"Stranger Things 2" pierde

Strangers Things fue una de las mejores noticias de la televisión en 2016 y la expectación por esta segunda temporada era peligrosa. Un año de preparación con algunos trailer sensacionales.



Pero ya no es lo que era. Stranger Things 2 pierde porque pierden los personajes. Todos y cada uno de ellos. ¿Y a quién le importan los alienígenas? Si los hermanos Duffer habían logrado un producto que recuperaba lo mejor del cine spielbergiano no era por los "strangers", sino por esa simpatía que había en la relación entre personajes a lo Stand by me. Y no era sencillo, ya que en dos décadas sólo Pau Freixas y Albert Espinosa habían logrado reproducir esa magia en Héroes o Pulseras rojas.

Es verdad que en los 3 últimos capítulos de esta 2ª temporada se le da un poco de dinamismo a una historia que empezaba a ser muy previsible. Pero no basta con eso. Los nuevos personajes no interesan a nadie. Ni la niña del patinete, ni el macarra de toda la vida... Ni por supuesto esa nueva colección de científicos que no se sabe muy bien qué pretenden. Tampoco hay escenas emotivas provocadas por la aparición de canciones sorprendentes, ni una evolución sugerente de las historias de amor adolescentes. Es un problema de guion, de diálogos sin chispa, de una pereza de imaginación en volver a terrenos ya trillados en la primera temporada.

Cuando termina el último capítulo y veo ese ese último plano... Qué pena. Qué pocas ganas de una nueva temporada. Me sucede lo mismo que cuando escucho en esa escena final a canciones como Time after time o Everybreath you take. Una conclusión Kiss FM que acaba por matar la magia a base de rutinas.

Calificación: 6

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