Lo dijo Kike Maíllo en los últimos Goya. "Ahora ganamos Mundiales de Fútbol y hacemos películas de ciencia ficción. Este país no lo conoce ni...". Pero quedaba una Copa que ganar: el cine de animación. El rival no era asequible: Pixar, Ghibli, Dreamworks. Una mezcla de talento y presupuesto difícil de igualar. Poco a poco nos hemos ido quitando el miedo en el cuerpo con películas como Planet 51, La dama y la muerte, Chico y Rita o Arrugas. Y Hollywood ha empezado a mirar nuestra animación con un aprecio concretado en nominaciones a los Oscar. En los próximos meses dos producciones de animación ambiciosas (Las aventuras de Tadeo Jones y Justin y la espada del valor), dan el definitivo salto al vacío. En unos tiempos de crisis, rescates y salvavidas, el cine español se "anima".
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