Generalmente aconsejo series, pero también recibo sugerencias que en algún momento suelo hacer caso. The last ship era uno de esos títulos que salía con cierta frecuencia hablando de televisión. Que si era una serie bien producida, trepidante, adictiva... La verdad es que intenta ser algo así, pero no lo logra ni de lejos. Al menos para mí. Esta serie de G.I.JOE que intentan salvar el planeta de una pandemia global tiene a Michael Bay (Transformers, The Black Sea) como productor ejecutivo, y eso no se supera fácilmente.
Los diálogos son de traca y la interpretación de los actores de "hombres y mujeres de anuncio de desodorante en posición MUY PREOCUPADOS" es de lo peor que he visto en tele en muchos años. ¡Y ojo, que ví algunos capítulos de una serie protagonizada por Lydia Bosch y Miguel Ángel Muñoz!.
Que el argumento esté muy trillado es lo de menos. The Walking Dead o La carretera son obras maestras y hablan de lo mismo. Pero no tienen uno diálogos imposibles de creer, involuntariamente autoparódicos (hay veces que a uno le da la sensación de estar viendo una escena de Top Secret o Agárralo como puedas). Ya ni digamos la credibilidad de lo que se cuenta. Esa mujer que en medio del colapso mundial dice: "Ahora me acuerdo de mi novia, ibamos a ir juntas a París". Esa línea de guión lo tiene todo: cliché, cuóta de lobby, entonación postiza, interpretación autómata de un personaje autómata...
Como la atracción no para de hacer loopings a más de uno el mareo le gustará. Yo lamento que la serie no sea decididamente cómica, porque entonces sería buenísima.
El trailer de promoción sintetiza perfectamente el engolado tono de una serie plagada de escenas y personajes que se autoescuchan con una admiración ridícula.
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