Pero al actor le pasa como a la serie: aparenta, da unos primeros pasos prometedores… Y ahí se queda. No llega a ser un debacle artística e intelectual al estilo de The Following, pero se queda muy lejos de la película inicial de Jonathan Demme (El silencio de los corderos) sobre el Dr Lecter.
Aún así la serie, para el que tenga estómago (evidentemente Lecter no es famoso por su delicadeza profesional), está muy por encima de las fallidas películas Hannibal y El dragón rojo, en mi opinión dos de las peores películas de Ridley Scott y Bryan Singer, respectivamente.
Pero falta emoción, personajes que crezcan en la serie, diálogos que estén a la altura no de la novela original de Thomas Harris (que es muy floja), pero si de otras producciones televisivas policiacas que muestran más ingenio y originalidad a la hora de mostrar el mal (Breaking Bad, Sherlock o Luther).
Aún así la serie, para el que tenga estómago (evidentemente Lecter no es famoso por su delicadeza profesional), está muy por encima de las fallidas películas Hannibal y El dragón rojo, en mi opinión dos de las peores películas de Ridley Scott y Bryan Singer, respectivamente.
Pero falta emoción, personajes que crezcan en la serie, diálogos que estén a la altura no de la novela original de Thomas Harris (que es muy floja), pero si de otras producciones televisivas policiacas que muestran más ingenio y originalidad a la hora de mostrar el mal (Breaking Bad, Sherlock o Luther).
No hay comentarios:
Publicar un comentario