En 2014 ganó dos Globos de Oro a mejor comedia y mejor actor y este año ha vuelto a estar entre las nominadas. Esta versión siglo XXI de Loca Academia de policía· es gansa, divertida y a veces soez. El actor protagonista es Andy Samberg, una especie de Jim Carrey, genial e insoportable según las riendas del director. Para mí, es mucho mejor doblado que en original, algo muy poco corriente pero que a veces sucede.
Los creadores de la serie son los mismos que Parks and Recreation o The Office, series con las que comparte el estilo visual marcado por la cámara en mano y el uso habitual del zoom. No hay risas enlatadas pero aún así resulta entretenida porque hay un buen ritmo narrativo y bastante ingenio en los gag que hacen de la comisaria un circo muy logrado.
Brooklyn Nine-Nine gana mucho con los personajes secundarios, muy bien escritos y retratados: el ultraserio capitán de comisaria, la secretaria con ambiciones mayores, la detective viril intimidadora, el funcionario pringado y solitario...
La carencia fundamental de la serie es que acude con excesiva frecuencia al humor fácil. Me recuerda en este sentido a The Last Man on Eart; hay una buena historia y a unos personajes muy simpáticos, pero falta talento para evitar redundancias y tópicos zafios vistos una y mil veces en comedias americanas. Por ahora llevan 3 temporadas de 22 capítulos cada uno. Y lo que le queda. Con esos mimbres se puede llegar hasta donde uno quiera.
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