Ya he hablado mucho de ella, no puedo evitarlo. Que te hagan reír, salir del cine más feliz de lo que entraste con una película que además entretiene con talento es para estar agradecido. Y más si es en un Festival de Cine (Málaga 2013, que difícil de igualar en 2014). A estas alturas no es tan fácil sorprender. Ilusión lo consigue.
La crítica, el comentario después de verla por primera vez y los últimos epílogos de su director, explican el valor de esta película que no ha dejado de recibir premios (Málaga, Feroz). Incluso los franceses han quedado rendidos a este director... Un complemento necesario a Michael Haneke. Y un olvido imperdonable en los próximos Goya.
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