Hacía mucho tiempo que había leído la crítica de Jerónimo José Martín en uno de esos anuarios esenciales para no perderse títulos fundamentales que no han obtenido premios ni una taquilla considerable. Coincido en que es una peli que se obsesiona con la sexualidad enfermiza de los personajes, pero también en que es un guión muy logrado en bastantes aspectos. Mumford transmite cariño y cercanía a unos personajes que define con originalidad e ingenio en los diálogos y en el desarrollo de cada uno de sus traumas vitales.
La película tiene humor y conclusiones muy acertadas sobre el individualismo que vuelve idiota al ser humano e incapaz para ser feliz, el poder sanador de una persona que sabe escuchar, la pedantería inútil de muchos psicólogos que a veces complican aún más al paciente con teorías increíbles.
Lorean Dean es el desconocido actor protagonista. Mumford es sin duda su aparición más importante en el cine ya que el resto de sus trabajos fueron para televisión. Su interpretación es muy natural y minimalista, muy acorde con su adorable personaje. El resto del reparto está a la altura con actores más reconocidos comos Martin Short, Hope Davis, Mary McDonnell y David Paymer. Por último destaca la presencia de dos grandes actrices practicamente irreconocibles por su juventud: Elisabeth Moss (Mad Men) y Zooey Deschanel (500 días juntos)
Calificación: 8
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