Pocos compositores han dado a la música tanto poder en la capacidad emocional de una película. Hace poco he vuelto a ver la trilogía de Kieslowski por el orden en el que siempre las he situado, Rojo por encima de Azul. Y Blanco muy lejos de las otras dos.
En cualquier caso este compositor polaco hace un trabajo maravilloso tanto en esta trilogía como en películas norteamericanas como El jardín secreto ó Cuando un hombre ama a una mujer (una muestra arqueológica que certifica que hubo un tiempo en que Meg Ryan no era insoportable).
Desgraciadamente Preisner lleva tiempo sin participar en películas con cierta repercusión. Y como los Oscar nunca le hicieron caso (ninguna nominación), este compositor lleva camino de que nos olvidemos fácilmente de él a pesar de que es uno de los más grandes con Nyman, Williams, Doyle, Zimmmer, Newton-Howard o Desplat.
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