Como dice uno de los autores del libro Mad men es, junto con otras series de culto, un producto que marca un estilo: el de aquellos que no gustándoles la televisión han encontrado un pretexto para verla. La serie gusta por la misma razón por la que gustan los anuncios de Volkswagen, porque están hechos por gente que aunque no hace publicidad cree saber de publicidad”.
Esta guía es un estudio a fondo de las dos primeras temporadas de la serie (en total hay 4 de 13 capítulos cada una), escrito en mayor medida por Jesse Mclean crítico de cine y televisión en Pop Matters. Su trabajo consiste en recoger las biografías de los protagonistas, todos ellos actores desconocidos hasta Mad Men, y hacer un análisis pormenorizado de los veinteséis primeros capítulos de la serie.
McLean exprime el limón de cada capítulo haciendo referencias a la sociedad de la época, la frase o el diálogo que define la filosofía de Mad Men en ese episodio, los lugares de Manhatan que aparecen, un cóctel destacado y la campaña publicitaria que sirve de argumento central.
En cada una de estas radiografías se aprecia el enorme esfuerzo de documentación de la serie que cuida al milímetro cada detalle. Esto hace que Mad Men requiera esta revisión pausada ya que casi todo lo que ocurre en esta serie está sugerido por la forma de llevar la americana, el peinado que uno lleva, la forma de beberse el whisky en un momento de tensión dramática… En un primer visionado es difícil percibir todos esos detalles que requieren haber visto mucho cine clásico (no es casualidad que AMC, la cadena que compró la serie, sea un canal de cine en blanco y negro), conocer a fondo la publicidad, moda y formas sociales del Manhattan de los años 60.
McLean exprime el limón de cada capítulo haciendo referencias a la sociedad de la época, la frase o el diálogo que define la filosofía de Mad Men en ese episodio, los lugares de Manhatan que aparecen, un cóctel destacado y la campaña publicitaria que sirve de argumento central.
En cada una de estas radiografías se aprecia el enorme esfuerzo de documentación de la serie que cuida al milímetro cada detalle. Esto hace que Mad Men requiera esta revisión pausada ya que casi todo lo que ocurre en esta serie está sugerido por la forma de llevar la americana, el peinado que uno lleva, la forma de beberse el whisky en un momento de tensión dramática… En un primer visionado es difícil percibir todos esos detalles que requieren haber visto mucho cine clásico (no es casualidad que AMC, la cadena que compró la serie, sea un canal de cine en blanco y negro), conocer a fondo la publicidad, moda y formas sociales del Manhattan de los años 60.
El libro es un acercamiento ameno y reflexivo de la serie que gustará tanto a los expertos en televisión y cine, como a aquellos que no lo son, pero que siguen la serie con la sensación de que no llegan a degustar la complejidad de este selecto licor.
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