"Mommy": Descubriendo a Xavier Dolan

Me quede sin verla en el último Festival de San Sebastian y ayer por fin conseguir sacar los 139 minutos de metraje de esta gran obra canadiense. Xavier Dolan ganó el Premio del Jurado en Cannes 2014 con este retrato de un adolescente problemático con TDH, una forma de hiperactividad que le dificulta la concentración y el control del los cambios de ánimo. Con apenas 27 años este cineasta nacido en Quebec ya sabe lo que es ser adorado y odiado por la crítica internacional. En 2014 con Mommy todo fueron elogios que le situaron como una de las grandes promesas del cine mundial. Y hace unos meses la reacción en Cannes fue bien distinta con Sólo el fin del mundo, otro retrato de familia extrema. Aunque volvió a ganar el Premio del Jurado muchos la denostaron como una película pretenciosa y aburrida sin demasiado sentido.



En Mommy, el conflictivo protagonista sale de un centro de menores y vuelve a vivir con su madre, una viuda fumadora, alcohólica, en paro y también bastante "electrónica". A ellos dos se unirá una vecina, maestra de escuela, con dificultades en el habla provocadas por situaciones traumáticas en su matrimonio y en el trabajo.

La película te mete de lleno en una vida marcada por afectos descontrolados, dependencia y esclavitud. Cada uno de los 3 personajes no pueden vivir juntos pero tampoco separados. La película es muy arriesgada con cambios de formato audiovisual, primeros planos de detalles simbólicos, uso constante de la música como brújula para entender a los personajes. Todos estas características podrían hacer de Mommy una obra de culto sólo valorable en ámbito festivalero. Pero no es así.



Mommy es interesante, emotiva, brutal y tierna. Los 3 protagonistas están prodigiosos, perfectamente creíbles y moderados en su interpretaciones a pesar de sus caracteres tan volcánicos. Los diálogos son vivos e ingeniosos y el ritmo ayuda a pensar al espectador sobre un asunto tan controvertido como es el cuidado de personas con enfermedades mentales. La película no da soluciones pero sí muestra la complejidad del tema y aporta luces para comprender a los personajes. Y se agradece que en un mundo tan turbio no se le haya ido la mano al mostrar los aspectos más sórdidos de los personajes.

La música es variadísima y magníficamente insertada. Desde Ludovico Einaudi (Intocable) a la canadiense Celine Dion (que hace posible uno de los mejores momentos de la película) a Lana del Rey, One Republic. Counting Crows o Andrea Boccelli. De las mejores banda sonoras de los últimos tiempos.

Calificación: 8/10











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