Woody Allen, 83 años. Admirable

Timothée Chalamet (Lady Bird, Call me by your name) tiene 23 años y Elle Fanning 21 (Super 8, Maléfica). Ellos son una pareja de jóvenes universitario en el delicioso y enésimo viaje de Woody Allen a Nueva York. El anciano director les saca 60 años pero sigue teniendo esa chispa que o se tiene o no se tiene. Es verdad que en sus casi 50 películas ese genio se ha volatilizado, pero no en esta ocasión.

Esta historia coral tiene todos los ingredientes de las grandes comedias de Woody Allen: las relaciones que se rompen una y otra vez, su fascinación por la ciudad, la lluvia, la muerte, los personajes de verbo fácil que apenas logran atisbos de felicidad... Chalamet es el último alter ego del cineasta, un romántico universitario que ha planeado el fin de semana perfecto y que, en la lógica de Woody Allen , nada sale como esperaba. Ella es una estudiante de periodismo radiante que va a entrevistar a su director favorito, pero tampoco su fin de semana es nada previsible. 

Las tramas secundarias se multiplican, cada una de ellas con el humor y el talento de las mejores películas del cineasta y actores tan diversos como Selena Gomez, Jude Law, Diego Luna, Liev Schreiber, Annaleigh Ashford, Rebecca Hall, Cherry Jones o Will Rogers. 

En 90 minutos de entretenimiento divertidísimo e inteligente sobran algunas chistes grueso del Woody Allen más nihilista y cenizo. Uno de muy mal gusto todo hay que decirlo. Pero todo el resto de mecanismos narrativos de la película funcionan con una vitalidad admirable, fotografiada con maestría por su inseparable Vittorio Storaro (79 años). Hasta hay tiempo para el drama en una comedia que vuela gracias a giros y guiños del guionistas más grandes de los últimos tiempos.

Calificación: 8

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