"En el corazón del mar": Sin motivos para el hundimiento

He tardado en verla porque no me llegaban muy buenos ecos de esta película de Ron Howard. Pero las críticas de Alberto Fijo en Fila Siete y de Javier Ocaña en El País me convencieron y no me arrepiento de los 121 minutos que he estado subido a ese barco.

Ron Howard acaba de cumplir 63 años. En su carrera ha alternado buen cine (Cinderella Man, Un horizonte muy lejano, Una mente maravillosa) y mediocridades taquilleras (la mayoría basadas en novelas de Dan Brown). En el corazón del mar es una nueva versión de Moby Dick despreciada por la crítica norteamericana y la taquilla internacional (costó 100 millones y apenas recuperó 90).



Es una película bastante alternativa, diferente a la versiones clásicas que nos ha ofrecido el cine. El principal problema es que le falta espectáculo, más aún teniendo en cuenta que costó 100 millones de dólares. No puede ser que La La Land cueste 30 millones, o La llegada y Hasta el último hombre tengan un presupuesto de 45 $ cada una, y esta película cueste el doble o el triple cuando luce tan poco en escenas clave. Evidentemente el punto fuerte de Ron Howard no es la economía presupuestaria: películas como El Código Da Vinci costaron 150 $, y otras menos taquilleras como EdTV llegaron a los 80 $.

Aún así En el corazón del mar tiene aventura, belleza oceánica y personajes bien trazados e interpretados. El enfoque es original y arriesgado pero acaba funcionando en un guion eficaz de Charles Leavitt (K-Pax, Diamantes de sangre) al que se le puede echar en cara algunos tramos insípidos y un personaje antagonista que no está a la altura de las circunstancias. La música de Roque Baños no es apabullante, pero acompaña bien una historia que bebe mucho de los clásicos de la literatura marítima.

Calificación: 7,5

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