Bastian Baltasar Bax

El protagonista de las 3 "B" era gordita y llevaba gafas. Una diferencia más entre la novela de Michael Ende y la versión cinematográfica alemana de Wolfgang Petersen. El escritor llego a decir de esta película carismática de los 80  que era "un gigantesco melodrama comercial a base de cursilería, peluche y plástico". Parte de razón tenía, porque el libro era simplemente insuperable.

El próximo 22 de de julio se reestrenará en cines esta película de 1984 que en su día fue la producción alemana de mayor presupuesto (40 millones de dólares) y uno de las grandes éxitos internacionales de ese país.

La canción final de la película del famoso cantante maldito, el británico Christopher Hamill, se convirtió en una de esas melodías inolvidables de la década.




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