No llevamos un buen arranque de Festival. Sobran tópicos y exageraciones para que todo quede bien clarito y al final resulta todo muy evidente. Si Toro era chillona en colores, salpiques de sangre y procesionismo casposo de cofradía, y La noche que mi madre... era un circo sin pies ni cabeza, La punta del iceberg peca de ser previsible y decepcionante.
Con todo es la mejor película hasta ahora. Los suicidios en una empresa de alto rendimiento son investigados por una Maribel Verdú algo tiesa pero siempre eficaz. Barbara Goenaga es la que más brilla con una interpretación y unos diálogos que tiene el matiz y la sutileza que tanto echamos de menos.
La película funciona a ratos pero casi siempre es teatrera y maniquea, con diálogos tan al límite de la verosimilitud que me cuesta mucho creer. No dudo que haya empresarios así, tan ácidos, impulsivos y carentes de interés pero.... ¿Todos en la misma empresa? No hay nadie que trabaje menos de 18 horas, que tenga una mujer a la que no engañe con la secretaria en el mismo despacho?
Sin irse muy lejos uno se acuerda de grandes películas del cine español como 5 metros cuadrados, Casual Day, El método, A puerta fría... y éste iceberg no queda muy lejos de poder derribar a todo un Titanic.
Calificación: 6/10
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