En 2002 Roger Gual presentó su opera prima en el Festival de Málaga. Una película con un presupuesto muy pequeño pero con mucho talento en la planificación, el guión y los actores. Hoy la película es ya una de las mejores de su generación. Un retrato del mundo salvaje empresarial en el que la humanidad de los personajes se persigue sin piedad.
Se podrían recordar muchas escenas pero yo me quedo con el diálogo en la azotea entre Antonio Dechent y Eduard Fernández. Una versión patria de Un día de furia en una localización muy underground. El careo no tiene desperdicio por la tensión visual, la interpretación de esos dos genios y el dramatismo tragicómico que desprende la escena.
El montaje y los primerísimos planos crean una atmósfera asfixiante. No me extraña que el guion de la película haya dado pie a una representación teatral en el que han entrado nuevos actores como el emergente Miki Sparbé.
Roger Gual rodaría después la discreta Menú Degustació y la extraordinaria 7 años.
Calificación: 8
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