La ventaja y el peligro de películas como Fred Claus es que el juicio de todo lo que se ha visto antes y lo que se verá después suele ser más subjetivo. Porque hay películas buenas, malas, fallidas, pretenciosas, irregulares… y luego está Fred Claus. Una especie de abismo de Helm cinematográfico en el que no sé como han podido sumergirse Paul Giamatti, Miranda Richardson, Rachel Weisz, Kathy Bates… ¡Hasta Kevin Spacey!
Tienen la ventaja de que pasan desapercibidos ante la interpretación de Vince Vaughn, que está sencillamente insoportable (escenas como la del baile con el elfo enano o la pelea de bolas de nieve con Giamatti está cercano al patetismo de ver bailar en un concierto a la cantante de La oreja de Van Gogh ó a Salinas intentando imitar a Andrés Montes en los partidos de la Sexta).
La película se hace eterna porque los chistes no tienen gracia, los personajes son todos muy tontos, muy simples y el guionista, al menos aquí, carece absolutamente de ingenio. Se salva el diseño de producción y el vestuario. Si a uno eso le vale…
Calificación: 2/10
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