"Albert Nobbs": aunque el lobby se vista de esmoquin

La gran ventaja que tiene Albert Nobbs es que el año pasado la película excusa para traer a Julia Roberts fue Come, Reza, Ama. Así que este año la película elegida para traer a Glenn Close (a la que hoy concederán el Premio Donostia) tenía fácil mejorar su precedente. Comparado con las postales de Julia Roberts en la India dignas de un bolso de Hello Kitty, Albert Nobbs es Lo que queda del día o Retorno a Brideshead.

En realidad esa es la forma de la película. Buenos actores, imponente diseño de producción, vestuario cuidadísimo, fotografía elegante... Pero esto no es Downton Abbey. Es una historia pequeñita de personajes simples y cortos de recorrido, de esos que para definirlos te basta una frase o incluso unas palabras. Todo muy elemental y anacrónico en servicio del lobby gay que es como Kathy Bates, está por todas partes.



Hay una escena que resume bien la película. Dos enamorados/as, ya saben, la cosa va de jugar con la identidad de género, están sentados en un banco. Uno le dice a la otra parte de la relación: "No me quieres, porque nunca me has besado". Ella/él le da un tímido beso en la mejilla. "Eso no es un beso" dice la receptora del ¿afecto?. Y entonces se lanza a besarle como lo haría una adolescente en pleno celo, más que besar muerde sin piedad a su aterrorizada pareja-víctima. "Así es como me gusta que me me besen. Así me besan los que me quieren". Pues nada, que pensába que estábamos en una película de James Ivory y resulta que estamos en Yo soy la Juani.

Más que esmoquin a personajes así les veo más con chanclas y riñonera, eructando en una bolera con el gran Lebowski mientras comentan lo buenorras que estaban las animadoras de la final de la Super Bowl. La aportación de Rodrigo García es prácticamente inexistente, dudo que Mike Newell o cualquier director impersonal la hubiese rodado de otra manera. Los actores hacen lo imposible por salvar la peli pero aunque la mona se vista de esmoquin...

2 comentarios:

  1. yo no sé tú, pero a mi Glenn Close nunca me ha parecido una gran actriz. Detecto un poco de papanatismo hispano entre los cronistas de Donosti...

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  2. Albert Nobbs no es una película para un festival de categoría A. Pero había que traer a Glenn Close.

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