Qué importante es la contención de los actores. El otro día estuve viendo los dos primeros capítulos de Sin identidad, la serie con la que Antena 3 pretende recuperar la audiencia perdida en favor de Telecinco. Es un culebrón que imita a Revenge descaradamente (los creadores así lo han confirmado), para lo bueno y para lo malo. Si uno apaga las neuronas el número de vueltas y revueltas puede entretenerle.
La serie tiene un gran problema: sale Lydia Bosch. He de reconocer que como presentadora y en las entrevistas me cae muy simpática, pero como actriz no ha evolucionado demasiado desde sus tiempos en Medico de familia. Es verdad que en You´re the one me sorprendió, pero en Sin identidad vuelve a ser excesiva. En esta escena se enfrenta a su hija adoptiva que acaba de enterarse que su madre no es su progenitora. Hay que reconocer que el diálogo no es precisamente muy brillante, pero Megan Montaner está bien, contenida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario