Más que arrugas

En los últimos días he hablado de viejas glorias, de películas que merece la pena volver a ver. Hoy pretendo advertir de una que no ha aguantado el paso del tiempo: El príncipe de las mareas.

En 1991 está película dirigida y protagonizada por Barbra Streisand obtuvo 7 nominaciones a los Oscar (entre ellas película, direccción, actor y actriz) pero no se llevo ninguna estatuilla. No lo merecía. Era una historia con muchas posibilidades estropeada a base de excesos sentimentales, un guion desbordado de afectos subrayados y cursis, y una música olvidable del gran James Newton Howard.

La escena final (tranquilos los anti-spoilers, no machaca la historia), es muy representativa de los principales errores de la película,

Calificación: 6

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