Con Margo Martindale en el reparto ya me dan ganas de verla. Pero no es nada fácil contar una historia así y Randall Wallace tiene algunos grandes aciertos como guionista (Braveheart) y como director (Cuando éramos soldados), aunque también tiene errores de bulto como Pearl Harbor o El hombre de la máscara de hierro.
Me conformo con que Justin Chang tenga razón en lo que dice en su crítica en Variety. "Esta sosa y seria, aunque bastante contenida, película cristiana destinada a tocarte el corazón, no acaba de ser el cubo de vómitos de sacarina espiritual que los anuncios sugerían".
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