80 años del toque Lubitsch

Realmente Ernest Lubitsch empezó a hacer películas en Alemania hace casi 100 años (su primera película data de 1914), pero muchos consideran Un ladrón en la alcoba (1932) como la película que consolidó un estilo.

Peter Bogdanovich no dudaba en colocar The Merry Widow (La viuda alegre, 1934) como una de las 10 mejores películas de la historia. No digamos ya hasta dónde llegaban los elogios de su mejor discípulo Billy Wilder. Desde luego este director alemán dejó una huella inmortal en la sofisticación cinematográfica que muchas veces se echa en falta en las comedias norteamericanas actuales.

Este breve reportaje da las claves del famoso toque Lubitsch y anima a volver a ver obras maestras como Ninotchka, El pecado de Cluny Brown, Una mujer para dos, Ser o no ser, La octava mujer de Barba Azul, Ángel, El bazar de las sorpresas, El diablo dijo no o Lo que piensan las mujeres. Un ejemplo del cine clásico que con el paso de los años no deja de ser más moderno y sutil.

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