Las series protagonizadas por seres locos que hablan de sí mismos y de sus extravagancias con un orgullo a prueba de bomba tienen momentos mágicos. Lady Dynamite tiene bastantes gags muy originales sobre la vida de una cómica que hace monólogos y apariciones ridículas en series y películas. En un principio este personaje principal no tiene desperdicio y parece que no va a ser otra insoportable Lena Dunham (Girls) que se las sabe todas, va de mujer única y encima da lecciones desde su caótico egocentrismo.
Con el paso de capítulos los chistes empiezan a entrar en el terreno de lo zafio y hermético. Lo que resultaba espontáneo y ligero, ahora resulta más cargante y repetitivo. La protagonista empieza a ser a ratos una cargante niña mimada con toques de genialidad y bastantes caprichos, con un talento intermitente que no termina de ser suficiente.
Series como Lady Dynamite hacen que valore más comedias televisivas como Portlandia. Pasan las temporadas y siguen siendo creativos y diferentes, elegantes y muy inteligentes en su humor.
Calificación: 6
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