Notable thriller: sobresaliente Gosling

Willy Beachum (Ryan Gosling) es un joven y ambicioso fiscal cuya carrera está a punto de despegar definitivamente. Pero antes deberá completar un último caso que parece sencillo; el de Ted Crawford (Anthony Hopkins), acusado de matar a sangre fría a su mujer (Embeth Davidtz). Hay una confesión escrita del acusado y el caso parece un mero trámite. Sin embargo el caso se complica hasta amenazar la prometedora carrera de Willy.


No dedicarán muchos libros a su filmografía. Pero Gregory Hoblit (Texas, 1944), como Jon Avnet ó Phil Alden Robinson, entre otros, es un director que no suele aburrir y tiene buen ojo para elegir historias con ciertas dosis de ingenio (Fallen ó  Frequency). En Fracture, Hoblit vuelve al thriller judicial: género al que pertenece su primera película: Las dos caras de la verdad (1996).

El resultado es más que notable, y la interpretación de Ryan Gosling: sobresaliente. No es fácil enfrentarse a Anthony Hopkins sin salir mal parado. Pero más complicado aún es competir con un personaje que reúne tantos tópicos: abogado joven, guapo, ambicioso y listísimo. Gosling (nominado al mejor actor principal en los últimos Oscar por Half Nelson) realiza una interpretación que matiza al personaje, lo hace vulnerable y humano, huyendo de la pedantería en la que suelen caer estos personajes.


Por otro lado el guión va llevando con ritmo una historia que tiene su cierta originalidad al tratar un caso judicial en el que el juicio es lo de menos. Lo importante es la deducción y el conocimiento progresivo de los personajes, especialmente el de Anthony Hopkins (que incluye humor, ingenio y perversidad), muy bien retratado en los diálogos con Gosling. Eso sí, como película de género judicial, casi todo se confía al final de la trama que, lógicamente, no voy a desvelar. Aunque si añadiré que no me defraudó. Una buena resolución a una película notablemente entretenida y elegante.   

Calificación: 7/10

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