso que tienes en casa por un Bacon Burger. Así se ve en el momento de "clímax" romántico de los dos amantes: quiere sonar a lírico pero el texto podría pertenecer a cualquier libro de Corín Tellado. Esto hace que la película no llegue a emocionar a pesar de tener pinceladas veraces y verdaderamente conseguidas. Pero sobre adulterios cinematográficos tenemos ejemplos maestros y este cursillo de qué difícil es el amor para toda la vida se queda muy cortito.

Los actores están bien, la planificación visual es buena, hay canciones bonitas pero siempre hay un instrumento fuera de lugar (en concreto en la canción inicial, si no me equivoco de Regina Spektor, esa voz maravillosa que ya habíamos escuchado en El Principe Caspian y 500 días juntos). Y ese instrumento fuera de lugar es que la película no llega a describir el dolor, la angustia, la profunda soledad de perder a la persona que una vez te dijo "para siempre" con la profundidad de Breve encuentro o Deseando amar. Todavía le queda un camino que recorrer a esta directora que desde luego tiene talento, personalidad y ganas de hacer películas arriesgadas.

1 comentario:

  1. sí señor, así se escribe. Una estupenda radiografía de la peli, que me llama poco

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