No salgo de mi asombro. Los escasos 94 minutos que dura "15:17 Tren a París" son una tortura gota a gota. Personajes planos, descritos con diálogos postizos, escenas de relleno, más de una hora de viaje por Europa lleno de tópicos para giris: la discoteca ("esto no lo hay en Estados Unidos"), la compra del helado y la pizza en Italia, el diálogo con el guía alemán ("los americanos pensáis que sois vosotros los que matáis siempre a los malos").
Y de repente llega la escena de acción terrorista. Apenas 10 minutos rodados con una torpeza visual que me hace dudar que la película haya sido dirigida por Clint Eastwood.
El contenido ideológico es tan elemental y está trazado con tanto subrayado que resulta bochornoso. Aburrida hasta límites insospechados, es de los peores momentos recientes que he vivido en una sala de cine.
Calificación: 2/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario