Las lágrimas de una estrella

La vida de Judy Garland fue la de una auténtica estrella. De esas que iluminan un firmamento con una existencia brillante y amarga. En este documental se reconocen las carencias de los niños prodigio maltratados por la fama y la ambición de sus padres.



Ha nacido una estrella ya había sido llevada al cine con mucho éxito por William A. Wellman en 1937 con Fredrich March y Janet Gaynor de protagonistas. En 1954 George Cukor volvió a contar esta historia con Judy Garland en un momento de su vida especialmente delicado de su vida. La actriz ofreció probablemente su mejor interpretación con un desarrollo dramático conmovedor que aunaba la tragedia y la magia del espectáculo. A su lado estaba James Mason como el alcohólico mecenas que aupaba a la artista a lo más alto de la fama para luego...



La película dura 175 minutos llenos de esplendor en las coreografías y escenas dramáticas verdaderamente desgarradoras. Martin Scorsese la incluía entre las películas que más le habían marcado. Es uno de los grandes musicales y uno de los mejores retratos del Hollywood dorado.

Ha nacido una estrella tuvo otra versión, muy poco destacable, setentera en el peor de los sentidos, con Barbra Streisand y Kris Kristofferson como protagonistas. Hoy veré la última de ellas, con Bradley Cooper y Lady Gaga. Ya os contaré.

Calificación: 9

 

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