Sorpresa australiana

Fue una de las imprevistas novedades en la temporada de premios de principios de año al ser seleccionada en los Oscar (6 candidaturas, entre ellas mejor película y actor secundario), los Globos de Oro (4), Critics Choice Award (6) y Satellite Awards (5). Costó 12 millones e hizo 140 en todo el mundo.



He tardado tanto en ver esta película porque me sonaba a otra más de indios que sufren y se reconstruyen gracias a personas buenas. El trailer era atractivo pero tener al protagonista de Slumdog Millionaire (Dev Patel) como principal gancho me hacía presagiar otra innecesaria vuelta de tuerca a la obra maestra de Danny Boyle.

Realmente la película no es lo que parece, ya que el protagonista es un niño de esos que parece que lleva trabajando en esto desde hace décadas. Sunny Pawar es pura bondad en la pantalla, un derroche de naturalidad y encanto que conmueve de verdad. Luego viene la segunda parte de la película en la que las 3 caras conocidas están muy bien gracias a un guión denso y sintético, con muchas miradas y gestos y pocas palabras. El escritor del libreto es Luke Davies, que ya tuvo cierto eco gracias a Life (no la horrible película de Ciencia-Ficción, sino el biopic sobre James Dean que protagonizó Robert Pattison).

Lion es una película que llega lentamente al espectador con una gran historia real. Esta opera prima del australiano Garth Davis (conocido por su trabajo en la serie Top of the Lake), no ha llegado hasta tan lejos simplemente por el patrocinio de los Weinstein. Tiene estilo visual y personalidad narrativa, un reparto espléndido de primerizos y valores seguros y una música diferente que envuelve toda la película.

Me encanta el final de la película con la canción de Sia, Never Give Up. Otro acierto más.

Calificación: 7,5



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