1956-1957: El momento de Kubrick

Stanley Kubrick siempre quiso ser perfecto. El mejor cineasta y el más innovador. Probablemente con Orson Welles nadie haya sido tan ambicioso con el séptimo arte. Creo que eso les llevó a la perdición después de hacer algunas obras maestras incuestionables en sus primeras décadas como creadores profesionales independientes. Recientemente he podido admirar Atraco perfecto (1956) y Senderos de gloria (1957) que Stanley Kubrick rodó de manera consecutiva.

De Atraco perfecto podría hablar horas, pero yo prefiero escucharles... Firmo todo lo que dicen. Cine negro a la altura de las más grandes como La jungla de asfalto, Perdición o El sueño eterno.

Calificación: 9







Senderos de gloria es la mejor película de la casi olvidada Primera Guerra Mundial. El antibelicismo de Kubrick que luego le llevaría a filmar La chaqueta metálica logra aquí una retórica perfecta. Visualmente la película no tiene precio desde la escena del ataque suicida al tramo final, para mí lo más esperanzado que hizo este cineasta algo enloquecido y enormemente cruel en sus retratos del ser humano.

De metraje y ritmo ejemplar la película sigue siendo un monumento que cada década que pasa es más impresionante, más actual e impactante.

Calificación: 10


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