Una película tan desastrosa no podía tener un título más desaconsejable. ¿De qué va Inevitable? Pues no lo sé la verdad. Todo es tan forzado, tan mal contado que uno no sabe bien qué narices pretende el guionista de El niño del barro (que era una obra maestra comparado con esta desconcertante película).
En principio la historia va de un “adulto” (Darío Grandinneti) con éxito profesional y matrimonio perfecto que de repente empieza a seguir las teorías de un iluminado profesor (Federico Luppi). Que tampoco es que sea Heidegger. Lo que le dice es que viva la pasión. Vamos, que retoce con una jovencita una vez y otra, que el director lo quiere filmar todo como si fuese Lucía el sexo, con Luppi haciendo de doctora Ochoa. En fin…
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