La película que ha realizado Jon Watts (ese desconocido que sorprendió con Coche policial) mola mucho. Y utilizo esa expresión porque es lo que transmite la película: un adolescente que disfruta como adolescente jugando a ser superhéroe. Con esta idea original el guión podía ser un auténtico desastre si se hubiese pasado de guay y el actor principal no fuese alguien tan carismático y espontáneo como Tom Holland. El que fuese protagonista de Lo imposible es un actor formidable, que se mueve y habla con estilo propio sin mirarse al espejo por el retrovisor (algo que le falta a la "guapa" que le han puesto de novia). Él resulta encantador y ella bastante insulsa y algo postiza.
La película la ví hace meses y la he vuelto a ver hace unos días. Me gustó entonces y me ha parecido aún mejor ahora. Divertida, con ritmo y algunos buenos secundarios: el amigo gordo, el "jefe de la silla" es un personaje que podía estar en la 1ª temporada de Stranger Things, la depresiva compañera de clase bordada por Zendaya.... Michael Keaton es un canalla más prescindible pero con oficio. Más atinadas son la simpáticas apariciones de Iron Man y el Capitan América.
La película ha rehecho una saga muerta y ha logrado una taquilla fantástica (casi 900 millones con un presupuesto de 175) con un metraje de 135 minutos que se te pasa volando. Además tiene buena música y mejores escenas de acción.
Calificación: 7´5
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