Mujeres a la hoguera

Alex de la Iglesia sigue a lo suyo con Las brujas de Zugarramurdi. A los personajes desquiciados y extremos en historias desquiciadas y extremas. Esta vez en clave claramente misogina: una historia en las que las mujeres son todas brujas que hechizan a los hombres humillándoles de la manera más vil. Esta segunda lectura funciona como un reloj en la trepidante media hora inicial.

Hay un atraco y una persecución por medio pero lo interesante es como todos los hombres muestran su adoración y pánico hacia las mujeres que les explotan. En este rol está divertidísimo Mario Casas y muy solventes Hugo Silva y Javier Botet.



Pero el chicle se estira y aparecen las brujas que no son tan divertidas ni tan sugerentemente malvadas como esperábamos de dos personajes interpretados por Terele Pávez y Carmen MauraCarolina Bang vuelve a hacer de chica guapa esta vez formato skin con tatuajes incluidos, un personaje que resulta demasiado evidente hasta el tramo final.



Es una pena que no se lleven más minutos las señoras brujas y vascas interpretadas por Santiago Segura y Carlos Areces: Conchi y Asun son de lo mejor de la película.

Una vez más Alex de la Iglesia demuestra que tiene ingenio y creatividad, pero sus películas son un suspiro que se pierde en querer tronchar de risa al espectador sin coherencia ni medida alguna. 

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