Estados Unidos puede tener defectos como gran
potencia mundial, pero posee un don incuestionable para contarnos la historia
de su país de manera atractiva y habitualmente legendaria. La inagotable cadena
de producción Netflix en colaboración con Steven Spielberg, estrena ahora una breve
docuserie de los 5 grandes directores que dejaron durante unos años los cómodos
estudios de las “majors” para jugarse la vida y el prestigio en los campos de
batalla. No era una tarea sencilla; el enemigo tenía cineastas del nivel de Leni
Riefenstahl, una directora capaz de hacer verdaderas obras de arte con fines
propagandísticos (Olympia, El triunfo de
la voluntad).
Los 5 directores encargados por el gobierno
norteamericano para concienciar a los norteamericanos de la necesidad de una
guerra en territorio ajeno no tenían apenas experiencia en cine documental o
bélico. Tampoco su conocimiento militar era excesivo, pero tenían un firme
convencimiento en que era necesario mostrar con imágenes la crueldad del Reich
alemán y la fuerza del idealismo democrático norteamericano. Y en eso, George
Stevens, John Ford, Fran Capra, John Houston y William Wyler, eran los mejores.
El creador de los tres capítulos de esta serie es
el francés Laurent Bouzaeu, habitual director de los making of de las películas
de Steven Spielberg y que en esta serie ha adaptado el libro del periodista
norteamericano Mark Harris (Five came back).
Su gran habilidad es lograr orden y dinamismo en la narración de una
historia en la que hay 10 personajes que alternan el protagonismo: los 5
directores que fueron a la Guerra y los 5 cineastas actuales que comentan la
serie.
Spielberg y Greengrass, voces privilegiadas
En esta última selección destacan las voces de
Spielberg y Paul Greengrass, cineastas que han contribuido a que el cine bélico
y relacionado con acontecimientos históricos recientes esté ahora mismo en un
momento de máximo esplendor. Gracias a El
Imperio del Sol, La lista de
Schindler, El puente de los espías, Hermanos de sangre, Salvar al soldado Ryan,
Spielberg ha dado a la industria las claves para modernizar técnica y
dramáticamente un cine histórico que necesitaba una conversión. La contribución
de Paul Greengrass, conocido fundamentalmente por su creatividad en el cine de
acción con la saga de Bourne, ha sido diferente pero también muy valiosa. Bloody Sunday, United 93, Green Zone o Capitan Phillips han sido películas sobre
conflictos actuales con un lenguaje universal y moderno de mucha personalidad.
En La
Guerra de Hollywood se alterna
abundante material audiovisual de películas tan importantes como ¿Por qué luchamos?, una serie de 7
documentales de Frank Capra o La batalla de Midway de John Ford. También hay algunas escenas
de películas dramáticas como La señora
Miniver de William Wyler,
ganadora de 6 Oscar en 1942 y que curiosamente fue mirada con recelo por uno de
los grandes productores de Hollywood al pensar que la imagen que se daba del
enemigo era demasiado negativa.
La serie muestra la dificultad del trabajo de
estos cineastas y sus repetitivos fracasos en el terreno de la propaganda.
También se apuntan las aficiones personales que hacían que Houston y Ford
estuviesen más pendientes de las mujeres y del alcohol que del rodaje de estas
películas. Estas limitaciones personales hacen que la historia gane en
conflicto, contrastes y humanidad. Y eso es algo que se echaba en falta en algunas
producciones televisivas recientes de Spielberg
como las fallidas The Pacific o The Red Band Society (ese destrozo
delictivo de la maravillosa serie catalana Pulseras
rojas).
Calificación: 8
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