
Mientras tanto, hay un serie que recuerda a lo mejor del director de Señales: Touch. Un juego ingenioso que mezcla historias cortas al estilo de Crash de Paul Haggis (otro genio moderno desaparecido). Kiefer Sutherland (24), cambia de registro con acierto y pasa de las persecuciones a descifrar los crucigramas vitales que interpreta su hijo (David Mazouz), uno de los niño prodigio más interesantes de los últimos años.
Emotiva, bien contada, con una música incidental muy sugerente, Touch ya ha empezado su segunda temporada. Una de las buenas noticias de un otoño televisivo bastante redondo.
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