Samuel Raphaelson fue uno de los grandes guionistas que trabajaron bajo el mando del maestro Ernst Lubitsch. Juntos realizaron comedias de un humor elegante y divertidísimo como Un ladrón en la alcoba, Ángel, El bazar de las sorpresas o El diablo dijo no (1943).
El protagonista es un casanova encantador interpretado por Don Ameche, un seductor imperdonable que nada más morir se encuentra con el diablo a las puertas del infierno. Toda esa primera parte es sensacional con un tempo y un estilo visual brillantísimo. La película casi alcanza las dos horas con un ritmo que nunca decae gracias a los innumerables diálogos desbordantes de ingenio y sutileza.
El personaje de Gene Tierney es tan encantadora y arpía como su amante caradura. Pero más allá de la pareja protagonista hay una decena de secundarios que genera constantes golpes de humor inmortales.
Una genialidad de arriba a abajo que no se suele incluir entre las obras maestras de Lubistch.
Calificación: 9
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