No habrá paz para los malvados demuestra que el cine español cada vez hace mejor lo que antes sólo conseguía el cine norteamericano. No estamos ante una película de acción entretenida, estamos ante un autor que deja su sello llegando más lejos incluso que Agustín Díaz Yanes en Nadie hablaré de nosotras cuando hayamos muerto.
José Coronado esta inmenso en un papel complejísimo, que podría rozar el ridículo, convertirse en un Vin Diesel o en un Bogart de tiro fácil trasladado a Chamberí. Pero su personaje tiene una forma de andar, de hablar, que hace que nos lo creamos como un policía al que el siglo XXI en Madrid le está matando. La mezcla de tramas está muy conseguida y la truculencia no mostrada, inteligente, esa violencia seca, dura e instántanea es tumbativa. Urbizu no tenía que demostrar nada a nadie, pero por si acaso ha firmado su mejor película, una de las favoritas para llevarse la Concha de Oro.
enhorabuena, Claudio, sigo tus crónicas sobre Donosti 2011 con mucho interés. Aupa F7
ResponderEliminarMe alegra lo de Urbizu, es un tipo que está cuajando una buena filmografía
ResponderEliminarexplicas bien lo de Coronado. La buena crítica debe dar razones. Lo digo porque he leído que está bien y que está mal, pero tú lo razonas
ResponderEliminarsugerencia: puedes poner la letra más grande, sale muy chiquitaja
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