La gran pantalla siempre ha sido muy útil para multiplicar el efectos de las descargas de adrenalina que proporciona el cine de acción. Y esto ha beneficiado y perjudicado mucho a este género. Cuando los directores les da por hacer atracciones de feria en la que no hay drama, coherencia ni vulnerabilidad en los personajes, el experimento es patético.
En este documental de 7 minutos se hace un acertado diagnóstico de este género y además se reivindican algunos títulos que han revolucionado el cine actual como Matrix o La jungla de cristal.
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