James Wan, el nuevo Rey Midas de Hollywood

Con 39 años el director de Malasia James Wan es una verdadera mina en taquilla sin ningún tipo de discusión. Estas son sus cuentas

Saw: Costó 1, 2 millones de dólares, logró 104.
Silencio desde el mal: Costó 20 millones, logró 22.
Sentencia de muerte: Costó 20 millones, logró 17.
Insidious; Costó 1,5 millones, logró 97.
The Conjuring; Costó 20 millones, logro 318.
Insidious 2: Costó 5 millones, logró 162.
Fast & Furious 7: Presupuesto 190 millones, ingresos 1516.
The Conjuring 2: Costó 40, ganó 320

En total se ha gastado 298 millones y ha ganado 2549. Casi multiplica por 10 cada dólar invertido en  sus películas y en 2 de ellas (Saw e Insidiuos) prácticamente genera cien veces más de lo que gasta.

Todo este desglose de datos tiene especial interés porque James Wan no sólo es tremendamente rentable, sino que además es un buen director que conoce sus limitaciones. Así dirige, produce y escribe historias que otros desarrollan. Ingenioso y muy hábil para manejar el cine de género, Wan es un maestro controlando al máximo un presupuesto al que saca verdadero brillo.

Y además es un director que aprende rápido de sus errores. Después de Saw, Silencio desde el mal y Sentencia de muerte podría haberse hundido en la ciénaga de los directores gore expertos en historias brutales. Sin embargo optó por una nueva línea de terror elegante de casas encantadas con el que ha modernizado este género tan palomitero.

Este verano le volveremos a ver produciendo Insidious 3 (dónde al parecer hará una breve aparición a lo Hitchcock y dirigiendo The Conjuring 2.




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